EL-SUR

Jueves 18 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Evaluación del Programa de Fertilizante del 2019

Héctor Manuel Popoca Boone

Enero 20, 2020

 

En el año 2018, en una visita a Guerrero siendo candidato a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se comprometió a asumir la responsabilidad del Programa de Fertilizante gratis para el estado. Al ganar las elecciones federales, reiteró dicho compromiso en otra visita que hizo ya teniendo la calidad de presidente electo.
En varias ocasiones el presidente AMLO se ha referido públicamente que en Guerrero el programa se ejecutaba en forma corrupta.
A partir de esas declaraciones públicas del presidente, colaboradores cercanos del secretario de Agricultura, Víctor Manuel Villalobos, me llamaron para invitarme a que me fuera a la Ciudad de México con el fin de integrarme a un equipo de trabajo y ayudarlos a diseñar una estrategia operativa para el programa de referencia; cuidando sobre todo que el gobierno federal no cayera en la corrupción en su ejecución durante el año 2019.
Diseñada que fue la estrategia para la compra, traslado y distribución del fertilizante en todos los municipios del estado, ésta fue aprobada por el secretario de Agricultura y posteriormente autorizada por el presidente de la República. Se me designó para ejecutar el programa en Guerrero, como único estado piloto a nivel nacional para el año de referencia.
La nueva estrategia diversificaba la posibilidad de la adquisición, importación o compra nacional, producción y distribución del producto contando con lineamientos flexibles para su ejecución; bajo reglas de operación muy distintas a las vigentes hasta 2018; previniendo que el programa no estuviera sujeto a la manipulación política, económica y social ya sea a través de los famosos moches, el clientelismo político-electoral o para mantener la ficticia “estabilidad y paz” imperante en el campo guerrerense.
A diferencia de otros años, la adquisición y distribución del producto se preveía hacerla a precios más bajos que los prevalecientes en el año 2018, en un sesenta por ciento, sin descuidar la buena calidad del agroquímico y que se colocara en puntos estratégicos cercanos a los pueblos de los productores de granos básicos.
Necesario era depurar y erradicar los padrones de beneficiarios que estaban muy distorsionados. Para limpiarlos se propuso como alternativa más idónea el levantamiento de nuevos censos a través de democráticas y transparentes asambleas comunitarias de pobladores-productores de maíz, frijol y arroz.
Dichas asambleas públicas debían de realizarse en cada uno de los pueblos-productores, contando como testigos presenciales y certificadores del buen empadronamiento y entrega individual del apoyo a servidores públicos de la Seder, Segalmex, de la Procuraduría Agraria, del Registro Agrario Nacional y de los Servidores de la Nación.
Se preveía también la activa participación del gobierno del estado y de los presidentes municipales e integrantes de las mesas directivas de los núcleos agrarios, en las tareas de traslado del producto de los centros de distribución a las comunidades beneficiadas y el respectivo monitoreo social del programa. Se iba a privilegiar la transparencia de cada una de las etapas del programa.
La distribución sería mediante cupones directos e individuales al productor y no a las organizaciones sociales como anteriormente sucedía. Los líderes sociales podrían estar presentes únicamente como testigos, sin tener derecho a una participación formal, ni emitir como grupo en particular ninguna directriz al programa.
El presidente AMLO fijó la fecha del 8 de febrero para dar inicio del programa personalmente en Ciudad Altamirano, municipio de Pungarabato, en la región de Tierra Caliente.
El gobernador del estado y el secretario General de Gobierno (éste último tras bambalinas) se opusieron tajantemente a los nuevos lineamientos operativos del Programa de Fertilizante 2019; sobre todo en lo concerniente a las asambleas comunitarias, porque según ellos esa estrategia atentaría contra la supuesta estabilidad social en el medio rural. De tal forma que solicitaron audiencia con el secretario de Agricultura, Víctor Villalobos Arámbula, en la Ciucad de México, antes de la inminente visita presidencial para pedirle que me removiera del programa por una parte y que no se hicieran las asambleas comunitarias de productores. El gobernador del estado se hizo acompañar del tristemente famoso (por practicar desvíos de recursos federales) Amílcar Sandoval Ballesteros. (Continuará).