Abelardo Martín M.
Junio 29, 2021
Llueve y llueve y no para de llover, la tormenta continúa por la presencia de tormentas tropicales que asuelan el Pacífico en estos meses. Es la temporada como lo fueron las aún recientes elecciones que registraron todo tipo de alteraciones meteorológicas, superadas ya por fortuna, pero el mal tiempo sigue.
Como después de un huracán, fenómeno del que en Guerrero conocemos muy bien, luego de un proceso electoral competido y apasionado, las aguas bajan paulatinamente y luego de un tiempo retornan a su nivel.
Así ocurre en México después de los comicios del mes que termina, una vez que quienes ganaron y quienes perdieron asuman los resultados, y las naturales inconformidades tomen su curso legal hasta obtener el fallo definitivo y contundente.
Guerrero entró, aparentemente, en la tranquilidad post electoral, periodo en el que los que se van estarán dedicados a limpiar lo que esté sucio, aunque no falta quienes intentarán dejar y heredar todos los problemas posibles para que el futuro gobierno que encabezará Evelyn Salgado, a quienes siguen agrediendo sus malquerientes u opositores con el mote de “La Torita” o la hija del senador Félix Salgado Macedonio.
Menuda sorpresa se llevarán quienes la atacan y ofenden intentando verla como marioneta política de su padre, el combativo senador morenista, quien enfrentó una cascada de ataques no sólo de los adversarios de Morena, sino también de miembros de su partido que le jugaron las contras, sea por intereses familiares o por no simpatizar con el proyecto político encabezado por el senador desde hace varias décadas.
La gobernadora electa, junto con sus colegas que obtuvieron el triunfo en otros estados de la república, tuvieron un cordial y ameno encuentro, en Palacio Nacional, con el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien les garantizó independencia, respeto, respaldo y apoyo, como lo practica desde que asumió el poder en diciembre del 2018 con los gobernadores de los estados, sean de Morena o de distintos partidos políticos.
Se terminó la campaña y ahora sigue gobernar. Es decir, conducir el timón y el barco en las condiciones en las que está, decidir si se mira al pasado, con el riesgo de convertirse en estatua de sal, o tomar las decisiones difíciles primero y luego gobernar, no sólo administrar como se volvió costumbre en muchos estados y en el propio país.
Gobernar implica sacrificios, voluntad, decisión y aplomo. Hay quienes aseguran que las mujeres, como el caso de Evelyn, pueden ser contundentes y drásticas desde el principio. Guerrero, por primera vez, será gobernado por una mujer, una ventaja para ella pero a la vez un enorme reto.
La realidad ya no es la misma, desde luego, pero en esta elección tampoco hubo un vuelco radical. Las pasadas votaciones fueron en un sentido general un refrendo de aprobación de la nueva ruta marcada hace un trienio con la elección federal que dió el triunfo a Morena y a AMLO. En este lapso, ya se sabe, hubo pérdidas y retrocesos. Pero también una decena de gubernaturas donde la población decidió confirmar el mandato de transformación y por lo tanto darle el poder a mujeres y hombres postulados por Morena, incluso confirmar en Baja California, donde ya esta corriente tenía el poder, a una nueva abanderada del cambio.
En Guerrero vivimos la historia del proceso electoral a cada paso, por lo que sería ocioso describirla aquí. Finalmente, Evelyn Salgado, postulada por Morena, se alzó con el triunfo fuera de toda duda, y su partido ganó también las alcaldías de las principales ciudades de la entidad.
En los municipios y en los distritos en que se eligieron diputados al Congreso estatal, los resultados fueron más divididos. Morena conservará la mayoría legislativa, pero el bloque opositor conformado por el PRI y el PRD tendrá una bancada nutrida, si bien minoritaria. Y en los ayuntamientos, Guerrero tendrá ahora una composición multicolor, no sólo de los partidos citados, sino de otros más pequeños que sin embargo controlarán algunas alcaldías.
O sea, Evelyn tiene un bono democrático y las condiciones dadas para no sólo ser la primera gobernadora, sino también marcar diferencias en el ejercicio del gobierno. Como mujer sabe que nada funciona sin gobierno, pues ello lleva al fracaso personal, familiar y social. La toma de posesión en el gobierno se encuentra aún lejano, pues faltan casi tres meses para el relevo.
En el interín, la gobernadora electa ha esbozado ya algún plan de revisión de la estructura burocrática, para encontrar áreas ineficientes o duplicadas, y reducir éstas para liberar recursos y dedicarlos al apoyo de la población más vulnerable.
Como ha ocurrido desde hace muchos sexenios, para Evelyn será vital el apoyo de la Federación, pues es conocido que en Guerrero, si se cuenta aparte el sector turístico en Acapulco y algunas otras playas, el comercio de metales preciosos en Taxco e Iguala, y la actividad minera, prácticamente no existen otras actividades productivas que generen riqueza, empleo e ingresos para el gobierno; las administraciones estatales dependen de las transferencias federales, lo cual no ha cambiado hasta ahora ni cambiará en mucho tiempo.
Aunado a ello, el retorno del turismo, que ha ocurrido en los recientes meses de manera dificultosa, probablemente deba esperar, toda vez que han empezado a encenderse las alarmas mundiales y nacionales por una posible tercera ola de Covid, y que en México las cifras de contagios y fallecimientos han reiniciado una carrera ascendente, todavía no descontrolada, pero sí preocupante.
Así que, terminada la campaña y luego de las giras de agradecimiento que son como la vuelta al ruedo después de una buena faena, es decir la campaña y las elecciones, la ahora gobernadora electa deberá sumergirse en los vericuetos del gobierno, que en Guerrero son muchos, algunos muy viejos y la mayoría complicados. Se topará con la tarea de gobernar, recordando la frase de don Quijote a Sancho Panza.
Nada fácil, pero para lo que dispone de bono democrático, que ojalá no desperdicie, de un caudal de experiencia de su padre y de todos los compañeros de lucha que en Guerrero han significado muchos y múltiples movimientos de reivindicación social. Si de verdad adopta los compromisos de no mentir, no robar y no traicionar, tan defendidos y practicados por muchas mujeres, los resultados no tendrán que esperar mucho tiempo. Podrían ser casi inmediatos. Lo veremos… y lo comentaremos, por supuesto.