El miércoles 12 de mayo, en Tlapa, conversé con varios amigos y conocidos de Metlatonoc, Cochoapa el Grande, Malinaltepec y Acatepec. Sus temas de mayor preocupación son el deterioro de las carreteras. Al avecinarse las lluvias, se repetirá lo que ocurre año con año: pueblos incomunicados por falta de mantenimiento a la infraestructura caminera. Puentes rotos y caminos agrietados son el pan de cada día en la Montaña de Guerrero.
La migración, lejos de parar, se acrecienta alarmantemente. La pobreza indígena empuja la emigración hacia Norteamérica y hacia el norte del país. El año pasado, los primeros brotes de la llegada de la pandemia, vino precisamente de paisanos que se encuentran en Nueva York, Chicago y Los Ángeles. Los jornaleros agrícolas que por hambre salen a Chihuahua, Sonora y Sinaloa, también transportaron los primeros casos del coronavirus en la Montaña. Tlapa, con un débil sistema de salud, quedó rebasado. El Covid-19 agudizó y golpeó a una población indefensa.
En la Montaña, como en muchas regiones indígenas del país, no hay suficientes hospitales, es limitado el equipo médico y, para colmo de males, es reducida la dotación de medicamentos para la población con enfermedades que los acechan cotidianamente. El Covid-19 en la Montaña desnudó un sistema de salud frágil.
Sobre la nota que publicó Reforma el 10 de mayo pasado, pregunté a varios de mis amigos sobre la compra venta de niñas por dinero o intercambio de ganado por adolescentes. Mis enlaces niegan la existencia del comercio de niñas o trata de menores por motivos sexuales. La nota de Reforma “sataniza” el sistema de “Usos y Costumbres” en los pueblos indígenas. El desconocimiento de la cultura indígena los lleva a afirmar que en esa región existe la esclavitud en el siglo XXI. La nota quiere provocar espanto hacia culturas que los quiere hacer ver como “salvajes” y violadores de los derechos humanos de las mujeres indígenas de la Montaña.
Parece que el artículo de Reforma no es neutral y no es casual su publicación en la víspera del próximo proceso electoral. La dedicatoria es clara: denostar al presidente de la República, “quien dice apoyar al pueblo indígena pero no ha tomado medidas para frenar esta práctica”. Es abierta su crítica al sistema de “Usos y Costumbres” que “permite la compra venta de niñas”. Son infundadas ambas afirmaciones.
No he conocido que los “Usos y Costumbres” toleren “tianguis de niñas” o consientan los matrimonios forzados entre menores. Las costumbres prenupciales, los acuerdos entre familias en la práctica de diversas ceremonias en la petición de novia, son incomprendidas por la mayoría de la población no indígena. La entrega de pan, chocolate, alhajas, bebida o la dote, no implica acuerdos de compra venta mercantil. Son costumbres ancestrales que aún se practican en muchos pueblos indígenas de Guerrero y no quebrantan derechos humanos de las mujeres indígenas.
En mi estancia en la Montaña del 12 de mayo y gracias a la invitación del equipo cercano de Evelyn Salgado, candidata a gobernadora de Morena, estuve presente en su mitin político de Tlapa, Malinaltepec y San Luis Acatlán. Mis observaciones se sustentan de lo que vi y escuché en un día de intensa campaña electoral:
No vi ninguna propaganda espectacular de la candidata, su publicidad es sobria y moderada. Toman medidas sanitarias y la mayoría usa cubreboca. No vi “acarreados” ni reparto de frijol con gorgojo. No la sigue ningún enjambre de equipo de prensa. Usan las redes sociales y el facebook. En el mitin de Tlapa tuvo más de un millón de visitas virtuales de ciudadanos que siguen los pasos de la candidata en redes sociales. En Tlapa, Malinaltepec y San Luis Acatlán, en promedio sostuvo diálogo con más de 5 mil ciudadanos, mientras que en las redes sociales alcanzó un auditorio con más de 3 millones de seguidores de la candidata de Morena. Campaña innovadora con austeridad y uso alternativo de nuevas tecnologías de comunicación.
La juventud de Evelyn Salgado genera empatía instantánea con el pueblo. Ciertamente ella no trae grandes discursos, pero el pueblo cree en su palabra y en sus primeros compromisos de campaña. Su liderazgo tiene luz propia y hace conexión con las fibras comunitarias. Al paso del tiempo, su brillo crecerá más. Las mujeres la aclaman y, a su paso, la juventud le rinde respeto. Tiene atributos que están ausentes en los candidatos de los demás partidos. Por si fuera poco, goza de un faro nacional que aumenta la esperanza del pueblo.
En Tlapa, además de la intervención de la candidata, fue relevante la participación de Taurino Rojas (TuuSavi) y Pánfilo Sánchez (nahua). Sus intervenciones deben ser cimientos del próximo plan de gobierno. Tanto Evelyn Salgado como P. Salgado como Pánfilo Sánchez y Taurino Rojas coincidieron en los siguientes temas emergentes: fortalecer hospitales y centros de salud, mejorar la infraestructura carretera, aumentar el apoyo a los productores agrícolas, impulsar un corredor artesanal, dar prioridad a la educación, crear la Universidad de la Montaña y la Subsecretaría de Educación Indígena. Los programas federales y estatales deber dar prioridad a los pueblos indígenas de la Montaña.
Las anteriores propuestas pueden resumirse en dos planteamientos:
a) Inspirados en el Plan de Paz y Justicia de la Tribu Yaqui de Sonora, desde Guerrero, debe impulsarse un Plan Estatal de Paz, Justicia y Desarrollo de los Pueblos Indígenas y Afromexicanos. Dicho plan debe incluir la participación de la Presidencia de la República y sus Secretarías de Estado con programas sociales, el gobierno de Guerrero y los ayuntamientos con presencia indígena y afro.
b) Desde el poder ejecutivo, impulsar la aprobación de la Iniciativa de Reforma Constitucional en materia de Derechos y Cultura de los Pueblos Indígenas y Afros. En este mismo contexto, retomar la aprobación pendiente de los nuevos municipios indígenas y afros de Guerrero.
Constaté que, en la campaña política de Evelyn Salgado, sobra pueblo. Hay juventud, pero también experiencia. La combinación de la juventud con la experiencia dará la trascendencia que Guerrero necesita. En tiempos pasados hubo ingobernabilidad y la pobreza indígena aumentó alarmantemente. Urge revertir esta tendencia.
La candidata a gobernadora de Morena tiene un faro nacional. El PRI y el PRD carecen de liderazgo nacional y estatal. En Guerrero hay tres ex gobernadores del PRI involucrados en la campaña política. Aún gozan de cierto poder político y cuentan con poder económico, político y fuerza económica, pero es escasa su autoridad moral. Uno de ellos es el más activo y el que más generó ingobernabilidad en nuestro estado. La llaga de Ayotzinapa sigue siendo una cicatriz nacional y los agraviados lo señalan como uno de los culpables de esta cobarde tragedia. Su legado se asocia a convulsión política, perturbación social e ingobernabilidad en todas sus facetas.
Mi estancia en Tlapa, Malinaltepec y San Luis Acatlán me hace concluir que Guerrero necesita un voto de esperanza. Es tiempo de la mujer y la juventud en la conquista del poder político. No puede haber paz sin justicia y el desarrollo sólo puede alcanzarse con la participación de la base comunitaria. Por ello es imprescindible un Plan de Paz, Justicia y Desarrollo. Guerrero lo necesita y lo merece.