EL-SUR

Jueves 25 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Fallece el periodista Coco Manto; recibió la Presea Sentimientos de la Nación por Evo Morales

Aurelio Pelaez

Enero 28, 2022

NECROLÓGICAS

Gustó del mezcal y del pozole en Chilpancingo. La primera vez del mezcal “se le salieron las lagrimitas”, recuerda quien era entonces maestro de la Facultad de la Literatura de la Universidad Autónoma de Guerrero, su compatriota Eladio Castro Aguilar.
–Es para hombres, Coco.
–Espera, que con tres me acostumbro.
Era Coco Manto, el sobrenombre de Jorge (Coco) Mansilla (Man) Torres (to), un legendario personaje en su país, Bolivia, quien el 13 de septiembre del 2006 recogió, como embajador en México, en ceremonia realizada en la Catedral La Asunción de María, la presea Sentimientos de la Nación, que el Congreso local impuso al entonces presidente de Bolivia Evo Morales, quien lo designó como su representante.
Coco Manto falleció este lunes a los 81 años, y aunque en su país el deceso tuvo una amplia repercusión, en México el hecho se conoció por medio de la columna Astillero, de La Jornada, del periodista Julio Hernández López.
“Fue un hombre dedicado a la palabra, tanto hablada como escrita: locutor, redactor, poeta, productor de radioteatro, humorista y editorialista; exiliado, residió en México y de 1981 a 2005 colaboró como periodista en Excélsior y Últimas Noticias. En 2006 el presidente Evo Morales lo designó embajador en México”, recuerda Hernández López en su columna de este miércoles.
“Al conocerse su fallecimiento, la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia expresó: ‘Coco Manto se destacó por su defensa intransigente y permanente de la democracia, de la libertad de expresión y del derecho del pueblo boliviano a ser verazmente informado’. ¡Adiós, Coco Manto!”.
Coco Manto falleció en su país, en la ciudad de Cochabamba, aunque era originario de Potosí, de donde es Castro Aguilar. Ahí, fue dirigente del Partido Socialista y luchó a favor de los mineros. En México, cosa de los exilios, vivió 35 años, un poco menos que los de Eladio Castro, quien recuerda el discurso que éste pronunció durante la ceremonia por la presea Sentimientos de la Nación:
La designación la apoyaron entonces en el Congreso local las fuerzas de izquierda, que entonces representaba el PRD. El gobernador era Zeferino Torreblanca, quien llegaba por ese partido. El PRI y el PAN no estuvieron de acuerdo pero asistieron a la ceremonia. “Yo estuve adentro, con mi esposa, y acompañando a su esposa Marta. Su discurso fue maravilloso. Rememoró las gestas de México. De los Aztecas, los zapotecas, los mexicas, de la resistencia a la conquista, de la tiranía española, y las relacionó con los indígenas de mi país, los quechuas, los aimaras; de la llegada de Evo Morales (un presidente indígena), del pasado común, de la hermandad de México y Bolivia”.
Agrega: “Fue un discurso maravilloso. Al final todos lo aplaudieron. Los del PRI y los del PAN también lo aplaudieron y lo felicitaron”.
Recuerda que Coco Manto regresó en varias ocasiones a Chilpancingo, a dar conferencias en las facultades de Derecho y Economía, y le volvió a entrar al mezcal, a los taquitos bañados en salsa y al pozole.
En México recibió varios reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde por el Instituto Nacional de Bellas Artes de México-Zacatecas (1982); el Premio Nacional de Literatura Efraín Huerta de Tampico-Tamaulipas (1982); el Premio Nacional de Periodismo, Club de Periodistas (1992) y el Premio Nacional de Periodismo Artículos de Humorismo, Club de Periodistas de México (1996)
En su país la Medalla de Oro al Mérito Profesional y de Creación Intelectual Franz Tamayo, por la Asociación de Periodistas de La Paz (1996); el remio a la Dignidad de la Prensa “Luis Espinal Camps”, placa de plata del Sindicato de Periodistas de La Paz, (1999).
En los años 80 fue exiliado a México donde permaneció 35 años. Cuando pensaba retornar a Bolivia el 2005, año de victoria electoral de Evo Morales éste lo contactó para que sea Embajador Plenipotenciario de Bolivia en México, es así que se quedó seis años (2006-2012). Volvió al país el 2014.
“Fue un hombre inteligente, humorista, lo sabía todo”, sostiene Eladio Castro (Con la colaboración de Luis Flores Lonazkuo).