EL-SUR

Jueves 12 de Diciembre de 2024

Guerrero, México

Opinión

Félix el indeseable

Arturo Martínez Núñez

Febrero 09, 2021

Arrastrar la pluma cada semana tiene sus complejidades a la luz del tiempo. Hace cinco años celebré por lo alto el otorgamiento de la Presea “Sentimientos de la Nación”, la más importante que imparte el Congreso del Estado a Enrique Krauze, pero la andanada de editoriales, textos y videos orquestados desde la derecha que se opone a la Cuarta Transformación del país, obliga a una nueva reflexión en la que es necesario aquilatar la presencia e historia de la izquierda en Guerrero. El Guerrero bronco de la historia nacional.
Mi familia Núñez ha militado en la izquierda desde que mi abuelo Fidel se graduó de la Normal de Ayotzinapa en la década de los treinta y mi padre, Arturo Martínez Nateras, desde 1958 cuando fue reclutado por los “rojillos” en Monterrey.
Quienes conocen el duro caminar de la verdadera izquierda para ser reconocida como partido y una opción seria para gobernar el estado en el año 2021 saben que en Guerrero, en los últimos 33 años, Félix Salgado Macedonio ha sido el líder más carismático y popular de sus filas. Félix conoce y es conocido en todos y cada uno de los pueblos de Guerrero. En todos tiene algún amigo o compañero de ruta con quien compartió algún tramo de esta larga lucha que comenzó antes de que existiera Morena y aún antes de que existiera el PRD.
Félix es un orador privilegiado que conecta con el pueblo, porque el pueblo lo reconoce como uno de los suyos. Félix sabe hablarle al corazón de la gente. Es un dirigente político valiente, astuto y generoso que sabe que en política los tiempos son fundamentales. Ha sabido reconocer cuándo es su momento y se ha hecho a un lado cuando ha sido necesario.
A lo largo de los años nos han unido nuestras luchas, pero sobre todo nuestros defectos de carácter. He conocido al Félix vulnerable, que ha sufrido y que reconoce con dolor sus errores y carencias. He conocido al seductor de almas, pero también al hombre de familia que ama por sobre todas las cosas a sus siete hijas y nueve nietos. No pretendo hacer una defensa oficiosa de Félix (ni me la ha pedido, ni la necesita), pero tampoco deseo cometer el mismo error de quienes lo atacan, esto es, juzgar sin elementos de prueba.
Lo que puedo aportar es el testimonio de lo que me consta y de lo que he conocido a lo largo de más de veinticinco años de relación personal con Félix. Me tocó verlo luchando contra el fraude electoral de 1999 resistiendo los embates de los antimotines. Después conocí al Félix autoridad, como legislador y como alcalde de Acapulco, asumiendo su papel, más recientemente como senador ejerciendo su voz como tribuno para denunciar lo necesario.
Nunca será sencillo abordar temas en que existen presuntas víctimas de por medio junto a contiendas políticas que mezclan el personaje y la persona. Mucho menos cuando son mujeres que se dicen violentadas, pues en estos casos, el riesgo de revictimización es grande y por ello todos los demás debemos ser responsables en exceso. A ellas mi respeto y solidaridad.
Sin embargo, las imputaciones legales realizadas deben ser aclaradas por la autoridad competente y no por los medios, las redes y los grupos de interés. La justicia se litiga ante la instancia correspondiente, se acreditan pruebas y se emiten sentencias. Las denunciantes deben tener la protección legal necesaria, la Fiscalía deberá de resolver conforme a derecho y Félix, sensible a las circunstancias, deberá encabezar un gobierno ejemplar que ponga desde la campaña, el centro de la atención en la violencia en razón de género y la construcción de nuevas masculinidades que acompañen a las nuevas feminidades.
Pero lo que estamos viendo en la opinión pública y publicada no tiene ya que ver con los hechos imputados que investiga la autoridad competente. Por lo espeso y articulado de sus señalamientos estamos ante una guerra política encabezada por la derecha en la que se pretende juzgar, sentenciar y ejecutar de manera sumaria a un personaje público que a lo largo de su amplia trayectoria siempre ha sido polémico, controversial, auténtico y folclórico, lo que provoca que sus malquerientes se ensañen en intentar retratarlo como un personaje violento, entregado a los excesos y ahora también, “depredador sexual”.
Los ataques en contra del virtual candidato de Morena al Gobierno de Guerrero, originados en una acusación que señala a Félix como presunto autor de un crimen atroz, a la que se han sumando otras acusaciones similares, ha sido promovida con el objetivo principal de debilitar e intentar tumbar su eventual candidatura y de paso, dañar a Morena, a la 4T y al presidente de la República sintetizado todo en un simple enunciado: “Morena postula a un violador”.
Por eso la saña, por eso la virulencia, por ello el linchamiento mediático. Porque para “ellos”, los mismos de siempre, es un indeseable porque viene del pueblo, es pueblo y está del lado del pueblo. Porque los grupos privilegiados lo ven ajeno como alguien que no pertenece a sus corrillos ni a sus cafés ni a sus cubículos. Porque no es parte de la izquierda caviar, blanca, ni de la socialdemocracia edulcorada. Hay incluso algunos ilusos que siguen soñando que la caída del primero le beneficiará a un segundo, tercero o al vecino de enfrente. Aquellos personajes que operan en la oscuridad intentando incendiar la pradera para obtener beneficios, que intentan confundir y manchar, los que piensan que toda una vida de lucha se puede tumbar a periodicazos, habrán de darse cuenta, a golpe de realidad, que en Guerrero hay mucho pueblo, que ese pueblo ya decidió que su candidato y próximo gobernador de Guerrero será, por amplísima mayoría, Félix Salga-do Macedonio.
Como todas las personas, Félix tiene muchos defectos y virtudes. Es, a mi parecer sobre todo un buen amigo y un gran luchador social. Él sabe y por tanto, deben saber sus detractores, que no está solo, que más allá de cálculos políticos, la unidad de Morena se construye todos los días, las metas son comunes y entre ellas están la amistad, la solidaridad, la fraternidad y de manera muy importante, la presunción de inocencia junto al debido proceso.
A mi amigo y hermano mi solidaridad absoluta en tiempos de canallas. A su familia que aguanta en silencio, mi cariño de siempre.
Guerrero y México necesitan una nueva visión cuyo enfoque ponga en el centro la lucha de las mujeres pero no será con campañas insufladas artificialmente como conseguiremos la justicia tanto tiempo anhelada en nuestro estado.