EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

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Opinión

Francia: ¿Hacia una candidatura disidente del partido socialista?

Gaspard Estrada

Abril 28, 2016

Dentro de poco menos de un año, los franceses elegirán a su próximo presidente de la República. François Hollande, el actual jefe de Estado, padece del mismo problema que sus antecesores en el cargo: la impopularidad. Según una encuesta publicada el pasado domingo en el periódico Le Journal du Dimanche, sólo 16% de los franceses volverían a votar por el líder socialista, lo cual constituye un record de impopularidad. A título de ejemplo, en 2011, Nicolás Sarkozy disponía de 26% de los votos en una encuesta publicada un año antes de la contienda presidencial, lo cual no impidió que fuese derrotado un año después por el actual presidente. Por ende, la impopularidad crónica de Hollande preocupa a la mayoría de sus correligionarios, e inclusive a varios ministros de su gobierno, que temen que este último no consiga calificarse a la segunda vuelta, que se llevará a cabo a principios de mayo del 2017. Si este pronóstico se confirma en las urnas, por segunda ocasión Francia tendría que escoger entre un candidato de derecha y otro (otra, en este caso) de extrema derecha.
Este hecho ha provocado que los actores políticos con capacidad de influencia duden de la capacidad (o de la voluntad) del presidente de ser candidato a su reelección el próximo año. Entre ellos, el joven ministro de Economía, Emmanuel Macron, que empezó su carrera política de la mano del actual mandatario como secretario general adjunto de la Presidencia de la República, ha emprendido una campaña mediática con el objetivo de posicionarse como una alternativa política, si el presidente decide no participar en la contienda presidencial. Para darle una espina dorsal a esta iniciativa, autonombrada “En Marcha!” –haciendo alusión a las iniciales del ministro-, el ex banquero del banco Rotschild, ha decidido crear una red de apoyos a nivel nacional, usando para ello las redes sociales. Es decir que esta iniciativa no pretende usar la plataforma del partido socialista (PS); al contrario, busca posicionarse por fuera de los partidos políticos tradicionales. En pocos días, esta plataforma recibió varias decenas de miles de solicitudes de contacto, lo cual fue celebrado por el equipo del ministro.
¿Sin embargo, podemos dar por un hecho que este movimiento “horizontal” tendrá viabilidad electoral de aquí a un año? ¿Sobre todo, es posible creer que esta salida es la más pertinente para la candidatura del campo progresista, en el marco de una campaña presidencial que se verá marcada por la preeminencia de los debates ligados a la inmigración, el terrorismo y el medio a los extranjeros? En primer lugar, si bien Emmanuel Macron es bien visto hoy en día por los franceses (más de 40% de ellos declaran tener “simpatía” por el ministro de Economía), eso no quiere decir que esa percepción se transforme en votos. Durante años, Bernard Kouchner, el famoso doctor que creó la ONG Médicos sin fronteras, fue considerado el político más popular de Francia. Sin embargo, a pesar de su notoriedad, nunca pudo estructurar una corriente política que le permitiera competir de manera consistente en una elección presidencial. En segundo lugar, el hecho que el ministro de Economía no sea militante del PS, y que haya declarado que su movimiento no era “ni de izquierda, ni de derecha” no contribuye a movilizar a los cuadros del PS, que podrían reforzar la estructura territorial del movimiento. Por último, queda latente una pregunta: ¿qué hacer si finalmente François Hollande decide ser nuevamente candidato? Es con esta interrogante, entre muchas otras, que Francia arranca su ciclo electoral del 2016-2017.

Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París.

Twitter: @Gaspard_Estrada