EL-SUR

Viernes 26 de Julio de 2024

Guerrero, México

Opinión

Futuro incierto y estrecho

Héctor Manuel Popoca Boone

Septiembre 24, 2016

El informe anual 2016 sobre desarrollo humano en México que emite la Organización de las Naciones Unidas, concluye en una cosa por todos ya sabida: las oportunidades para progresar y lograr un mayor bienestar (en lo individual, grupal y territorial) son cada vez más escasas. En otras palabras, los cauces para la superación personal se estrechan cada vez más y se vuelven más inciertos.
Lo grave de este dictamen no son sus conclusiones, sino quién las emite. Enfatiza que en nuestro país prevalece una gran desigualdad en las diversas oportunidades que pueden tener los mexicanos para progresar de la misma manera y ritmo, en determinados períodos de tiempo. En otras palabras, en México la movilidad en términos de desarrollo humano prácticamente está estancada debido a que los principales factores que la posibilitan han perdido su capacidad detonadora.
Básicamente, el estudio indica que los factores preponderantes para una buena prosperidad humana son la salud, la educación, los niveles de ingresos económicos anuales, los niveles de empleo formal, las potencialidades geográficas a partir de los recursos naturales, principalmente los energéticos, y la orientación que se le da al gasto público por parte de los gobernantes.
A lo anterior hay que agregar factores francamente obstruccionistas, digo yo, de reciente y agudo cuño, como son la proliferación del empleo informal sin protección social, las delincuencias, las violencias, la corrupción e impunidad imperante, que han hecho el caldo de cultivo para que también florezca la narco-política. Esos son los factores vigentes que demeritan la posición de México en el concierto de las naciones.
Este informe también confirma el postulado teórico de las ciencias económicas que dice: el otorgar trato igual a desiguales, a la larga agrava la desigualdad. Ejemplo de ello es la canalización de la inversión pública que se ha realizado tomando tan solo el número de población existente en determinado territorio, sin otorgarle una ponderación específica a los niveles de pobreza o riqueza existentes en el seno de dicha población, lo que provoca procesos de crecimiento económico desiguales, concentradores en unas cuantas manos de la riqueza socialmente generada.
La riqueza generada por individuo (PIB per cápita) indica que hay mayores y mejores oportunidades de progreso individual en los estados del norte del país y en la Ciudad de México(CDMX) al mismo tiempo que las más reducidas están en los estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Por ejemplo, la diferencia de ingresos económicos entre habitantes de la CDMEX y de Oaxaca en el año 2000 eran de seis veces más en la capital de la República.
En materia de salud, la esperanza de vida estimada en Chiapas es de tres años menos que en la CDMX para el mismo año señalado, ya que ésta última contaba con una infraestructura hospitalaria más sólida, así como con el personal médico y paramédico suficiente. Con equipamiento renovado y con inventario de medicinas constantemente abastecidas.
Por lo que respecta a educación, nuestro país ha obtenido avances importantes en materia de ampliación de espacios educativos y cuenta con una adecuada planta magisterial. Pero a la fecha, la calidad de la educación deja mucho que desear. Entre menor índice de desarrollo humano tiene un estado de la República su correlato son niveles académicos de baja calidad.
Económicamente hablando, hay todavía una brecha amplia respecto a las oportunidades de progresar que tienen las mujeres en comparación a la de los hombres, no obstante que ellas son mayoría de la población. En el mercado laboral, el trabajo asalariado para mujeres es cotizado en 30 % menos en comparación al salario devengado por los hombres para el mismo perfil y carga laboral.
PD. ¿Con qué autoridad moral vamos a pedir que no reduzcan el gasto público a Guerrero para el 2017, cuando a más de un año, no hemos podido echar a andar el Centro de Atención contra la Violencia a la Mujer Indígena, localizado en la ciudad de Ayutla, que tuvo un costo de más de 20 millones de pesos y que miserablemente se está deteriorando sin que haya alguna utilización de él? Todo por un capricho misógino del llamado maestro político del gobernador. ¡Uf!