EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Guerrero, acuerdo en lo fundamental

Florencio Salazar

Agosto 07, 2018

Gobernar Guerrero es caminar todo el tiempo sobre la cuerda floja. Hoy la población se aproxima a los 3 millones 533 mil habitantes, y los problemas han crecido exponencialmente. Hemos tenido administraciones públicas de diferentes calibres y colores, pero la realidad inconmovible sigue ahí.
Somos el tercer estado más pobre del país; el segundo en pobreza alimentaria; el tercero en desnutrición infantil; un tercio de la población vive en pobreza extrema; cuarto en deserción en primaria; primero en embarazos tempranos; el número 30 en esperanza de vida al nacimiento; el 31 en drenaje y energía eléctrica; el 32 en agua entubada y con excusado; el 30 en internet; el 30 con celular, televisión, lavadora y automóvil; ocupamos el tercer lugar en violencia y el quinto en feminicidios.
(Los datos anteriores fácilmente localizables en internet, proceden de Ceneval, Inegi, organismos nacionales y de diversos investigadores, que por razones de espacio no se consignan y corresponden a los años de 2013 a 2015, principalmente).
En nuestra entidad la pobreza y la violencia son históricas. Vienen desde la fundación del estado. En nuestros días los medios de comunicación y las redes difunden lo que antes se ignoraba por la incomunicación, pero la historia registra “levantamientos de indios”, confrontaciones violentas, gavillas encabezadas por célebres matones, guerrillas, masacres…
Moisés Ochoa Campos, en su documentada Historia del Estado de Guerrero (Ed. Porrúa Hnos. y Cia., SA México, 1968), señala las causas que originaron la erección de nuestra entidad federativa:
Geográficas. “El Sur representaba una unidad regional, vertebrada por la Sierra Madre del Sur y flanqueada por la cuenca del Balsas y la Costa del Pacífico”.
Económicas y sociales. “Un conjunto homogéneo basado en una economía rural (…) con el monopolio de la tierra de grandes latifundistas (…) en contraste con esta situación, los indígenas habían ido perdiendo sus tierras, las cuales les eran arrebatadas en mil formas por unos cuantos poderosos (…) haciéndoles llevar una vida de miseria… Las vejaciones sufridas por indígenas y mulatos, engendraron las guerras de castas y por la posesión de tierras, que ensangrentaron por largos años al hoy Estado de Guerrero”.
Culturales. “En que actuó el tradicional aislamiento de la población, agravado por las grandes distancias incomunicadas”.
Políticas. “El olvido en que estaba El Sur por parte del Gobierno del Centro, mientras las rentas recaudadas salían de la región sin dejar beneficio alguno, el caciquismo regional impedía toda normalización institucional (…) los sucesivos intentos de crear la unidad política, particularmente desde 1811 en que Morelos creó la Provincia suriana de Tecpan y finalmente, la participación de los surianos en la vida nacional (…) Guerrero, Bravo y Álvarez que llegaron a la Presidencia de la República”.
Los avatares de nuestro desarrollo político arrojan un saldo de ingobernabilidad, como lo demuestra el hecho de que el promedio de duración de los gobernadores, desde la época de la Revolución hasta nuestros días, es de dos años y dos meses.
Lo que hoy vivimos es el resultado de los factores negativos y las políticas implementadas para la administración de los problemas, que no han incidido en el bienestar de la población de manera significativa. Hemos comentado en otras oportunidades que Guerrero es un asunto de seguridad nacional, y esto lo demuestra la trágica desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y ser el primer productor de amapola.
En la administración del gobernador Héctor Astudillo se han diseñado las políticas públicas con base en el Programa Estatal de Desarrollo, al cual se sujeta para alcanzar los objetivos propuestos. Sin embargo, la obra de infraestructura, por ejemplo, carece de visibilidad por la atosigante violencia que vivimos.
El presidente Enrique Peña Nieto ha hecho tantas visitas a Guerrero como las que pudieron hacer sus predecesores. Pero los recursos que destina la federación al estado se evaporan en el desierto de las necesidades.
Andrés Manuel López Obrador conoce el México profundo. Guerrero debe hacer un replanteamiento de su relación con el próximo gobierno federal, en el sentido de aplicar políticas públicas que lo empujen hacia adelante. Su atraso no será vencido en los próximos seis años, pero la entidad puede ponerse en los rieles del bienestar general.
Debemos enfocarnos en procurar acuerdos en lo fundamental, como lo proponía Mariano Otero, para que Guerrero supere la fatalidad de su historia.