EL-SUR

Viernes 26 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Guerrero en estos días. Por los caminos del sur… tradición de rebeldía

Rogelio Ortega Martínez

Octubre 27, 2015

(Décima quinta entrega)

Al gobernador Héctor Astudillo y su esposa.

¿Qué es el sur? ¿Qué es Guerrero? El sur, además de ser el diario que en Guerrero lee toda la clase política guerrerense, las y los universitarios, las y los líderes de los movimientos sociales y mis cuatro leales, es un punto en el planeta, una región en el mapa de México, una identidad que aglutina historia, tradiciones, comportamientos, costumbres, mitos, leyendas, actitudes de las mujeres y los hombres del sur.
En el sur se localiza una entidad federativa fundada hace 166 años, el 27 de octubre de 1849, por iniciativa y obra de los generales Juan Álvarez y Nicolás Bravo. Ambos, con coincidencias y diferencias, encuentros y desencuentros, pero unidos en un objetivo común, fundaron un nuevo estado en el sur de la nación mexicana, al que decidieron denominarlo con el apellido del general Vicente Guerrero.
Guerrero, un estado problema, en la reflexión de Moisés Ochoa Campos. Una cajita pintada en Olinalá, según el maestro Antonio Isidoro Delgado Casarrubias. Un Guerrero bronco, en el análisis de Armando Bartra. Donde hay jaguares en las montañas, pájaros en el río y es un bello desafío la selva con la montaña en la inspiración de nuestro inolvidable trovador José Agustín Ramírez. Un linaloe, un cofre de ensueños, un jardín convertido en sueños, un son de tierra caliente, un fandango tixtleco o un son de artesa; un sobrero de Tlapehuala, una tejedora ñon dá o acateca; una filigrana de Taxco, un clavado en la Quebrada, un huracán Paulina, una tormenta Manuel, un mar de fondo, una sequía; una tragedia en Iguala, el drama de Ayotzinapa, los 43 normalistas desaparecidos desde hace trece meses, una herida que no cierra, que duele, que para que cauterice y cese el peregrinar y el grito rebelde de los familiares, se necesita abundar más en la búsqueda, encontrar la plena verdad y decirla, luego la justicia y la reparación del daño.
Allí, en la tragedia y el drama hemos sido solidarios, acompañantes, coadyuvantes. Hemos acompañado con humildad y sencillez, por convicción, como secretario general de la UAGro primero y, como gobernador hasta las 12 de la noche de este 26 de octubre de 2015.
De topografía agreste y feraz, de variados climas y paisajes, donde en sus montes, montañas, cerros y serranías, valles, llanos y litorales de exuberante belleza destaca el trabajo y la gentileza de las mujeres y los hombres del sur. Ciertamente, es también un lugar de paradojas, un lugar donde su bella naturaleza tiene corona, cetro la injusticia y trono la pobreza.
Este es también el Guerrero que sufre la violencia delincuencial, el flagelo de la narcoviolencia que todos los días deja una huella negra de agravios sociales y pérdida irremediable de vidas humanas. La delincuencia organizada que recluta de la pobreza y hace del secuestro, la extorsión, la trata de personas y la venta de drogas su negocio y su emporio a costa de cientos de jóvenes que todos los días pierden la vida de forma salvaje y atroz.
Gente, la nuestra, de recio carácter, alegre y fandanguera, triste pero aguantadora en el luto y el dolor, resistente en el trabajo, rebelde y contestaria por antonomasia. De todo tiene el sur Guerrero, pero sin duda que lo más hermoso es su gente. Esta gente sureña y guerrera que hay que saber tratar, comprender, acompañar para lograr la unión indisoluble del pueblo y su gobierno, de gobernantes y gobernados. Trato paciente, sutil, dialoguista y de tolerancia extrema.
Por eso, como bien dice en su inspiración el maestro Rubén Mora Gutiérrez, quien cantar quiera a Guerrero, desde todas las edades y todos los tiempos, necesita revestirse de un ritual de dignidades, que tan solo puede hacerlo el amor en plenitud.
Sí, el pleno amor al terruño; a la patria grande y a la patria chica; el amor con devoción a nuestros próceres, a las mujeres y hombres que con su valor y espíritu de sacrifico ofrendaron sus vidas para darnos independencia y libertades. Este es el Guerrero que queremos rescatar de las garras de la narcoviolencia y de la narcopolítica para preservarlo en paz y armonía. Porque sólo en paz y armonía progresan los pueblos.
Las guerras de todo tipo producen muerte, desolación y destrucción. La violencia, venga de donde venga produce agravios y más violencia. Hace un año, cuando tomé protesta como gobernador interino de mi querido estado, Guerrero estaba al borde de la guerra civil; miles de personas salían a las calles todos los días a incendiar y destruir los símbolos del poder y sus instituciones. Fue destruido e incendiado el Palacio Municipal de Iguala, parcialmente el Palacio de Gobierno, el Congreso local y la sede de la mayoría de los recintos de los partidos políticos; se llegó casi al linchamiento de personajes relevantes de las élites políticas guerrerenses; fueron tomados 46 palacios municipales; la autopista, carreteras, calles y avenidas eran bloqueadas todos los días durante largas horas. Crecía día a día la incertidumbre, el agobio de la economía, especialmente en Acapulco y Chilpancingo. Se afirmaba que no habría elecciones.
Hoy, afortunadamente tenemos un Guerrero distinto al que yo recibí en plena crisis pre insurreccional. Y, con el diálogo y la tolerancia extrema, pudimos salvar a Guerrero de la violencia y la guerra. Logramos que se realizaran en paz los comicios para la renovación de los poderes públicos.
Hoy, 27 de octubre de 2015, inicia otra etapa para Guerrero. Hoy culmina el ciclo de la renovación de los poderes públicos en nuestra entidad. Tenemos realizando su trabajo parlamentario a las y los diputados de la LXI legislatura; a las alcaldesas y alcaldes de 80 municipios, un cabildo institucional provisional en Tixtla y, el 29 de noviembre se repondrá la elección y, hago votos para que se realice en paz y con una amplia concurrencia de las y los ciudadanos de la tierra de nuestros grandes próceres Guerrero y Altamirano.
Hago votos para que le vaya muy bien al licenciado Héctor Astudillo Flores, que hoy toma protesta para gobernar Guerrero durante los próximos seis años. Si le va bien a Héctor, le irá bien a Guerrero. Mis felicitaciones y mis mejores deseos para el nuevo gobernador y su equipo gobernante. Yo, desde Ítaca, estaré siempre para ayudar a construir armonía y paz, unidad en el trabajo, para el desarrollo del estado de Guerrero.
Agradezco infinitamente a las compañeras y compañeros que me ayudaron a gobernar. A Rosa Icela, que sin cargo gubernamental alguno trajinó y sorteó junto conmigo todas las vicisitudes, solidaria con la gente en su dolor, en su pobreza y en su reclamo de justicia. A mi florezca, adherente compañera, militante por la paz, en el final de su vida. A mis hijas Marxitania, Aleyda, Jimena, Karina, Fridita, Manuela, Fernanda, solidarias y acompañantes, comprometidas todas; mi hijo Osvaldo, en la distancia pero presente siempre. A mis nietas Fany y Zoe. A mi nieto Febio Manuel. A todas mis amigas y amigos, a los de toda la vida y a quienes tuve la fortuna y la dicha de conocerlos en este tramo.
Hoy, además de reiterar que juntas y juntos podemos, hay que agregar: misión cumplida.