LA POLÍTICA ES ASÍ

(Primera de tres partes)

Ángel Aguirre Rivero

La elección por la gubernatura se encuentra en el umbral del desenlace, una vez que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resuelva el fallo sobre la impugnación presentada.
En las semanas que han transcurrido, se han realizado cinco reuniones entre el gobernador Héctor Astudillo y la gobernadora electa, Evelyn Salgado, para coordinar la entrega recepción.
Habrá que decir que cuando hay transparencia y colaboración no puede haber confusión, estoy seguro que el gobierno saliente entregará un informe puntual sobre el estado que guardan las principales obras y programas, así como los adeudos que se tengan a proveedores y empresas constructoras para que nadie se diga engañado.
Las deudas son institucionales y no personales, siempre que tengan el debido sustento y justificación. Cuando asumí el segundo gobierno recibí un adeudo de más de 500 millones en materia de salud que me heredó la anterior administración.
Llama la atención la forma tersa, ordenada e institucional de los encuentros. Lo cual habla de la madurez política de ambos personajes, que mucho ayuda al estado.
Yo recuerdo que en la entrega recepción con Zeferino Torreblanca sólo tuvimos una reunión, la cual resultó muy ríspida cuando le pedí información sobre su mega proyecto “Edificio Inteligente” en la Zona Tradicional de Acapulco, a lo que sumamente molesto me contestó que existía un fideicomiso con los suficientes recursos para concluir dicha obra.
Cosa que no fue así, pues mi gobierno tuvo que realizar cuantiosas inversiones para hacerlo más o menos funcional.
De validarla el TEPJF (como parece que va a ocurrir), Evelyn recibirá un gobierno con una sensible (por no llamar grave) disminución de los recursos federales y una lamentable demora en la obra pública por parte de la SCT.
En momentos críticos, es donde se siembra una nueva esperanza, y Evelyn puede dar buenos resultados al ser del mismo partido político del Presidente.
Por eso hay que enaltecer el espíritu de apertura y acercamiento con todos los actores políticos y organizaciones sociales que tiene Evelyn, y lo menos que podemos hacer es desearle éxito.
Mucho dependerá de su capacidad de gestión ante el gobierno federal, de los proyectos de desarrollo que se gestionen, y de la confianza que se despierte en los empresarios para que inviertan sus capitales en la entidad.
Por supuesto que la labor de los diputados federales para etiquetar recursos es crucial.
Como es tradición, casi siempre existe la solidaridad con los nuevos gobiernos estatales para hacer frente a los retos que enfrentará en el ámbito financiero, máxime en tratándose de un gobierno de la misma filiación, amén de lo que el presidente López Obrador ha expresado de su amor por Guerrero. Es la hora de la verdad.
Esperamos pues, una gran solidaridad del gobierno federal para enfrentar los retos que se avecinan, como la falta de empleos, fortalecer la seguridad pública y enfrentar la peor ola del Covid.
Del anecdotario

A Eduardo López Betancourt lo conocí hace ya varios años por conducto de Mario Vázquez Raña (QEPD), presidente del grupo periodístico El Sol de México.
Por aquellos ayeres, Eduardo conducía un programa radiofónico de denuncia pública que hacía temblar a más de dos funcionarios públicos.
Mario me invitó a viajar en su auto Mercedes Benz hasta un edificio, propiedad del doctor López Betancourt, donde disfrutamos de una amena charla y una deliciosa comida.
–Mira mi gobernador ésta es mi casa y puedes acudir cuando tú gustes –me expresó.
Yo sabía también de su paso por la administración pública del gobierno de Guerrero, donde ocupó el cargo de secretario de Gobierno a sus escasos 30 años (después me enteré que renunció por algunas diferencias con el entonces gobernador Rubén Figueroa Figueroa). Eduardo decidió dedicarse de lleno a la vida universitaria en la UNAM, hasta alcanzar el título de maestro emérito y presidente del tribunal universitario, órgano autorizado para expulsar a quien no cumpla con las normas de nuestra Máxima Casa de Estudios.
Nos volvimos a encontrar en 2013, cuando mi gobierno lo condecoró con el Premio al Mérito Jurídico, considerando sus aportaciones en este campo, donde ha escrito más de 50 libros.
Eduardo ha recibido diferentes condecoraciones en el extranjero y en universidades de todo el mundo, en reconocimiento a tantas aportaciones que ha realizado.
Alguna vez le pregunté de qué vivía, pues la cátedra no da para tener un edificio propio y otros bienes, a lo que contestó que había establecido un despacho jurídico muy exitoso en la ciudad de México.
En su paso por las aulas universitarias (que aún mantiene) se enamoró de una de sus alumnas más destacadas. Se trata de la abogada Elba Cruz, quien también ha escrito algunos libros en el campo del derecho.
Elba es una mujer inteligente, sensata, prudente; y se ha convertido en el punto de equilibrio cuando a Eduardo le sale lo guerrerense, que a todos nos pasa.
Eduardo nació en la Ciudad de Iguala de la Independencia.
Hoy Eduardo juega un rol muy importante y delicado en el inminente nuevo gobierno de Guerrero, busca propiciar la conciliación de todas las fuerzas políticas, en un marco de absoluto respeto.
Eduardo es apasionado y elocuente, pero a la vez es conciliador, discreto y hábil.
Mucho está aportando para que las cosas caminen bien en el nuevo gobierno.
Hace unos días me hizo favor de invitarme a desayunar a su casa junto con su esposa y sus hijos, no sin antes expresarme: –Ángel te quiero decir que yo no invito a cualquier persona a mi casa y menos acompañado de mi esposa y toda mi familia; lo hago porque tú eres un hombre decente que mucho le ha aportado a nuestro estado.
Me atreví a preguntarle cuáles eran sus aspiraciones en el nuevo gobierno (secretario general de Gobierno, fiscal general o presidente del Tribunal Superior de Justicia). Tajante me contestó: “Ninguna, mi única aspiración es que a la gobernadora electa le vaya bien”. Palabras que merecen toda mi admiración.
El desayuno previsto para una hora u hora y media se convirtió en una maratónica conversación de seis horas, salpicada de pasajes y anécdotas.
Hoy el doctor López Betancourt ha sido propuesto para recibir el máximo reconocimiento de nuestro estado: la presea Sentimientos de la Nación, instituida en 1996 durante mi primer gobierno.
El doctor Eduardo López Betancourt ha recibido la solidaridad y complacencia para recibir la presea Sentimientos de la Nación de personajes e instituciones muy importantes.
Sólo destaco dos que me parecen muy trascendentes: el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, hombre al que guardo profunda admiración y respeto; y el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Enrique Graue Wiechers, quien me ayudara a llevar la Clínica de Oftalmología a mi natal Ometepec, siendo en ese entonces presidente de la fundación Conde de Valenciana.
Estoy seguro que todas las fuerzas políticas del Congreso avalarán y apoyarán esta legítima propuesta para un guerrerense excepcional.
Enhorabuena, querido Eduardo.
La vida es así…