EL-SUR

Jueves 25 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Gustav Klimt y los años de la belleza

Adán Ramírez Serret

Abril 03, 2020

Una de las ideas literarias que más ha rondado mi mente durante los últimos años, es aquella de Javier Cercas, quien quería escribir una novela sobre la resistencia de Adolfo Suárez, el político que impidió el golpe de Estado en España en los años 1980.
Cercas trabajó y trabajó escribiendo un borrador tras otro de su novela, hasta que se dio cuenta que nunca funcionaría su obra porque estaba intentando ficcionalizar un montón de mentiras que los políticos hicieron pasar por verdad. La idea, potente y valiente, es que no se puede escribir una ficción sobre una ficción.
He pensado esto en estos últimos días en los cuales nuestra vida cotidiana se ha transformado en una novela, y en una extrema, además, de ciencia ficción inverosímil y apocalíptica. ¿Qué se debe leer ahora que la ficción no sólo es parte de la realidad, sino que esta última resulta tan extraña que pensar en el presente resulta cansado y fantástico? Pues, no es tan fácil pensar en ficciones cuando lo cotidiano parece escrito por Philip K. Dick o Ray Bradbury.
Por lo tanto, se me ocurre hacer un ejercicio de meter la historia dentro de la historia. Es decir, leer fragmentos de la historia ficcionalizados. Momentos de la humanidad que han cambiado la historia de los últimos tiempos.
Pienso en particular en los inicios del siglo XX en Europa, en Viena en específico cuando se llegó a una de las cúspides de la civilización occidental y era posible habitar en una ciudad pequeña en donde personajes como Sigmund Freud, Arthur Schnitzler y Gustav Klimt rondaban las calles, los cafés y los museos de la ciudad.
La periodista Laurie Lico Albanese (Estados Unidos, 1959) ha escrito una novela extraordinaria sobre una de las más importantes y bellas obras de arte de inicios del siglo XX. Sobre el retrato de Adele Bloch-Bauer realizado por Gustav Klimt.
Belleza dorada está escrita en dos momentos; el primero, justo el que acabo de mencionar, el de la Viena de principios del siglo XX, con Gustav Klimt y Adele Bloch-Bauer, una mujer que vive bajo el yugo terrible que significaba ser mujer en esa época, sin derecho a elegir nada y con la imposibilidad de estudiar, y por si esto fuera poco, comienza en esos años a hacerse cada vez más agudo el antisemitismo al mismo tiempo que, siendo testigo y partícipe, el deseo de las mujeres de emanciparse sexualmente y culturalmente y los hermosos cambios que esto trajo en el mundo.
Pero Adele cuenta con dos grandes virtudes que la dan la posibilidad de ser feliz, ser profundamente inteligente y voluptuosamente adinerada.
Adele es una judía, como ya se dijo, acaudalada, y gracias a que su esposo le da algo de libertad, puede inmiscuirse en el mundo y el arte por lo que conoce a Gustav Klimt, quien la invita a que sea su modelo.
Tres décadas después, Lico Albanese cuenta la historia de Maria Altmann, una joven recién casada, judía, rica y culta, sobrina de Adele Bloch-Bauer, quien vive los años terribles del nazismo y los cambios brutales que dieron un nuevo giro al mundo.
Laurie Lico Albanese con Belleza dorada, logra una novela que en estos días es un respiro, pues demuestra que, en años duros, es posible lograr las más hermosas obras de arte. Y en años terribles, sobrevivir y conseguir un futuro.
Belleza dorada es la posibilidad de vivir otra vida, que en su momento fue real, pero ahora es una hermosa ficción hermosa y necesaria para sobrevivir nuestra realidad apocalíptica.

Laurie Lico Albanese, Belleza dorada, Barcelona, Duomo, 2018. 424 páginas.