EL-SUR

Sábado 14 de Junio de 2025

Guerrero, México

Opinión

Igual que García Márquez, Vargas Llosa murió en abril

Abelardo Martín M.

Abril 15, 2025

Más allá de cualquier tipo de creencia religiosa, la existencia de un orden natural está casi fuera de discusión, y una amplia mayoría de los humanos estamos de acuerdo o nos satisfacen las teorías de la física y de la ciencia respecto a la evolución del universo, del que somos una infinitésima parte los humanos, el planeta Tierra, el sistema solar y la galaxia a la que pertenecemos.
En este planeta, en países distintos, Colombia y Perú, pero los dos latinoamericanos que formaron parte del llamado boom de la literatura de finales del Siglo XX y principios del XXI, se trata de los dos gigantes Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, éste último fallecido apenas antier, pero también en abril, como su efímero amigo, cuya amistad se perdió por cuestiones personales, humanas, pero que su destino común está sellado para siempre: la fama de dos grandes de la literatura universal que cultivaron primero una gran amistad y luego la suspendieron, aunque ambos intentaron siempre restañar las heridas de la juventud.
Ambos escritores fallecen en días en los que los medios de comunicación se dedican especialmente a la llamada “semana santa”, por lo que su muerte los toma por sorpresa y sólo aquellos medios consolidados y eficientes dan el lugar que ambos merecen como lo que fueron, entre los más grandes novelistas de nuestro tiempo, sin lugar a dudas.
Sin embargo, luego de las vidas paralelas y las muertes coincidentes en el sentido que hemos descrito, vivimos en la actualidad atrapados en la incertidumbre, la desazón y hasta el miedo acerca de lo que le espera a la humanidad, no solamente por el cambio climático, consecuencia de los abusos humanos, sino en especial por la recomposición de la economía, la globalización y todas las amenazas que los modelos económicos han producido.
De enero a la fecha, el mundo estuvo en vilo por las declaraciones y amenazas de Donald Trump, quien asumió la presidencia de Estados Unidos por segunda ocasión. Para muchos analistas, el carácter y la formación empresarial de Trump lo hacen absolutamente previsible en su comportamiento político, la amenaza, la presión, el bluff como estrategia y acción de negociación muy frecuente en las “transacciones” empresariales. La política es otra cosa, porque tiene que ver con países cuyas características son muy diferentes a las de las corporaciones. El mejor ejemplo son los comportamientos de los empresarios que forman parte del gabinete de Trump, el más destacado Elon Musk, de quien ya se sabe que tiene los días contados no sólo por el cuestionado desempeño que ha tenido, sino en especial por las multimillonarias pérdidas en sus negocios o, mejor dicho, la suma de ambos factores.
A casi 100 días de que Trump asumió la presidencia de los Estados Unidos ya quedó claro que la guerra arancelaria iniciada por él no tuvo el efecto amedrentador previsto.
Frente a los amagos, cada vez menos eficaces y más contraproducentes de Donald Trump contra el mundo entero y contra México de paso, las respuestas de la Presidenta Claudia Sheinbaum han estado lejos de estridencias y bravatas. Con gran inteligencia la estrategia del gobierno mexicano se ha desplegado en varios planos, de los cuales los más relevantes son el fortalecimiento de la economía interna, y el llamado a las naciones de América Latina para hacer realidad la integración de la región.
En lo interno, la semana pasada se hizo la presentación del llamado Plan México, el cual fue esbozado desde los primeros meses del actual gobierno, y luego se dio a conocer en sus grandes líneas al comenzar este año. Ahora, se ha presentado con gran detalle, ante empresarios, sindicatos, gente del campo y de los pueblos originarios.
La Presidenta enumeró dieciocho programas y acciones del Plan, que en su conjunto tienen el objetivo de fortalecer el mercado interno y el salario; aumentar la soberanía alimentaria y energética; incrementar la producción nacional; disminuir importaciones de países con los que no se tiene tratado, y fortalecer los Programas para el Bienestar.
Enseguida de ello, la presidenta asistió a la novena Cumbre de la Celac, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, que tuvo lugar en Tegucigalpa, la capital de Honduras. Allí, ante los jefes de Estado y de gobierno de los países de la zona, propuso realizar una Cumbre por el bienestar económico de América Latina y el Caribe, con el objetivo de hacer realidad la integración económica de la región, sobre la base de la prosperidad compartida y el respeto mutuo a las soberanías de los pueblos.
En ambos frentes hay mucho trabajo por hacer y los resultados se verán en el mediano y largo plazo, aunque sus primeros efectos ya se han dejado sentir. No es casualidad que ante los ventarrones desatados desde el norte, el ritmo económico de México continúa siendo estable, e incluso se pronostica un crecimiento moderado durante el presente año y el siguiente.
Esa dinámica positiva se refleja en la fortaleza del tipo de cambio de nuestra moneda frente al dólar y las principales divisas, otrora tan susceptible a caídas y devaluaciones ante cualquier trastorno financiero o comercial. Hoy por supuesto sufre los sobresaltos ante los amagos del día a día de los que hablábamos al principio de estas líneas, pero ese oleaje no le ha hecho perder valor ni se han generado situaciones duraderas de pánico.
Así llegamos ya a la Semana Mayor de este año, lapso precedido por la preocupación que en el mundo católico produjo la precaria salud del papa Francisco, que sin embargo se ha recuperado de sus males y continúa encabezando a su grey. En Guerrero, ya se sabe, estos días significan un lapso de gran actividad y bonanza, porque viajeros de la ciudad de México y de todas partes del país acuden a Acapulco y a otros sitios de interés turístico, buscando descanso y entretenimiento.
El gobierno federal y las instituciones estatales aseguran que habrá seguridad y tranquilidad en la región para los visitantes. Esperemos que así sea, aunque en todo el estado persisten los hechos de violencia e inseguridad. Los días pasados se dio cuenta de un enfrentamiento entre grupos criminales que dejó un saldo de once muertos en el municipio de Tecoanapa; en comunidades cercanas a Chilpancingo, en la sierra de Leonardo Bravo y Heliodoro Castillo, se han producido balaceras que han obligado al éxodo de los habitantes de los pueblos violentados; y el fin de semana se conoció de una emboscada en la que fue asesinada la excandidata de Morena en el ayuntamiento de Pilcaya, Maricela Morales, con otras tres personas.
Como siempre, estos son botones de muestra de un fenómeno que sigue asolando la entidad sin que se le vea fin ni descenso, aunque el optimismo oficial nos quiera convencer de lo contrario. En todo el país, este sigue siendo el gran pendiente. Y ahí pueden naufragar los grandes planes en marcha.