EL-SUR

Viernes 26 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Inseguridad, violencia y miedo, en todo el país

Abelardo Martín M.

Julio 12, 2022

 

La ilegalidad, el rompimiento del estado de derecho han descompuesto gravemente a una buena parte de todos los estados de México, lo que ha llevado a un clima de inseguridad, violencia y miedo que se apoderan de los mexicanos, sin que se vislumbre una solución a tan grave situación.
El clamor de la iglesia católica no es nuevo. En Guerrero, prácticamente todos los sacerdotes y jerarcas de las distintas religiones, pero en especial de la iglesia católica han expuesto desde hace ya décadas, el peligro de la descomposición, cuyos orígenes son la marginación, la pobreza, la exclusión y como contraparte la injusticia social tolerada y hasta promovida por los gobiernos de todos los partidos políticos.
Este fin de semana, en todas las iglesias católicas del país se inició una jornada de oración junto con un llamado a la paz y a que los integrantes del crimen organizado detengan esta escalada, como consecuencia de que gobiernos municipales, estatales y el federal aparentemente están rebasados por este flagelo.
México está herido y disperso. Obispos y sacerdotes de todos los estados del país convocaron a una amplia jornada de oración, como una vía para contener la violencia.
En la basílica de Guadalupe Monseñor Andrés García Jasso, obispo auxiliar de la arquidiócesis de México, en lugar del cardenal Carlos Aguiar, pidió a la feligresía “no acostumbrarse a la violencia”. De esto los guerrerenses tienen mucha experiencia pues han vivido bajo el flagelo de inseguridad, violencia y malos gobiernos durante muchas décadas. “No nos acostumbremos a estos escenarios de muertos y desaparecidos. Sigamos indignándonos cada vez que tengamos estas noticias”. A su vez, el secretario de la Conferencia del Episcopado Mexicano, obispo Ramón Castro Castro, dijo “Ya basta”. “No queremos tener en la conciencia haber sido pastores que ven la realidad y le dan la vuelta porque tienen miedo o porque no se quieren meter en problemas. No”.
El principal problema de México es el rompimiento del estado de derecho y el dominio de grupos delincuencias en cada vez más zonas del país, problemas vigentes.
Este martes, mientras usted lee estas líneas, el Presidente Andrés Manuel López Obrador se reúne con su homólogo Joe Biden, en la Casa Blanca en Washington.
López Obrador ha anunciado que su visita se centrará en el tema de la migración, para la que propondrá un plan integral y regional, operado por los gobiernos de Estados Unidos, de México y de otras naciones de América Central que tienen flujos migratorios; la idea es dar facilidades y seguridad a quienes buscan un mejor futuro, y propiciar el desarrollo en sus lugares de origen para inhibir su salida.
El encuentro ocurre un mes después de la llamada Cumbre de las Américas, a la que López Obrador no asistió en protesta por la exclusión de los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, lo cual motivó reacciones de otras naciones en apoyo a la postura mexicana, y generó un vacío que deslució y trivializó la reunión.
En ese momento, el Presidente de México se posicionó como un líder latinoamericano, en respuesta a los intentos estadunidenses de seguirnos considerando simplemente como su traspatio.
Así llega a este encuentro, fortalecido por su ausencia en la Cumbre, y por ello ubicado en otro nivel; ahora puede no sólo defender los intereses mexicanos, sino hablar legítimamente a nombre de la región frente a los proyectos de hegemonía norteamericana.
Es de esperarse que otros asuntos se planteen en la mesa, como la problemática de la operación del tratado comercial de ambas naciones y Canadá, y la inconformidad de empresas norteamericanas ante la nueva política energética del gobierno mexicano.
Frente a todo ello, está claro, el Presidente defenderá el interés nacional y lo hará prevalecer. Y aunque el cambio en la política migratoria de Estados Unidos no está realmente en manos de Biden, sino del Congreso, es posible que obtenga acuerdos y adhesiones para darle viabilidad a sus propuestas.
Todo ello ocurre en la maduración del gobierno lopezobradorista. Unos días antes el Presidente había celebrado el cuarto aniversario del triunfo electoral que lo llevó al poder, y lo hizo con la inauguración de la refinería Olmeca, en el paraje conocido como Dos Bocas, en Tabasco.
La magna obra es la primera de su tipo que se construye desde el siglo pasado en México; cuando en breve entre en producción incrementará notablemente la capacidad de refinación del país y contribuirá a reducir la importación de gasolina.
Esto se aúna al éxito estratégico que constituyó la compra de la refinería Deer Park, en Estados Unidos, cuyas ganancias en la actual etapa de bonanza petrolera mundial han pagado ya lo que en su momento se erogó por la planta, y en el futuro continuará dando buenos dividendos a la nación.
En breve tendremos noticias de los resultados del encuentro en Washington, pero desde ahora es predecible que tendremos un balance positivo para nuestro país y para el futuro de la región, tanto de la zona que integra el Tratado México, Estados Unidos, Canadá, como el de los países de América Central, unidos por la geografía y la historia al destino de América del Norte.
En ese marco esperanzador, un elemento de contraste continúa siendo la inseguridad y la violencia que en México y en América Central ha generado el crimen organizado, frente a lo cual se requieren acciones urgentes de los gobiernos nacionales.
Una de tantas respuestas sociales en México tiene lugar ahora, que un medio de comunicación de la Iglesia Católica, en coordinación con organizaciones defensoras de derechos humanos, organiza la Caravana por la Paz, que se desarrolla en diversos puntos del territorio nacional. El fin de semana tuvo lugar en Guerrero, primero en Chilpancingo, también en Taxco, Iguala y Tlacotepec, lugares emblemáticos en donde se necesita la pacificación.
En el marco descrito, es pensable que los temas de inseguridad y de rompimiento del estado de Derecho no podrían estar en la agenda oficial del encuentro de López Obrador y Biden, pero de alguna manera serán referencia en las conversaciones de ambos mandatarios, pues sus afectaciones trascienden nuestras fronteras y generan una dinámica perversa en toda la región.