Izquierda Progresista Guerre-rense nació hace algunos años por iniciativa del entonces diputado Ángel Aguirre Herrera. Se trataba de un proyecto de renovación generacional en nuestro estado, con otra mística de trabajo, impulsada desde la juventud de las ideas, con el propósito de desterrar viejos vicios de la clase política.
IPG se fue perfilando como un movimiento social cercano a la gente, bajo principios de democracia e igualdad; valores de honestidad y solidaridad, pero sobre todo, una invariable actitud de humildad.
Guiada por una visión de futuro para nuestra entidad, en aquellos años IPG se erigió como la primera fuerza política al interior del PRD, no obstante su reciente nacimiento.
Ángel se perfilaba como el seguro candidato a la alcaldía de Acapulco, pues las cifras de todas las encuestas lo colocaban con las mayores preferencias electorales para alcanzar el cargo.
Ante la adversidad que me tocó vivir por el caso Ayotzinapa, en un acto de amor y lealtad por su padre, Ángel decidió hacer un impasse en su carrera política, y decidió trasladarse a Madrid con su familia, para realizar una maestría en Políticas Públicas en la Universidad Complutense, misma que concluyó y cuyo título ya no alcanzó a recibir, pues adelantó su partida hacia donde todos iremos un día.
Era muy común que Ángel y yo debatiéramos sobre diferentes temas de la política nacional, donde se ponían de manifiesto las diferencias generacionales, pero al final siempre terminaban nuestras discusiones con un beso en la mejilla y un abrazo único, que sólo se puede dar entre padre e hijo.
Su olfato y sensibilidad política siempre me sorprendían, pues con frecuencia lo que me pronosticaba resultaba cierto, lo que le servía para hacerme la broma común: “Ya ves te lo dije papá, y no me creíste, ¡ja, ja, ja!”.
Era incansable en su trabajo y no había cosa que lo hiciera más feliz que ayudar a la gente. Era desprendido por naturaleza, no le interesaba el dinero, ni los autos, ni las grandes comodidades.
Alguna vez un amigo de su infancia tuvo un accidente carretero, y su familia no tenía los recursos para cubrir los gastos del hospital.
Sin comunicármelo, se trasladó al lugar del accidente para que su amigo fuera internado en un buen hospital, y no perdiera las piernas con motivo del percance.
Llegó a mi casa para platicarme de la lamentable situación, y le pregunté: ¿Y tú qué hiciste?
–Pues lo trasladé y lo interné en un buen hospital para que esté bien atendido.
–Qué bueno hijo, te felicito – le contesté.
–¿Y cómo pagaste?
–Pues con mi tarjeta… ¿qué esperabas?, no lo iba a dejar solo.
Para recoger su legado y honrar su memoria, decidí darle un fuerte impulso a la organización que él formara, con nuevas orientaciones acordes con la realidad política, que estoy seguro aprobaría.
En política nada está decretado y la realidad se escribe todos los días por la voluntad de cambio de la gente. Sin embargo, el pueblo de Guerrero ha mostrado a lo largo de estos años una orientación hacia la izquierda, en tanto que el priismo es también una fuerza con un peso específico en las regiones de nuestra entidad.
Al paso de los años, hice amigos en muchos partidos políticos, no sólo donde milité; desde los espacios en donde estuve, respondí con trabajo a la confianza que se depositó en mí.
Hoy IPG de la mano de sus liderazgos, ha logrado 60 mil afiliados de carne y hueso, por lo que se elabora un padrón confiable. Sus integrantes serán credencializados en una segunda etapa.
Son todas, decisiones individuales, voluntades que dan cauce a esa fuerza transformadora a la que muchos han llamado el ‘aguirrismo’, que hoy no está de vuelta, porque nunca se ha ido.
En IPG rechazamos la simulación y la mentira. Tenemos como principio hablar siempre con la verdad y nunca ofrecer cosas que no se puedan cumplir.
Somos una organización abierta, que se nutre de jóvenes y mujeres principalmente, pero reconoce y aprovecha la experiencia de respetables personajes que la integran.
Aceptamos a militantes de otros partidos, siempre que no traigan los vicios que aspiramos desterrar. Rechazamos a los políticos soberbios, prepotentes y faltos de sensibilidad. La lealtad nos distingue.
Nos interesa mucho mantener un contacto con la sociedad civil y los grupos más vulnerables.
Somos proclives a construir alianzas no sólo en el terreno electoral, sino en lo más importante: en el compromiso de sacar adelante a Guerrero.
Reconocemos el agotamiento de un modelo político, y que los nuevos paradigmas políticos toman su fuerza de la aspiración y reclamo de la gente, por un cambio que se refleje en la mejoría de vida de las personas.
Nos estamos preparando para ser una de las fuerzas políticas más importantes en 2021, bajo la consigna de apoyar a quienes nos demuestren su trabajo y su compromiso de servir a la gente.
En IPG no habrá recomendados, ni arribistas, pues hemos acordado privilegiar el trabajo y la lealtad.
Vienen días de mucho trabajo para consolidar a la izquierda que le sirva a Guerrero.
Nuestra meta para los próximos meses es alcanzar un padrón de 200 mil afiliados, y no tengo la menor duda que los vamos a lograr, pues día con día se suman nuevas organizaciones y personalidades que ven en IPG la mejor alternativa para hacer política de la buena, de la que sirve a la gente, de la que respeta las diferentes formas de pensar.
En una frase: de la que ama a Guerrero por encima de todas las cosas.