EL-SUR

Viernes 26 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Jacques Chirac y su relación con el mundo

Gaspard Estrada

Octubre 02, 2019

 

El pasado jueves 26 de septiembre, falleció en la ciudad de París el ex presidente de Francia, Jacques Chirac. Para muchos franceses, se trata del final de una página en la historia política del país. Para buena parte de ellos, la figura del ex presidente se resume al líder que le dijo No a la guerra en Irak, en 2003. Y sí, sin duda alguna este posicionamiento político fue fundamental para su carrera política, así como para la historia diplomática francesa. Sin embargo, más que una ocurrencia o un acto político aislado, esta decisión histórica, que se revelaría ser la correcta, es el fruto de una vida política muy longeva para los patrones actuales. En efecto, Jacques Chirac comenzó en la universidad, en Sciences Po, en donde participó poco en la vida sindical estudiantil, a pesar de haber firmado el Llamado de Estocolmo, un texto a favor de la paz auspiciado por los partidos comunistas en Europa y que tenía como mentor al artista español Pablo Picasso. Fue en aquel momento que conoció a su esposa, Bernadette Chirac, y se interesó por los asuntos públicos. Poco tiempo después, ingresó a la Escuela Nacional de Administración, la ENA, en la cual se destacó, antes de aceptar entrar al ejército francés para participar en la guerra de Argelia, como soldado y como funcionario del gobierno francés. Más adelante, entró a la oficina del primer ministro Georges Pompidou, en donde adquirió su verdadera pasión por la política, lo que lo llevó a ser electo diputado, y le permitió obtener su primer puesto en el gabinete, hasta que se volvió primer ministro del presidente Valery Giscard D’Estaing, en 1974.
De hecho, se trata del único político francés que fue primer ministro en dos ocasiones (1974-1976, 1986-1988), así como presidente de la República en igual número de ocasiones (1995-2002, 2002-2007) así como el primer alcalde de París desde 1871, puesto que ocupó durante 18 años. En pocas palabras, su vida política al más alto nivel comenzó en plena guerra fría, con una realidad política totalmente diferente a la que vivimos el día de hoy. Esa longevidad en puestos de la mayor importancia política le permitió tejer una red de contactos y un conocimiento de las relaciones internacionales inigualable, lo que a la postre le será muy útil en sus gobiernos al frente del país galo. Gracias a este conocimiento, Jacques Chirac vivió de cerca las transformaciones políticas en el medio oriente, en particular la caída del Shah de Irán y la posterior llegada de la Revolución Iraní, en 1979, así como la guerra entre Irán e Irak. Fue precisamente a raíz de esta guerra y de sus consecuencias para toda la zona que Jacques Chirac se forjó una idea clara de la situación regional. Cuando el gobierno de Estados Unidos, en aquel momento dirigido por el presidente George W. Bush, decidió invadir a Irak poco tiempo después del 11 de septiembre del 2001, Chirac sabía que un conflicto de esa naturaleza solo exacerbaría las tensiones, y sobre todo permitiría al régimen chiita de Teherán reforzar su influencia regional. Fue exactamente lo que sucedió después de la caída de Saddam Hussein, en 2003. Con relación a América Latina, Chirac tuvo poco contacto con la región, salvo algunas visitas oficiales y de Estado, como la realizada en México en 1998. Sin embargo, cuando la guerra en Irak tocaba la puerta, tanto México como Chile eran miembros no permanentes del Consejo de Seguridad. En ese momento, por la vía del embajador de Francia en México, Philippe Faure, el gobierno Mexicano esbozó su apoyo a la posición francesa, junto con el gobierno del socialista Ricardo Lagos en Chile. Sin embargo, como nunca hubo un voto en este sentido en el Consejo de Seguridad, esta alianza franco-mexicana nunca llegó a materializarse.
Desde este punto de vista, una de las principales aportaciones de Chirac a las relaciones internacionales fue la defensa del multilateralismo, ya sea a nivel comercial, climático o político. En un momento en el cual la tentación proteccionista y los impulsos aislacionistas ganan terreno, la permanencia de este legado es fundamental.

Twitter: @Gaspard_Estrada

* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París