EL-SUR

Jueves 02 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Opinión

Jaime Bayly y los puños de Vargas Llosa

Adán Ramírez Serret

Mayo 05, 2023

Recuerdo con claridad el primer libro que leí que dejó de ser solamente aventuras, conocimiento o diversión.
Fue más bien la sensación de caer profundamente enamorado, de cambiar para siempre mi visión de la literatura y saber, conocer aquello a lo que codiciaba dedicar mi vida, de lo que deseaba alimentarme el resto de mis días.
Fue la novela Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez. Me dejó una cicatriz, un hálito pesado en el pecho que cambiaba el peso de los días, ya fueran de sol o de lluvia; todo tenía otro sentido y los árboles y el viento me hacían llorar de felicidad.
En aquellos días trabajaba en una biblioteca, e inmediatamente después de leer Cien años de soledad me puse a leer Conversación en La Catedral, de Mario Vargas Llosa. Quedé deslumbrado por la escritura, por la profundidad de la historia, por la belleza de los personajes y por aquella magia: una novela puede ser lo más importante que te pase en la vida, al grado que todos los pensamientos y sentimientos están gobernados por esa novela.
Con el paso de los años, he leído y escuchado a muchas personas confesar que les ha pasado lo mismo. Que estos autores, el colombiano y el peruano, han sido una iniciación en la literatura y un sentido en sus vidas.
No cabe duda que la literatura en Latinoamérica ha sido otra desde que han existido estos autores y otros genios, como Fuentes y Cortázar, que hicieron una generación mejor conocida como el Boom Latinoamericano.
Un caso de la influencia y admiración por el Boom es el de Jaime Bayly (Lima, 1965) quien acaba de dedicar un libro brillante y absorbente a este par de escritores. Lo llama Los Genios de manera puntual, pues eso y nada más son García Márquez y Vargas Llosa.
Pero el libro está lejos de ser un análisis u homenaje literario. Se centra, más bien, en un momento particular en la vida de estos autores; uno clave y doloroso: el del final de su amistad. El momento cuando Vargas Llosa le dio un puñetazo en el ojo a García Márquez, quien, sin esperarlo, cayó al piso inconsciente mientras el agresor decía: “Esto es por lo que le hiciste a Patricia”.
A partir de este hecho sucedido en 1976 Bayly da un salto en el tiempo al día que se conocieron Vargas Llosa y García Márquez en Caracas. Ya se ha-bían enviado muchas cartas y se admiraban profundamente. Primero el colombiano al peruano, este último autor consagrado, quien ya a los treinta años era artífice de tres libros amados por crítica y público: La ciudad y los perros, La casa verde y Conversación en La Catedral.
Pero las cosas cambiaron cuando el colombiano, de cuarenta años, escribió Cien años de soledad, novela que en unos cuantos meses catapultó a García Márquez a la fama y que hizo que ese día que Vargas Llosa lo conoció en Caracas, se rindiera ante el colombiano y poco tiempo después le dedicara un libro en donde lo desmenuza y ama que se llama nada menos que Historia de un deicidio.
Jaime Bayly toma la decisión de no escribir una biografía ni un texto periodístico. Lo que hace es escribir una novela de la cual Vargas Llosa ha dicho: “Ese libro será un montón de mentiras”. A lo que Bayly ha respondido que puede ser.
Pero el libro es apasionante. Hay chismes, sí, pero no se busca ganar público (o no sólo); la esencia del libro son las vidas de estos autores que se propusieron ser grandes escritores, los mejores.
Lo cual quiso decir encerrarse a trabajar contra viento y marea durante todos los días de su vida. Sobre todo, Vargas Llosa. Aunque esto, también sobre todo el peruano, significara ser un potente remolino que en pos de su prestigio, fama y talento, se tragaran a todas las personas que los rodeaban, familia, amigos y parejas.
Jaime Bayly, Los genios, Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2023. 238 páginas.