Para Mabel.

Algunos autores parecen tener dos plumas, dos lugares desde donde escribir. Son escritores que se despliegan de una manera esquizofrénica, virtuosa; dos personas diferentes: piensan como si fueran extraños de sí mismos.
No sólo como Fernando Pessoa, único en el universo de genios, o el bellísimo Antonio Machado, quienes desarrollaron a tal grado el estilo, que se transformaban de manera tan hermosa en otros, que se autodenominaban como heterónimos del ser, por el despliegue de otras personalidades y otros estilos completamente diferentes.
Es algo parecido a lo que hace Javier Cercas (Cáceres, 1962), en su más reciente novela, Independencia. Pues se pone en muchos sentidos el abrigo y el sombrero de un autor policial. A la manera, un poco, de John Banville, quien luego de ser el autor más exquisito en lengua inglesa, decidió un buen día convertirse en un autor práctico de novelas policiacas.
Es famosa la frase de Banville, en donde cuenta que, como autor de obras policiacas, escribe dos mil palabras de su heterónimo policiaco, y se va a comer con tranquilidad; mientras que, siendo Banville, hace doscientas palabras perfectas, y se siente deprimido.
Así, Javier Cercas, el virtuoso y activista escritor de obras como Soldados de Salamina o Anatomía de un instante, luego de dar un giro con estas dos obras a la literatura en español y en lenguas romances, abandona el non fiction novel, y se pone a escribir novelas policiacas.
Entrega en 2019, Terra Alta, en donde cambia de editorial y novela policial que le merece el Premio Planeta 2019.
La trama de esta novela versaba sobre un hombre catalán sin acceso a la educación, con un pasado crudo y atormentado, quien se convierte por valiente y por azares del destino, en un héroe nacional.
Al parecer, Cercas dejaba detrás su pasado activista, antinacionalista, y se dedicaría, durante al menos unas cuantos libros, a hacer un despliegue de su talento narrativo que le da para escribir novelas sobre lo que se le antoje.
Por lo tanto, leímos los seguidores de Cercas Terra Alta con el placer de leer a uno de sus autores favoritos haciendo un despliegue de su talento a lo Henning Mankell.
Pero, precisamente, Cercas, en la segunda entrega de esta saga, Independencia, plantea un juego de ajedrez perfecto, como de una maravillosa novela policiaca.
Y el lector amante de Cercas, es feliz, y lo es cada vez más en cuanto más se va internando en la novela, y poco a poco, ese autor aparentemente ingenuo que es Cercas, que escribe policiacas, se parece más al autor de Soldados de Salamina, quien se convirtió en un activista odiado y amado.
Independencia es una novela policiaca que vuelve al origen de la novela negra en donde a partir de un crimen, de una extorsión, se descubre la radiografía de una sociedad. Un hermoso juego de ajedrez en donde periodistas, políticos y detectives, son la esencia corrupta de una sociedad.
Con Independencia, Cercas logra unir sus dos lados, el del escritor virtuoso, y el del activista incómodo para su sociedad.

Javier Cercas, Independencia, Ciudad de México, Tusquets, 2021. 395 páginas.