El pasado 28 de marzo falleció a los 96 años, el ilustre botánico mexicano de ascendencia polaca Dr. Jerzy Rzedowski Rotter. Es una ausencia dolorosa para la ciencia en México. Se puede decir, que hay en la botánica en México un antes y un después del Dr. Rzedowsk. Muchos estudiantes de diversas carreras relacionadas a las ciencias naturales interesados en la cubierta vegetal del país, nos formamos con su libro clásico La Vegetación de México publicado originalmente por Limusa en 1978, que fue reimpreso en siete ocasiones hasta 1998, y luego no entiendo la razón exacta desapareció de las librerías. Por fortuna la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) realizó una edición digital en 2005 que es de acceso abierto para el público en general (https://bioteca.biodiversidad.gob.mx/libros.html). Ese libro viajó conmigo a Alemania cuando estudiaba mi posgrado, y siempre fue un fiel acompañante de un servidor.
Otro libro de consulta obligada para los interesados es la Flora fanerogámica del Valle de México, que publicó por primera vez un primer volumen en 1979 de manera conjunta con su esposa la Mtra. Graciela Calderón de Rzedowski, otra gran botánica mexicana (1931-2022). Fueron finalmente tres volúmenes de dicha Flora, conjuntando bajo su liderazgo conjunto a un gran grupo de colaboradores. Está obra colectiva tiene también textos agotados en las librerías. Por fortuna, el Instituto de Ecología y la Conabio realizaron una edición digital en 2010, que integra los tres volúmenes (https://www.biodiversidad.gob.mx/publicaciones/librosDig/pdf/Flora_del_Valle_de_Mx1.pdf).
Así se podría seguir con su múltiple obra botánica, que conjuntan siete libros, 130 artículos de investigación, 47 capítulos de libros, 31 fascículos, la colecta de más de 54 mil ejemplares de plantas y la determinación de 188 especies nuevas (su abreviatura botánica es Rzed, como autoridad de la descripción y la clasificación), la más reciente en 2022. En la página de enciclovida.org se encuentran a 72 especies de plantas y hongos, y 3 especies animales nombradas en su honor, además de un género (Rzedowskia) y 2 variedades de plantas.
En lo personal, lo conocí brevemente en 1985 en Pátzcuaro, Michoacán, recién había llegado a instalarse con su esposa para fundar un Centro Regional de Investigación dependiente del Instituto de Ecología con sede en Xalapa, Veracruz, para estudiar la Flora del Bajío. Lo fuimos a saludar con mi padre Ricardo Klimek, que también había fundado un Centro de Investigación para estudiar el lago de Pátzcuaro. Hubo empatía, se tenían orígenes comunes, ya que el papá de mi papá, mi abuelo provenía de Silesia en entonces Polonia y el Dr. Rzedowski también había nacido allá el 27 de diciembre de1926. Su ciudad natal fue Lwów, que hoy es Lvov Ucrania.
Creo, que mi padre le tenía al igual que yo respeto y admiración, sabíamos de su gran trayectoria como botánico. Como todo hombre genial, me pareció sencillo y afable. Yo salí del país, y no lo volví a encontrar, de vez en vez, coincidió con mi padre en Pátzcuaro, alguna vez me comento él, que el Dr. Rzedowski le converso sobre su estancia forzada en los campos de concentración de los nazis en 1943, muy joven de 16 años. Ahí padeció con su familia, la tragedia de la persecución de los judíos por los nazis, el tatuaje de identificación del campo, lo tenía grabado en su cuerpo. Logro sobrevivir al campo de concentración, junto con su padre médico, su madre infortunadamente no. Al final de la guerra, en 1946 con 20 años, viajó en barco a México, donde los recibió un hermano de su madre. Su padre médico no pudo ejercer por restricciones legales y volvió a emigrar. El Dr. Rzedowsky logró ingresar en 1949 a estudiar biología como alumno especial en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional concluyéndola en 1952. En 1954 realizó su tesis de licenciatura sobre la vegetación del Pedregal de San Ángel en1954, que fue pionera en ese tipo de estudios dado que trabajo clasificando la vegetación con el enfoque de fitosociología de plantas de Braun-Blanquet. Se casa en 1954 con su compañera de la carrera la bióloga Graciela Calderón Díaz Barriga. Se incorpora como investigador en la Universidad de San Luis Potosí. Luego entre 1957 y 1958 viaja a Francia para continuar sus estudios sobre fitosociología en la Universidad de Montpellier. En 1959 obtiene el Doctorado en Ciencias por la Facultad de Ciencias de la UNAM, con la tesis Vegetación de San Luis Potosí bajo la dirección de otro ilustre botánico mexicano, el Dr. Faustino Miranda. Posteriormente retorna a su alma mater la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional, donde se desempeñó durante más de 20 años como profesor e investigador y de donde impulsa a través de sus alumnos los estudios de la flora de México.
Posteriormente en los años 80 del siglo pasado se incorpora como investigador del Instituto de Ecología, para fundar el referido Centro de Investigación en Pátzcuaro, donde coedita la serie Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes. Además, fue cofundador, y editor de la revista Acta Botánica Mexicana, una de las publicaciones más importantes a nivel nacional en la materia.
Fue reconocido como investigador nacional emérito. En 1995, obtuvo el Galardón Asa Gray, que es el mayor galardón de la Sociedad Estadounidense de Taxónomos de Plantas. Luego en 1999, fue uno de los 8 botánicos que recibieron la distinción Millennium Botany Award durante la realización del XVI Congreso Botánico Internacional, por sus logros de una vida dedicada a la botánica. En el 2005 recibió el Dr. Rzedowski de manera conjunta con su esposa Graciela Calderón de Rzedowski el premio Medalla José Cuatrecasas a la Excelencia en Botánica Tropical que otorga el Museo Nacional Smithsoniano de Historia Natural de los Estados Unidos de América por sus contribuciones individuales y conjuntas a la botánica tropical, especialmente de México, incluyendo sus floras regionales y trabajos sobre el género Bursera.
Me imagino ahora al Dr. Rzedowski y a su esposa Graciela recorriendo otros cerros del cielo recolectando las plantas que nos faltan descubrir. Mi reconocimiento a este hombre por su trabajo que cambió el conocimiento de la flora y vegetación de México. Es un imprescindible.