METALES PESADOS

“A 527 años del inicio del saqueo colonial, hoy nos enfrentamos a una nueva etapa y nuevas formas de despojo, de muerte y explotación dirigida contra nuestros pueblos, nuestros bienes comunes, nuestras formas de organización y de vida; e incluso contra nuestras lenguas y saberes. Nos enfrentamos a una imposición sistemática de proyectos neoliberales y extractivos; grandes megaproyectos, como el Corredor Transístmico, proyectos mineros en todas las regiones de Oaxaca, proyectos eólicos en el Istmo de Tehuantepec, proyectos hidroeléctricos; además, nos enfrentamos a una estrategia constante de cooptación y división mediante la incursión de partidos políticos en nuestras comunidades”.
Esto se lee en el pronunciamiento final de la Jornada Global de Lucha en Defensa de la Vida y de Nuestros Territorios Samir Flores Vive, que tuvo lugar en Oaxaca el pasado 12 de octubre, Día de las Resistencia de los Pueblos Indígenas. Previamente, en la Asamblea El Istmo es Nuestro –del Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Concejo Indígena de Gobierno (CIG) con Redes de Rebeldía y Resistencia, colectivos y organizaciones–, realizada en Juchitán los días 7 y 8 de septiembre, se había acordado llevar a cabo en todo el país y en el extranjero estas jornadas. La aglutinación de movilizaciones dislocadas y contundentes con un carácter anticapitalista y antipatriarcal por los derechos territoriales y culturales de los pueblos fomentó más de 56 acciones en 17 estados y ocho países contra el despojo de los territorios y contra los megaproyectos impulsados por el régimen de la Cuarta Transformación. Todas estas movilizaciones se llevaron a cabo en memoria de los defensores del territorio asesinados durante la presente administración federal. En especial, a la memoria de Samir Flores Soberanes.
Los defensores del territorio y de los derechos humanos están siendo asesinados en cantidad alarmante en todo el país; tan sólo los pueblos que están con el CNI han sufrido 10 asesinatos en los últimos 10 meses.
En el encuentro de Juchitán, ante el recrudecimiento y la pasmosa velocidad del despojo y la proyección de megaproyectos que pisotean los derechos y se burlan del derecho a las propias consultas de los pueblos originarios, como el Corredor Transístmico y el mal llamado Tren Maya en territorios indígenas –acompañados por una sistemática campaña agresiones y criminalización del movimiento social–, fue que colectivos y organizaciones que caminan con el CNI tomaron el acuerdo de aumentar la intensidad de los procesos autonómicos, las denuncias públicas, las campañas de información, las resistencias y las luchas de forma articulada.
La Jornada Samir Flores Vive de Oaxaca fue considerable en su participación gracias a la confluencia de los pueblos y organizaciones que han resistido, por ejemplo, al asedio de las grandes mineras canadienses en la entidad. Ellos son los que han dado seguimiento durante la última década al espacio y los acuerdos del Encuentro Estatal de Pueblos, Comunidades y Organizaciones Aquí Decidimos Sí a la Vida, No a la Minería, y los que en la jornada pasada reinvindicaron las denuncias presentadas por representantes Santa Catarina Lachatao y Paso de la Reina.
Contra el clima generalizado de represión y despojo, Oaxaca está agitada: corre en sus venas la sangre, la rabia digna de los pueblos y la esencia asamblearia de las resistencias. El 8 de octubre otro frente de más de 30 colectivos, organizaciones y el pueblo de Magdalena Ocotlán –respaldados por más de 150 personas, activistas y artistas oaxaqueños–, llamaron a boicotear el Oaxaca Film Fest, aliado con la Minera Cuzcatlán, parte de la canadiense Fortuna Silver Mines, responsable de la contaminación un año antes del río Coyote. Y recordaron en su comunicado el que siete años atrás fue asesinado su compañero Bernardo Vásquez por oponerse al desarrollo minero de San José del Progreso de la misma empresa, de la cual ya había recibido amenazas de muerte. El asesinato de Vásquez sucedió cuando denunciaba el homicidio de otro opositor a la minera, Bernardo Méndez, ocurrido dos meses antes.
El 9 de octubre un grupo de pobladores, autoridades de Ocotlán y representantes de organizaciones y colectivos, se presentó en la clausura del Oaxaca FilmFest para exigir justicia y reparación de los daños que han ocasionado las minas en su comunidad. Los organizadores del festival cerraron las puertas a los manifestantes y al diálogo, llamaron a la policía estatal –cuando toda la protesta fue pacífica– pero se vieron forzados a retirar –al menos de palabra, pues la logística del festival había finalizado– su alianza con Minera Cuzcatlán. Las autoridades de Ocotlán y quienes caminan con ellas aseguran que no descansarán hasta ver desterrados los 20 proyectos extractivistas que mantiene Fortuna Silver Mines en territorio oaxaqueño.
En el pronunciamiento final de la Jornada Samir Flores Vive en Oaxaca, la concejala binii za Bettina Cruz del CNI-CIG transmitió la palabra colectiva de ese día: “Padecimos décadas de destrucción a manos de malos gobiernos priistas y panistas neoliberales, y vemos que la llamada Cuarta Transformación no es más que una nueva etapa del capitalismo salvaje que pretende adueñarse de nuestros territorios. Esta Cuarta Destrucción nos quiere divididos y nos quiere muertos, nuestro llamado es mantenernos juntos y organizados para permanecer vivos”.
Finalmente, en el fuerte pronunciamiento emitido desde los pueblos de Oaxaca también se lee: “Tenemos la claridad de que cuando el capital y sus gobiernos lacayos hablan de desarrollo, de lo que hablan en realidad es de despojo de nuestros territorios, de destrucción de nuestro tejido social, de pobreza y servidumbre, crimen organizado y violencia institucionalizada, dentro de una campaña por instaurar un ambiente de terror; mediante desapariciones forzadas, feminicidios, amenazas de homicidio y órdenes de aprehensión, señalamiento y estigmatización desde el poder local y nacional aliados con el dinero.
“Los pueblos que luchan por su autonomía y que aman a su pueblo son muy difíciles de vencer. Hacemos el llamado a construir y fortalecer alianzas sólidas: aislados nos quieren, pero aislados jamás vamos a ganar esta lucha. ¡Resistir es vencer el aislamiento!”.