Al finalizar el segundo milenio un tema se ha vuelto recurrente, el cambio climático y sus desastrosas repercusiones, lo cual incluye la desaparición de especies animales, que considera la cacería de animales protegidos; el abuso de los recursos naturales que repercute en la escasez de agua y de alimentos; la contaminación del aire; la disminución en la resistencia a enfermedades; aumento del rango de vectores de enfermedades; fragmentación de los hábitats; desaparición de nichos ecológicos; ventajas para patógenos y depredadores; lo cual da lugar a la fobia de los seres humanos a reproducirse como viene ocurriendo en Japón, la tercera economía más importante del planeta y en algunos países de Europa, en donde a partir de 2015 ha habido más muertos que recién nacidos, lo cual afecta al aparato productivo que repercute en crisis económicas a escala global. Por todo lo enumerado se puede pensar que el planeta en el que vivimos y como se le conoce hasta ahora está en un serio peligro.
Y es que los efectos del cambio climático cada vez los estamos padeciendo con mayor intensidad como ocurre con el incremento de las emisiones de gases efecto invernadero vinculadas a los seres humanos, que han incrementado en un grado centígrado la temperatura del planeta con relación a los niveles preindustriales, esa es la conclusión del grupo científico de asesores de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en el tema de cambio climático, mejor conocido como IPCC por sus siglas en inglés. Este informe fue presentado recientemente en Corea del Sur, en el cual se señala que es probable que el calentamiento del planeta aumente 1.5 grados centígrados en el lapso de 22 años, es decir entre 2030 y 2052, si los que habitamos el planeta continuamos con el mismo ritmo de emisiones de gases efecto invernadero.
Esta advertencia de los miembros del IPCC hace suponer que está en riesgo de cumplirse el objetivo más relevante del Acuerdo de París, convenido en la capital francesa en diciembre de 2015, en el cual se establece quedar por abajo del incremento de 1.5 grados de temperatura en el 2100. De acuerdo con el informe del IPCC las emisiones que, en su mayor parte, proceden del uso de los combustibles fósiles para 2050 deberán desaparecer por el uso más amplio de energías generadas a través de fuentes limpias como ya viene ocurriendo en algunos países, entre ellos el nuestro.
El informe de los integrantes del IPCC será utilizado como base para las discusiones de la Vigésima Cuarta Cumbre del Clima, mejor conocida como COP24, que se llevará a cabo en la ciudad polaca de Katowice, en diciembre de este año. Estos preocupantes datos han tenido una respuesta inmediata del gobierno francés que encabeza Emmanuel Macron, quien expresó: “El informe demuestra científicamente que tenemos todas las cartas en nuestras manos para luchar contra el calentamiento climático, pero es necesario que todo el mundo actué ahora” (Reforma, octubre 9, 2018).
En el caso de México, la energía generada por medio de fuentes limpias tendrá un papel estratégico con la nueva política energética que impulsa la Secretaría de Energía (Sener) a través del Programa Metas de Energías Limpias y Metas de Eficiencia Energética, destacando la generación eléctrica proveniente de fuentes de energía limpias, que logre los niveles establecidos en la Ley General contra el Cambio Climático para la Industria Eléctrica (LGCCIE).
Esta estrategia, vale la pena puntualizarlo, tiene un componente de largo plazo para un periodo de 30 años que define los escenarios para alcanzar las metas señaladas en la LGCCIE, en la cual para 2030 el 37.5 por ciento de la energía que se consuma en nuestro país, deberá provenir de fuentes limpias, para que en 20 años se alcance la meta del 50 por ciento, como es el caso de la energía fotovoltaica (proveniente de la energía solar), que ya tiene un papel importante en la generación de electricidad en algunos países, entre los que nos contamos por la rápida reducción de los costos de producción, comparada con la generación de electricidad a partir de combustibles fósiles.
La lucha contra el cambio climático nos compete a todos, en el caso de nuestra entidad, una iniciativa que debemos apoyar es la disminución importante de las bolsas de plástico como lo viene promoviendo el gobierno del estado.