Jorge Camacho Peñaloza
Junio 10, 2017
Si crees en la libertad de expresión, entonces crees en la libertad de expresión para puntos de vista que te disgustan
Noam Chomsky
Lo dicho, la pasada elección del domingo ha dejado varías lecciones y lecturas acerca del momento político que vive el país, entre lo que destaca que el PRI, contrario al avance de la cultura y sistema democráticos, tiene como única ruta para competir, el fraude. Queda confirmado en esta elección que el PRI sin el fraude y sin un poder local a su favor, no tiene posibilidades de competir sin hacer trampa.
Lo anterior se observó en la elección de las entidades que gobierna, Estado de México y Coahuila, en donde puso en práctica todas sus mañas: la compra de votos, manipulación de los funcionarios de casilla y órganos electorales locales para cambiar los números en las actas y del conteo de votos, la división de los contrarios como en el Estado de México, hasta la intimidación ciudadana, como fue el caso de las cabezas de cerdo decapitadas y tiradas cerca de las sedes de partidos opositores.
Lo anterior no tiene nada de asombroso, porque el PRI nunca ha sido un partido político que tenga que convencer con propuestas e ideales, sólo no puede pues desde que fue fundado desde el poder por Plutarco Elías Calles como aparato para simular que existe democracia en el país, allá por 1929, le han hecho el trabajo de ganar elecciones el corporativismo a través de los sindicatos y los gobiernos federal y estatales, y sus estrategias han sido siempre la corrupción, el uso electoral de la pobreza y la intimidación, y ha sido así porque generalmente sus candidatos carecen de calidad moral ante la sociedad, es decir, provienen de la corrupción.
En el Estado de México y Coahuila gobernados por el PRI, ante el menor número de votos obtenidos en la elección del domingo pasado puso en marcha el fraude para aparentar haber ganado e intentar quedarse con la gubernatura de estos dos estados, en Nayarit y Veracruz perdió la gubernatura y la mayoría de los municipios en este último estado. En los dos primeros está por verse si logran salirse con el fraude porque la alianza del PAN con Guillermo Anaya en Coahuila y Morena en el Estado de México seguramente que van a llevar la impugnación hasta los tribunales federales.
La otra lección conformada por estas elecciones es que ningún partido puede ganar solo, incluyendo el PRI quien sin sus aliados obtiene menos votos que sus opositores. De igual modo éstos solo con alianza pueden ganar al PRI y sus aliados, así quedó demostrado en las elecciones de Nayarit, Coahuila y Veracruz, sólo en el Estado de México, donde no hubo coalición el PRI se aferrará a quedarse con la gubernatura, situación que debe de sopesarse para definir las alianzas en el 2018 con tal de derrotar al PRI que representa a quienes quieren que el país siga siendo gobernado con la corrupción, el engaño, la justicia ciega, la ineficiencia y la colusión con la delincuencia que se les ha salido de control. Por eso es importante para los partidos opositores en la elección presidencial del año que viene que vayan pronunciándose a favor de una candidatura y gobierno de coalición.
La del domingo pasado fue una elección que mostró que para la elección presidencial el dinosaurio no se va a dejar morir, que será una elección muy difícil, un PRI con menos votos y aceptación social en el país, con partidos opositores con más fuerza, militantes y votantes, y disposición a las alianzas, será muy difícil que se imponga. En Guerrero ese es el escenario, y seguramente será uno de los estados en donde para el PRI será más complicado ganar, de ahí que desde ahora el PRI-gobierno ya empezó con las trampas al haber impulsado la aprobación de reformas a la ley electoral que impiden las alianzas en más del 30 por ciento de los municipios y distritos, y que se registren no más allá del mes de diciembre, de ese tamaño la seguridad de su derrota, del 70 por ciento, aun así, les vamos a ganar, preparémonos.
Vuela vuela palomita y ve y dile a: Toda la paisanada que no le busquemos mucho, si queremos sacar al PRI de la presidencia de la República, lo tenemos que hacer entre todos, la pluralidad del país así lo exige, hay que elegir el camino en donde somos muchos.