EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

La belleza del color en las aves cuesta

Octavio Klimek Alcaraz

Septiembre 17, 2022

Los pájaros cantores de colores únicos y brillantes corren un mayor riesgo de extinción y es más probable que sean comercializados como mascotas, según informa Rebecca A. Senior, investigadora de la Universidad de Durham, Reino Unido, y su equipo, en la revista Current Biology este 15 de septiembre (Rebecca A. Senior, Brunno F. Oliveira, James Dale, Brett R. Scheffers. Wildlife trade targets colorful birds and threatens the aesthetic value of nature. Current Biology, 2022; DOI: 10.1016/j.cub.2022.07.066).
Es conocido que un componente clave de la contribución de la naturaleza a las personas es el valor estético. Las especies carismáticas reúnen el apoyo público y refuerzan los esfuerzos de conservación. Sin embargo, un aspecto insidioso de la valoración de la naturaleza por parte de la humanidad es que el alto valor también impulsa el comercio de vida silvestre, que puede encabezar la desaparición de especies preciadas.
En el artículo se exploran los roles antagónicos del valor estético en la conservación de la biodiversidad mediante el uso de métricas novedosas de color para evaluar la estética de la radiación del gran orden de aves que abarca más de la mitad de las especies del mundo: las paseriformes con más de 5 mil 300 especies. Las paseriformes se identifican comúnmente como aves cantoras con colores llamativos e intensos.
En el artículo se identifican puntos críticos de color global para paseriformes y destacan la influencia del color en el comercio mundial de aves. El análisis del grupo de trabajo muestra que los trópicos son el centro mundial de aves coloridas: estas regiones albergan el 91 por ciento de las especies de paseriformes más coloridas y el 65 por ciento de las especies de paseriformes que muestran un patrón de color único. En el artículo se demuestra la fuerza del gradiente latitudinal en el color; incluso cuando se tiene en cuenta la mayor cantidad de especies en los trópicos, así la diversidad de colores en los trópicos eclipsa a todas las demás regiones.
Al mismo tiempo, un tercio de todas las especies de aves paseriformes se ven afectadas por el comercio de mascotas. Los traficantes apuntan de manera particularmente intensa a ciertos grupos relacionados. Por ejemplo, forman el núcleo de la crisis de los pájaros cantores del sudeste asiático. Además de las especies de color azul brillante, rojo o amarillo, las especies de color blanco brillante también están particularmente amenazadas. Un ejemplo clásico de esto es el estornino de Bali (Leucopsar rothschildi), que es completamente blanco excepto por el anillo ocular azul. En la naturaleza, los cazadores de pájaros casi lo habían aniquilado; hoy sobrevive sólo en unos pocos lugares. Y los cazadores furtivos incluso allanaron los criaderos para robar los valiosos animales.
Cuando disminuyan y/o se extingan las aves coloridas que actualmente se comercializan los cazadores de aves buscarán otras especies. Los investigadores identifican 478 especies adicionales en función de su coloración única, la mayoría de las cuales viven en los trópicos, y que podrían convertirse cada vez más en el foco de atención de los cazadores en el futuro. Junto con las especies comercializadas actualmente, suman un total de 1 mil 886 especies comercializadas, un aumento del 34 por ciento.
Dada la distribución del color y la asociación de colores únicos con la amenaza y el comercio, la regulación proactiva del comercio de aves es crucial para conservar la biodiversidad carismática, junto con el reconocimiento y la celebración de los puntos críticos de color.
Al modelar futuras extinciones en función del estado de amenaza actual de las especies, se predicen pérdidas localizadas de diversidad y singularidad de color en muchas comunidades de aves, lo que paradójicamente socava su valor estético y silencia la paleta de colores de la naturaleza. Esta pérdida de especies de aves de color conduce a una pérdida de valor estético, lo que a su vez hace que se pierda interés en conocerlas en la naturaleza, por ejemplo, a través del turismo de observación. Lo que va en detrimento de los ingresos de las personas que viven en los territorios donde se encuentran.
Es una triste ironía dialéctica recalco, que las personas valoren de manera estética a una especie de ave y se les busque conservar, pero pueda ser al mismo tiempo el motivo para que otras personas les atraiga poseerlas y por tanto se contribuya a su extinción. Encontrar un equilibrio entre ambas posiciones es una necesidad urgente en este planeta tan colapsado.