En Guerrero las carencias en salud, educación, servicios públicos e infraestructura urbana (por citar las más urgentes de resolver por parte de todos los gobiernos), han ocasionado que la brecha digital que sufrimos pase inadvertida.
No es usual ver movilizaciones ni bloqueos de vialidades, de ciudadanos o grupos organizados para exigir acceso gratuito a la red de internet, o que se instrumente atención a través del gobierno electrónico.
La prioridad ha sido pugnar por la solución de los satisfactores más elementales. Pero bajo esta lógica, la oscuridad que ocasiona esta noche digital limita adquirir nuevas capacidades, condición indispensable para el desarrollo personal, familiar o de toda una sociedad.
El imparable avance de las nuevas tecnologías de la información es desigual en las regiones del país, y crean una brecha digital que aisla a comunidades de difícil acceso, a obtener una mejor educación, nuevas ideas, tendencias e información, situación que les añade una vulnerabilidad tecnológica.
Después de Oaxaca y Chiapas, Guerrero es el tercer estado con mayor carencia en acceso a internet, como revela la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2021.
Chiapas es el estado con menor porcentaje de usuarios con respecto a su población con 46.1 por ciento, seguido por Oaxaca con 56.9 por ciento y Guerrero que tiene 61.4 por ciento de su población conectada.
No es un tema menor esta deficiencia, advierte Neftalí García Castro, investigador de la Universidad Autónoma de Guerrero. Guerrero: “La desigualdad social ocasionada por la brecha digital constituye un factor de vulnerabilidad y exclusión, debido a las repercusiones significativas de ésta sobre las actividades educativas, el acceso a la información, la competitividad de las empresas, el acceso de la población a los servicios públicos, el desarrollo de las zonas rurales, entre otros aspectos múltiples”, en su estudio La brecha digital como factor de vulnerabilidad y exclusión social en el Estado de Guerrero, México.
Recordemos que la pandemia por Covid 19 puso en evidencia que no estamos preparados para las clases en línea como se intentó, ante el confinamiento obligado. El ciclo escolar se vio en riesgo al no cumplir sus metas, incluso hubo deserción escolar.
Muchos padres de familia se vieron obligados a gastar sus escasos recursos económicos para que sus hijos se conectaran a través de los teléfonos inteligentes, y realizar las tareas que les dejaron.
Durante mi segundo periodo de gobierno hicimos gestiones para llevar a los municipios y comunidades el servicio gratuito de internet, sin embargo, no existía una política pública por parte del gobierno federal.
Los esfuerzos que hicimos quienes hemos gobernado Guerrero para llevar internet a las escuelas y plazas públicas, se quedaron cortos.
Con la llegada del presidente López Obrador, se puso en marcha el programa Internet Para todos, que utiliza la infraestructura de la Comisión Federal de Electricidad para dotar del servicio de internet como un proyecto social.
Así, la CFE tiene a su cargo la implementación del programa ‘Internet para el Bienestar’, que busca llevar este servicio a 20 millones de personas que habitan en zonas donde el acceso a esta tecnología es difícil.
“Los puntos para poder acceder al servicio de internet totalmente gratuito se encuentran en plazas públicas, parques, hospitales, centro de salud, escuelas, centros educativos, bibliotecas, unidades médicas rurales, edificios municipales, espacios comunitarios; además de puntos de Diconsa y Liconsa” (CFE Internet para el Bienestar: qué es, cómo funciona y cómo se accede gratis).
La gobernadora Evelyn Salgado se ha coordinado con el gobierno federal, y en un corte del pasado 23 de febrero de este año, informó que, hasta ahora, se han instalado 2 mil 926 puntos de acceso en las ocho regiones de Guerrero, con especial atención a las zonas de mayor marginación.
En conclusión: debemos terminar de una vez por todas con todo tipo de limitantes que ocasiona esta brecha digital, ya sean las tradiciones arcaicas o las brechas tecnológicas.
Tomemos conciencia, todos y cada uno de los sectores de nuestra sociedad, que las nuevas tecnologías pueden integrarnos a un mundo globalizado, donde ofertemos nuestros productos, nuestras artesanías, nuestra riqueza cultural e historia.
O de lo contrario, permanecer aislados, lejos de las oportunidades.

Del anecdotario

Aquella vez Celso, Guadalupe y Artemio salieron a las 6 de la mañana y se hicieron a la mar desde Las Peñitas. Llegaron hasta donde le llaman “La Línea”, donde cruzan las grandes embarcaciones de carga y las pequeñas lanchas parecen ser pequeñas hojas de un árbol en la inmensidad del mar.
Se les había acabado la comida y sólo se mantenía a base de tortillas frías que les sabían a gloria, y el agua prácticamente se les había agotado.
Por la noche se acurrucaban en el pequeño cayuco para resguardarse del frío y las adversidades del clima.
Habían visto ballenas, tortugas, pez vela, pez volador y diferentes especies marinas.
La pesca era floja, sólo que al tercer día cuando menos se lo esperaban, y después de tender la cimbra, un tiburón de cerca de 500 kilos había caído en la trampa y resultaba imposible subirlo a la pequeña lancha.
Celso, quien dirigía la operación, se la ingenió y gritando dijo: “Vamos a remolcarlo hasta la playa”.
Y la estrategia les funcionó. Cuando llegaron a Las Peñitas, los lugareños no daban crédito, unos decían que tenían pacto con el diablo y otros que Dios los había bendecido.
Yo creo que fue lo segundo.
La vida es así…