EL-SUR

Viernes 26 de Abril de 2024

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Opinión

La candidatura de Lula en Brasil y la amenaza judicial Gaspard Estrada*

Gaspard Estrada

Noviembre 29, 2017

El pasado lunes, el conductor de televisión del canal TV Globo, Luciano Huck, publicó un artículo en el periódico paulista Folha de São Paulo, donde anunció que desistía de ser candidato a la presidencia de Brasil en las elecciones de octubre del próximo año. Este anuncio, después de varias semanas de especulaciones en la prensa brasileña, viene a confirmar una situación que se está prolongando desde hace meses: la incapacidad del campo conservador para construir una candidatura viable para las elecciones presidenciales de 2018.
A raíz de su victoria aplastante en la ciudad de São Paulo a finales de 2016, el alcalde de esta ciudad, João Doria, fue ampliamente mencionado durante el primer semestre de este año como posible candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) al Palacio del Planalto (sede del ejecutivo federal en Brasil). Sin embargo, a pesar de la frecuencia de sus apariciones en los medios con políticos de diferentes partidos para hacerse notar más en el país, su nivel de intención de voto no ha aumentado. Por el contrario, su tasa de aprobación como alcalde de São Paulo ha ido a la baja desde mediados de año. De tal manera que al día de hoy, lo más probable es que el PSDB sea representado en las urnas por el gobernador del estado de São Paulo, Geraldo Alckmin, que ya fue candidato presidencial por ese partido en 2006, frente al entonces presidente Luis Inacio Lula da Silva.
Por su lado, el actual presidente, Michel Temer, intenta construir una candidatura a partir del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que congregue a la mayoría de los partidos de su coalición parlamentaria, con el objetivo de aislar al ex presidente Lula, líder del Partido de los Trabajadores (PT). Para ello, los estrategas de Temer esperan que la economía mejore durante el primer semestre de 2018, lo cual se podría traducir en una mejora de la aprobación gubernamental. Sin embargo, este nivel es tan bajo –se trata del presidente más impopular del mundo, con apenas 3% de opiniones positivas– que la hipótesis de una candidatura de Michel Temer es improbable al día de hoy. Para algunos analistas, la estrategia del gobierno consistiría en apoyar a un candidato más competitivo electoralmente, como podría ser el caso del gobernador Alckmin. El problema para Temer es que justamente los cuadros del PSDB, y en particular el ex presidente Fernando Henrique Cardoso, han querido distanciarse del actual gobierno a causa de su gran impopularidad. Desde esta perspectiva, parece difícil que el PSDB, en aras de tener mayor apoyo partidario, decida tener un discurso progubernamental en un momento en el que los brasileños han dejado claro su deseo de cambiar de orientación política.
Para el ex presidente Lula, esto no quiere decir que la elección esté resuelta. Hoy en día, el principal escollo que deberá afrontar es el de la justicia. El Ministerio Público federal y el juez federal Sergio Moro parecen estar decididos a condenar al ex presidente, a pesar de no disponer de pruebas fehacientes capaces de probar irregularidades supuestamente cometidas por Lula. En este momento, Lula apeló la sentencia condenatoria del juez Moro, ante la corte de apelación del estado de Curitiba. Sin embargo, para muchos queda claro que durante la campaña electoral los jueces de la Corte confirmarán la sentencia de Moro que da nueve años de cárcel a Lula, lo cual pondría la candidatura presidencial de éste en el limbo. En los círculos cercanos al ex presidente se menciona la posibilidad de que el candidato interponga un amparo ante la Suprema Corte para poder continuar haciendo campaña hasta el final, pero es difícil prever que pasará en caso de que la corte se lo niegue. Paradójicamente, la justicia, que ha tenido un rol cada vez más activo en la vida política de Brasil en aras de “limpiar el país de la corrupción que impera en la clase política”, se podrá convertir en un elemento de inseguridad durante la campaña.

* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París.

Twitter: @Gaspard_Estrada