EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

La Conferencia de las partes 22 en Marruecos

Octavio Klimek Alcaraz

Noviembre 12, 2016

La vigésimo segunda sesión de la Conferencia de las partes (Cop 22) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, así como la duodécima sesión de la Conferencia de las partes en calidad de reunión de las partes del Protocolo de Kioto se ha iniciado el pasado lunes 7 de noviembre y concluirá el próximo viernes 18 de noviembre en Marrakech (Marruecos), del 7 al 18 de noviembre de 2016. En esas dos semanas, de forma paralela, se hará la cuadragésimo quinta reunión de los órganos subsidiarios: el Órgano subsidiario de asesoramiento científico y tecnológico y el Órgano subsidiario de implementación. Asimismo, se celebra la segunda parte de la primera sesión del Grupo ad hoc del Acuerdo de París.
En especial, la cumbre está orientada, primordialmente, a lograr el desarrollo de las herramientas e instrumentos necesarios para la correcta puesta en marcha del Acuerdo de París. Si la Cop 21 en París fue la de la gran negociación, ahora la Cop 22 es la de las acciones concretas, la de los detalles prácticos (ver artículo El Sur del 24 de septiembre de 2016).
Por ello, están previstos una serie de eventos a lo largo de la cumbre, dirigidos a hacer avanzar la denominada Agenda de acción climática global (que ha reemplazado a la Agenda de acción Lima-París), la cual fue lanzada el pasado 8 de junio, por las dos “campeonas del clima”, Laurence Tubiana, embajadora francesa a cargo de las negociaciones sobre cambio climático, y Hakima El Haite, ministra delegada del Ministerio de Energía, Minas, Agua y Medio Ambiente de Marruecos. En la agenda se trata de continuar con las iniciativas de colaboración como parte de una acción de refuerzo en materia de mitigación y adaptación a nivel global, impulsando una mayor transparencia y seguimiento de resultados.
La agenda de trabajo de la Cop 22 es amplia y se diría un tanto dispersa. La lluvia de grupos y comités especializados, planes y programas es amplia y con ello el lenguaje de los acrónimos en inglés es un verdadero deleite; por lo que las dos semanas de intercambio de ideas y negociación se hacen cortos. A manera de ejemplo, se pueden comentar las siguientes prioridades de negociación para la Cop 22:
Se buscará apoyar las acciones llevadas a cabo a nivel nacional para aplicar las Contribuciones determinadas a nivel nacional para el Acuerdo de París. Al respecto es necesario que los países muestren que están poniendo en marcha políticas ambiciosas a favor del clima, de forma que se logren las Contribuciones determinadas a nivel nacional (finalmente reducciones de emisiones, así como de impulsar la adaptación y resiliencia ante el cambio climático), y se integren, de forma efectiva, en los planes de desarrollo nacionales. Es decir, las Contribuciones determinadas a nivel nacional pueden articular e integrar las acciones a favor del clima y el desarrollo sostenible.
Se hará balance del trabajo realizado durante 2016 por el Fondo de Adaptación, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial y Fondo Verde para el Clima, que cumple su primer año operativo. En dicho sentido, se celebrará el Segundo diálogo ministerial de alto nivel sobre financiación climática y la posible presentación de la hoja de ruta, mandato de la Cop 21 de París, que los países desarrollados tienen que realizar para alcanzar el objetivo de dotar de 100 mil millones de dólares anuales al Fondo Verde para el Clima en el 2020. La hoja de ruta debe de manera clara incorporar en su revisión que el monto esté dirigido de forma transparente y con rendición de cuentas, a comprometer los recursos para atender los crecientes impactos climáticos adversos en países en desarrollo.
Se propone desarrollar los términos de referencia del Comité de París en fortalecimiento de capacidades (Paris Committee on Capacity Building, con el objetivo de lograr una mayor coherencia y coordinación en las actividades de transferencia de conocimientos, así como concluir la tercera revisión del marco de aplicación para el fortalecimiento de capacidades en países en desarrollo. Se trata de cómo promover el apoyo financiero, tecnológico y el fortalecimiento de capacidades pre y post-2020.
Se continuará con la Agenda de implementación en materia de adaptación, donde se tratarán, entre otras cuestiones, los avances en la formulación de Planes nacionales de adaptación, el Programa de trabajo de Nairobi, el Programa de trabajo del grupo de expertos de los países menos adelantados, o la revisión sobre el progreso y desarrollo de las tareas del Comité de Adaptación.
Asimismo, se quiere revisar el Mecanismo internacional de Varsovia en daños y pérdidas, para compensar a las comunidades que sufren desastres climáticos, se hará la revisión de sus términos de referencia, incluyendo estructura, mandato y efectividad del mismo. En mensaje de organizaciones no gubernamentales, este finalmente será un instrumento fundamental para señalar que se respeta la justicia climática, que se contribuye solidariamente en la reparación de daños y que se garantiza la decencia en la gobernanza internacional del cambio climático.
Entre otros temas adicionales, es posible que se intente adoptar una declaración política sobre la agricultura, en particular, en relación con adaptación y financiación. Asimismo, se presentará el Plan de acción de la estrategia 5+5 del agua del Mediterráneo Occidental, que permitirá poner en marcha actuaciones clave para el desarrollo de políticas nacionales en los distintos ámbitos de la gestión integral del agua.
Con la entrada en vigor de los Acuerdos de París el pasado 4 de noviembre se llega a Marruecos con la idea de lograr un futuro diferente para la humanidad de emisiones de carbono en balance cero y de gran resiliencia ante el cambio climático. Finalmente, la lucha contra el cambio climático es también una lucha contra la pobreza y la desigualdad de este mundo. Por eso hay tanto interés entre los sectores económicos y políticos más retrógrados en negar la evidencia científica del cambio climático. Se esperaría que su blindaje sea suficiente en los próximos cuatro años, para que los resultados de las elecciones presidenciales en Estados Unidos sean mitigados y nos adaptemos a ellos.