Marcial Rodríguez Saldaña
Noviembre 01, 2018
La ampliación del servicio aeroportuario en la Ciudad de México, debido a la saturación del actual, ha propiciado un interesante debate nacional sobre el tema, respecto del cual conviene reflexionar para analizar sus aspectos fundamentales.
1.- El debate sobre el aeropuerto de Texcoco ha servido para consolidar la vida democrática del país en razón de que ha sido un tema de mucho interés nacional en los medios de comunicación de todas las tendencias ideológicas y políticas, en donde se han expresado con absoluta libertad todos los editorialistas. Ha contribuido para que múltiples equipos de especialistas hayan elaborado estudios técnicos que sirven de base para tener elementos de información relativa a la atención y solución a este problema, pero sobre todo ha sido muy útil para que el pueblo se informe y participe en todos los asuntos de la nación, especialmente los más relevantes, de tal manera que la democracia representativa-autoritaria que hemos padecido hasta ahora en donde unos cuantos representantes –muchos de ellos ilegítimos– han tomado decisiones que afectan a la mayoría del pueblo que formalmente representan, pero que en realidad obedecen a grupos de interés minoritarios, a factores reales de poder, por lo que es indispensable habituar a los ciudadanos a ejercer directamente la soberanía para dar paso una democracia participativa.
2.- Democracia participativa. La participación directa del pueblo en los asuntos públicos no se reduce solamente a votar para elegir representantes, sino que ha sido una práctica común en los países europeos, en Canadá, Estados Unidos a nivel local y en América del Sur, lo que ha permitido al pueblo tomar decisiones trascendentes en la vida pública como el plebiscito en Chile realizado el 5 de octubre de 1988, que tuvo como resultado el fin de la dictadura de Augusto Pinochet y el inicio de la transición democrática en ese país; el que se llevó a cabo en España el 6 de diciembre de l978 para ratificar la Constitución; el efectuado el 21 de abril de 1993 en Brasil para decidir entre un gobierno monárquico o republicano y entre un régimen presidencial o parlamentario; o los que se hicieron para configurar la Unión Europea y los que se aplicaron para la aprobación del uso legal de la mariguana en muchos estados de la Unión Americana.
3.- Formalidad legal de la consulta. Las consultas populares pueden tener dos características: una, aquellas que se promueven con base en los procedimientos formales que generalmente son muy rigurosos; y otra las que promueven ciudadanos, organizaciones no gubernamentales o como en este caso un gobierno de transición que tienen procedimientos más flexibles. Entre este tipo de consultas hay que recordar la que llevaron a cabo un grupo de ciudadanos y asambleístas del antiguo Distrito Federal –hoy Ciudad de México– el 21 de marzo de 1993, en donde preguntaron si los ciudadanos de esa entidad deberían elegir a sus gobernantes y si estaban de acuerdo en que se creara una entidad federativa lo que contribuyó en forma determinante a que posteriormente los ciudadanos de la capital del país eligieran por voto popular a sus representantes, fuese una entidad federada autónoma y tengan su propia Constitución. En Chilpancingo, capital de Guerrero, en el periodo 1989-1992 se promovió–sin las formalidades legales– una consulta sobre el tema del agua potable.
4.- Aeropuertos y consultas. La consulta sobre el aeropuerto de Texcoco no es la primera que se hace sobre aeropuertos en el mundo. En septiembre de 2017 la del aeropuerto de Berlín-Tejel, en la cual perdió el gobierno la votación y se mantuvo el viejo aeropuerto; la del aeropuerto Notre-Dame-des-Landes, Francia, en junio de 2016, se llevó a cabo con un resultado de 55 por ciento a favor de continuar la nueva obra, sin embargo la mayoría de los ciudadanos cercanos al aeropuerto votó en contra lo cual obligó al gobierno a suspender su construcción; la del nuevo aeropuerto en Kansas City, Estados Unidos, donde se preguntó al pueblo si estaba de acuerdo en la construcción de un nuevo aeropuerto –lo que implica demoler las terminales existentes– a lo que la mayoría contestó que sí y está en proceso su edificación.
5.- La consulta que promovió AMLO como representante del gobierno de transición es un mecanismo de impulsar la democracia participativa, no se inscribe en las formalidades legales del antiguo régimen de democracia representativa-autoritaria. AMLO como presidente electo y ya pronto en funciones, no está obligado a obedecer proyectos auspiciados por Peña Nieto en el entorno de múltiples intereses de corrupción. En su condición de inminente jefe de Estado, con la robusta legitimidad que ha recibido del pueblo, tiene las facultades de iniciar sus propios proyectos que le mandató el pueblo de México. La consulta sobre el aeropuerto no es un asunto formal, es un tema de significativa trascendencia para la vida pública de nuestro país que se vincula necesariamente con la Cuarta Transformación de México, la cual se debe sustentar en la máxima democracia participativa.
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