Marcial Rodríguez Saldaña
Octubre 19, 2007
La vida pública es el espacio que envuelve la naturaleza política del ser humano, del zoom politicon como le llama Aristóteles, de
su lugar en la polis como le llamaban los griegos o en la civitas como le llamaron los romanos.
Las lucha y defensa de los derechos consustanciales al ser humano, ha sido la luz que guiado a los pueblos en busca de su
libertad; aún en las más atroces dictaduras, imperios, monarquías o regímenes políticos totalitarios, la libertad de pensamiento y
de expresión ha sido defendida como un derecho inalienable.
En la democracia como sistema político de vida a la que aspiran todos los pueblos del mundo en el siglo XXI, existen valores
inherentes que los demócratas estamos obligados a defender, entre ellos la libertad de prensa; por eso llama la atención que
Alberto Torreblanca Galindo hermano del gobernador de Guerrero, interponga una demanda en contra de un periódico como El
Sur y de cinco reporteros por supuesto daño moral.
De acuerdo con el seguimiento de la información, un grupo de empresarios de Chilpancingo hicieron señalamientos en el sentido
de que el hermano del gobernador era socio de empresas beneficiadas por contratos del gobierno de Guerrero, y ésta es la causa
de la demanda.
Los medios de comunicación tienen como función la de informar a la sociedad, ser la voz de todos los sectores que la conforman,
y la pluralidad es parte esencial de su labor; cuando un medio parcializa su información en especial a favor del poder público,
pierde su naturaleza. Por ello no debe extrañar que El Sur haya publicado una nota surgida de una declaración de un grupo de
empresarios de Chilpancingo, y la veracidad de la noticia no le corresponde probarla al periódico, que es sólo un medio de
información.
El hecho de que haya una demanda interpuesta por un hermano del gobernador en contra del periódico El Sur, le da un carácter
público al asunto. Quizá en Suiza, Finlandia, Noruega, Suecia o Dinamarca, en donde existen instituciones de Estado consolidadas
no pasaría nada, pero en México, en Guerrero, en donde tenemos instituciones muy frágiles, sujetas no a las leyes sino a los
factores de poder extralegales, sí cobra relevancia.
En este caso, todavía el Poder Judicial del estado de Guerrero mantiene una dependencia institucional del gobernador, pues es
éste quien propone y designa a los magistrados – generalmente con la ratificación del Congreso– quienes a su vez nombran a los
jueces. Un juez que aspira en algún momento a ser magistrado y que sabe que quien lo propone es el gobernador ¿qué actitud
toma en una demanda en donde es parte el hermano del gobernador? ¿Habrá garantías de imparcialidad en un proceso judicial?
La familia de un gobernante no puede mantenerse al margen del entorno del poder que detenta, ajena a la vida pública, a la
polis, a la civitas, su responsabilidad es contribuir a que el gobernante cumpla con creces la responsabilidad que el pueblo le
encomienda, pero en nada ayuda al gobernador, un hermano que presenta querellas judiciales contra un medio de comunicación,
propiciando un conflicto más.
Por ello, esta demanda es un grave desacierto, pues independientemente de que el gobernador haya sido enterado, o de que
haya dado su anuencia para presentarla, el efecto que produce es negativo hacia el ejecutivo del Estado, porque ante la opinión
pública aparece como un acto de revanchismo y venganza desde el poder en contra de un medio de comunicación. El asunto del
señalamiento de los empresarios hacia el hermano del gobernador, pudo y puede resolverse mediante las aclaraciones en el
mismo medio de quien se considera el afectado por daño moral, pero no en los juzgados.
La libertad de expresión es un derecho inherente a la democracia, en donde el pluralismo de la ideas es uno de sus valores más
importantes, pero cuando desde el poder se pretende inhibirlo, lo que en realidad se atropella es la propia democracia; ojalá que
haya la sensibilidad para rectificar; Guerrero necesita de mucha conciliación política, de atemperar los enfrentamientos entre el
poder público y cualquier sector de la sociedad, requiere de hacer mucha política, política renovadora para armonizar los
intereses tan diversos de una sociedad plural que busca un mejor destino.