EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

La disputa política por Cataluña

Gaspard Estrada

Octubre 11, 2017

El día de ayer, a una semana del controvertido referéndum sobre la independencia, el presidente de la Generalitat (la autonomía que administra Cataluña), Carles Puigdemont, hizo un pronunciamiento político importante en el parlamento catalán. En primer lugar, declaró que allí se vive una crisis europea, y no sólo un conflicto entre España y Cataluña, con el objetivo de internacionalizar la crisis y aumentar la presión sobre el jefe de gobierno Español, Mariano Rajoy. De hecho, durante los últimos días Carles Puigdemont realizó una serie de llamados a una mediación internacional, lo cual fue tajantemente rechazado por Rajoy, así como por la Comisión Europea y los países miembros de la Unión Europea, que temen una dislocación de esta alianza regional en caso de una independencia unilateral de Cataluña. El viernes pasado, el gobierno de Suiza dejó entender que podría jugar un papel como mediador, antes de cambiar de posición y respaldar a los gobiernos de la UE.
En segundo lugar, Carles Puigdemont dijo que la Generalitat tendría como objetivo la independencia de Cataluña. Sin embargo, declaró que suspendería este acto en aras de tener una negociación con el Estado español. Para algunos, en particular en el seno del partido independentista CUP, esta decisión del jefe de la Generalitat no debió haber ocurrido. Por el momento, queda claro que busca crear una correlación de fuerzas que sea favorable al gobierno catalán. Es por eso que, justo después del mensaje político de Carles Puigdemont, el jefe de gobierno español, Mariano Rajoy, consideró como “inadmisible” la propuesta del jefe de la Generalitat, basándose para ello en la línea discursiva que ha venido adoptando desde el principio de la crisis, es decir el “respeto a las leyes”. Desde esa óptica, el referéndum del pasado 1 de octubre siendo ilegal, no dispone de una legitimidad y sobre todo de un respaldo legal para ser aplicado. Si bien ese discurso perdió terreno durante la semana pasada a raíz de las imágenes de represión de los catalanes que iban a votar a manos de la policía civil española, la reacción del empresariado catalán ha sido más que negativa en estos últimos días. La mayoría de los bancos con sede en Barcelona, como Sabadell o Caixa, han decidido mudar sus sedes a otras ciudades de España, de la misma manera que otras grandes empresas asentadas en Cataluña. La editorial Planeta, la mayor editora en lengua española del mundo y séptima a nivel mundial, está analizando salir del territorio catalán en caso de que la independencia unilateral se lleve a cabo.
En efecto, las consecuencias para la economía de Cataluña, como de España y de la Unión Europea serían importantes si la voluntad política de Carles Puigdemont y su coalición prospera. Por la voz de su vocero, la Comisión Europea ha anunciado que Cataluña perdería su condición de Estado miembro de la Unión Europea “automáticamente” después de su independencia, en dado caso de que ésta se consume, de tal manera que Cataluña no tendría acceso al mercado único ni al espacio Schengen, que permite la libre circulación de las personas dentro los países que ratificaron ese acuerdo, ni mucho menos a la moneda regional, el euro. Para las empresas previamente mencionadas, tener su sede en una ciudad que potencialmente puede quedar fuera de la Unión Europea constituye un riesgo que difícilmente pueden correr: de ahí las presiones de los medios empresariales en contra de las iniciativas de Puigdemont y su coalición.
Según algunos analistas, es probable que Mariano Rajoy invoque hoy el artículo 155 de la Constitución Española, que permite al gobierno central “tomar las medidas correspondientes para obligar” al gobierno autonómico a cumplir “con las obligaciones que la Constitución u otras leyes le imponen”. Sin embargo, sin una salida política consensuada, la crisis que sacude Cataluña continuará. Será definitoria no sólo para los catalanes, sino que lo será también para los españoles, y de manera más amplia, para los europeos.

* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París.
Twitter: @Gaspard_Estrada