EL-SUR

Viernes 26 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

La elección de Mauricio Claver-Carone a la presidencia del BID

Gaspard Estrada

Septiembre 17, 2020

 

El pasado fin de semana, la Asamblea de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se reunió de manera virtual, para elegir a su próximo presidente. Y, como era previsto por los analistas, el candidato de Estados Unidos, Mauricio Claver-Carone, fue elegido por 30 países accionistas del banco, cuyo capital corresponde al 66.7 por ciento del total. De tal manera que Donald Trump logró su objetivo: imponer a un estadunidense como presidente del principal banco regional de desarrollo del mundo, rompiendo así la regla informal vigente desde el fin de la segunda guerra mundial, que atribuía la dirección general del Fondo Monetario Internacional a un europeo, la presidencia del Banco Mundial a un norteamericano, y la del BID a un latinoamericano. En un tiempo de redefiniciones políticas, económicas y sociales de primer orden, se podría pensar que este tipo de arreglos diplomáticos podría pasarse por alto: sin embargo, como lo veremos, la llegada de este ex asesor de Donald Trump para América Latina dice mucho sobre el estado de América Latina el día de hoy, y es el presagio de tiempos complejos para la cohesión económica y social de la región.
Y es que esta imposición de Washington generó una avalancha de críticas, en América Latina, en Europa, así como en Estados Unidos y en Asia. En efecto, durante la presidencia de Donald Trump, Mauricio Claver-Carone fue el artífice, desde la Casa Blanca, de la política norteamericana hacia Latinoamérica, en particular hacia Venezuela, Cuba y Nicaragua. Por el contrario, Claver Carone se interesó muy poco en la agenda bilateral entre México y Estados Unidos –de hecho, la embajadora de México ante Estados Unidos, Martha Bárcena, demoró meses antes de ser atendida por Claver-Carone, durante su paso por el consejo de seguridad nacional de la presidencia de Estados Unidos. En efecto, el padrino político de este último, el influyente senador republicano, Marco Rubio, apostó a la radicalización de la agenda de Estados Unidos contra estos tres países para conseguir movilizar a sus bases electorales –en Florida–, en particular en condados del sur del estado, donde la población de residentes cubano-americanos y venezolano-americanos es mayor. Claver-Carone, desde la sede de la presidencia norteamericana, se movilizó para ello, con los (malos) resultados que ya conocemos para la región.
Es por ello que personalidades de derecha como de izquierda, de Juan Manuel Santos (expresidente de Colombia) a Felipe González (expresidente de España), pasando por Robert Zoellick (expresidente del Banco Mundial) y Vicente Fox, pasaron a defender la postergación de la asamblea de gobernadores de BID, ante la avasalladora campaña implementada por Washington para imponer a su candidato, que incluyó, según el ex canciller peruano Rafael Roncagliolo, la compra de votos por parte del gobierno de Estados Unidos.
Sin embargo, la estrategia de postergación, impulsada principalmente por el gobierno argentino, terminó sin materializarse. Si bien en un primer momento, los gobiernos de Chile, Costa Rica y México habían expresado públicamente su intención de respaldar la iniciativa de Buenos Aires –lo que había animado a varios gobiernos europeos que también son accionistas del BID, como Francia, España, Italia y Alemania, a oponerse a la maniobra de Donald Trump – el gobierno de Andrés Manuel López Obrador dejó entender poco tiempo antes de la elección que finalmente participaría en la asamblea de gobernadores. Al hacerlo, México rompió su acuerdo con el gobierno argentino, al tiempo que permitió que Claver-Carone sea electo como presidente del BID. Visto desde el sur del río Usumacinta, este cambio repentino y no explicado de nuestro país generó sorpresa y molestia. Para muchas personalidades latinoamericanas implicadas en esta elección, este giro repentino de la posición de México fue vivido como una “traición”. Esperemos que esta decisión no se traduzca en un cambio de las orientaciones de política exterior del gobierno de México.

* Director ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París

Twitter: @Gaspard_Estrada