Arturo Martínez Núñez
Julio 26, 2022
Morena realizará este fin de semana la elección de sus consejeros estatales y congresistas nacionales en medio de un cúmulo de protestas por lo extraño del proceso y la poca claridad de las reglas.
Después de años de disputar que si el padrón X era el bueno o que la afiliación Y era la correcta, Morena se lanzará a una elección donde aquellos que acudan podrán al mismo tiempo reafirmar su membresía o manifestar su deseo de militar en nuestro instituto político. La democracia total y absoluta, sin restricción de ningún tipo para todo aquel que esté dispuesto a formarse y entregar el formato indicado. La democracia de la movilización de masas. La democracia de las estructuras y los grupos organizados; la democracia de “chifla más el que come más pinole”. La democracia desde los palacios de gobierno; la democracia donde no se puede hacer campaña pero si se puede acarrear.
Morena deambula extraviada como formación política. No así como frente electoral y de lucha política. Los dirigentes son meras correas de transmisión o empleados de los poderes reales de cada entidad.
¿Y la ideología? Bien, gracias: no mentir, no robar y no traicionar. ¿Pero y nuestra posición ante la interrupción legal del embarazo o los derechos plenos para los grupos vulnerables? Bien, gracias: no mentir, no robar y no traicionar. ¿Y no que en Morena están prohibidos los grupos y las corrientes? Ah sí: no mentir, no robar y no traicionar; con el pueblo todo y sin el pueblo, nada.
Flaco favor le hacemos al Movimiento y al Presidente de la República siendo abyectos en lugar de críticos; siendo aplaudidores en lugar de analíticos; siendo borregos en lugar de dirigentes.
Me niego a entrar en una guerra de acarreo y cooptación. En contra de eso luchamos desde la izquierda muchos años como para venir ahora a ser una mala copia del tricolor.
Malditos sean aquellos que utilicen los recursos del pueblo en beneficio de sus intereses o de los de grupo.
No somos iguales, dice el presidente de la República y lo suscribo: no, no somos iguales. Aquellos consejeros que resulten electos, lo serán con la sombra de la duda y la corrupción. Tendrán padrinos y madrinas. No serán hombres y mujeres libres sino testaferros del poder.
Hay que alzar la voz ahora y decir con claridad: compañeros, no somos iguales. No es por ahí. No nos convirtamos en una caricatura del viejo PRI, rescatemos a nuestro Movimiento de las garras de los de siempre. No, efectivamente no somos ni seremos iguales. Habemos muchas y muchos que seguimos prefiriendo morir de pie que vivir de rodillas.
“El pueblo no es tonto; tonto es aquel que piensa que el pueblo es tonto”. Andrés Manuel López Obrador, Presidente de la República.