EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

¡La Gran Argucia!

Héctor Manuel Popoca Boone

Julio 16, 2022

¿Alguien ha visto a Vicente Suástegui Muñoz?

No es sino hasta ahora, cuando los diputados locales del PRI, Héctor Apreza Patrón y Gabriela Bernal Reséndiz, reconocen en forma pública “la grave omisión institucional e ilegalidad histórica” cometida por la 63 legislatura de Guerrero; al tener en tardanza de casi un año, la designación del Titular de la Auditoría Superior del Estado, sin que haya alguna razón grave que lo impida.
Con esa confesión, el Congreso local se coloca como cómplice culposo, de aquellos ex gobernantes y expresidentes municipales sureños corruptos, que no les conviene rendir cuentas públicas veraces, de la aplicación del erario gubernamental que tuvieron bajo su responsabilidad. Necesitan tiempo para parchar sus entuertos financieros. El Congreso local anómalamente se los sigue obsequiando a través de la que yo denomino, “La Gran Argucia”. Los están encubriendo. Culpables directos son los miembros de la “Jucopo”; y en específico, los integrantes del triunvirato que la controlan, portando los emblemas de Morena, PRI y PRD. ¡Uf!
Con “La Gran Argucia” que implementaron estos diputados locales, junto con “ex gobernantes, estatal y municipales, causantes del desastre financiero”, han obstaculizado seriamente el combate a la corrupción y la impunidad institucional en estos doce meses anteriores. Ellos, son los aboneros más conspicuos para que en Guerrero siga vigente un activo y muy funcional “Sistema Estatal de Corrupción e Impunidad. S.A. de C.V.”
La extraordinaria negligencia de la 63 legislatura estatal, ha otorgado un tiempo inmerecido a los gobernantes salientes, causantes del descomunal déficit financiero que hoy en día hay en las arcas públicas y que tiende a agravarse. Todo, con la finalidad de que limpien el cochinero que dejaron en las finanzas públicas. Esa es una causa principal por la que se mantiene deliberadamente acéfala a la ASE. De por medio, hay de facto un pacto político.
Por otra parte, hay facultades que “la encargada del despacho” del ASE, no pude arrogarse con validez jurídica, de acuerdo a loque estipula la ley número 468 de Fiscalización Superior y Rendición de Cuentas del Estado de Guerrero, donde en su artículo 86, se señalan atribuciones previstas a favor del Titular de la ASE, “QUE SON DE SU EJERCICIO EXCLUSIVO y, por tanto, no podrán ser delegadas”.
En verdad que lo que está provocando la actual actitud perversa de la 63 legislatura, es dañar el patrimonio público del Estado de Guerrero. Constituye algo inaudito, que no se había visto antes. Como Gobernador Moral de Guerrero exijo que ¡se vayan a sus casas! (salvo honrosas excepciones); y dejen de parasitar dentro del poder institucional, bajo el cobijo de una seudo actividad legislativa. Una vez más, han dado pruebas fehacientes que representan y defienden intereses facciosos y no los supremos del pueblo guerrerense. En este asunto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación dictará la última palabra pronto.
Desde antiguo, la ASE ha sido el domesticado instrumento idóneo, a través del cual, soterradamente, los gobernantes en turno cuidan sus cuentas sobre cómo aplicaron el erario público durante su gestión. Los auditores, afines políticamente, deben ver que estén, contable y documentalmente, bien encuadradas; aun cuando de hecho, no guarden razonablemente la pulcritud debida. Los auditores especiales de la ASE, son designados bajo compromisos políticos pactados; tanto los que auditan a los tres poderes gubernamentales, a las instituciones del sector descentralizado y entidades autónomas, así como a los ayuntamientos.
Ellos se avocan a detectar irregularidades, para inmediatamente comentarlas con el titular de la institución auditable; y así llegar a algún entendimiento que permita no ser tan riguro$o el dictamen respectivo. La ASE es una mina de oro; codiciada por todos los partidos políticos y gobernantes que están o estuvieron en el poder estatal o municipal. Les da la oportunidad al auditor superior (puede durar en el cargo ¡hasta 14 años!), como a los demás auditores, de un enriquecimiento súbito, sin dejar huella de su práctica ilícita; además de intercambiar favores políticos, al cubrir las espaldas de aquellos quienes les agradó tener crecidas las uñas, durante sus periodos administrativos. Doble ¡Uf!
Así pues, una de las causas principales de la anormal demora en la designación del titular de la ASE, radica en darles tiempo al gobernante estatal saliente y a los municipales respectivos, para limpiar sus cuentas públicas y se las dictaminen benévolamente, antes de remitirlas para su aprobación definitiva a la plenaria del Congreso local. En eso consiste “La Gran Argucia” implementada para la rendición de cuentas públicas” en Guerrero. Triple ¡Uf!

PD. Uno ya no sabe qué es peor para Guerrero: si la delincuencia organizada de cuello blanco o la de collar áureo.

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