EL-SUR

Martes 30 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

La impronta de El Sur en Guerrero

Héctor Manuel Popoca Boone

Mayo 06, 2023

¿Qué es lo más importante para tu persona, papá? Trascender la circunstancia que te rodea, hijo.

Con 30 años de faena diaria, podemos afirmar que, como periódico impreso estatal, El Sur ha trascendido y ha dejado huella existencial, activa, incitadora y propositiva, en estas tierras del sur. Se ha vuelto un instrumento cotidiano de información escrita, de obligada lectura y referencia, para todos; incluso para las fuerzas armadas, a fin de complementar la información que, sobre Guerrero, les proporciona “Pegasus”. Es guía básica en el quehacer cotidiano de los sujetos sociales que incursionan públicamente en los ámbitos guerrerenses de lo político, económico, socio-cultural y ambiental.
Ese esfuerzo de tres décadas que realizan en forma inclaudicable, constante, disciplinada, metódica e insobornablemente un equipo de experimentados periodistas, eleva a “El Sur” a la categoría de “icono” del periodismo impreso de gran cobertura en Guerrero. Lo importante a subrayar es que no nació en “pañales de seda”, como producto de querencias de gobernantes interesados u otros personajes empoderados en los ámbitos: económico, religioso, territorial o ideológico (Galbraith dixit). O de la delincuencia organizada, que es lo que está en boga.
Lo trascendental se forja desde los cimientos y no desde las techumbres; nunca al revés. He ahí la diferencia entre lo perdurable y lo efímero. Emergió desde abajo, por la voluntad explícita de una pléyade de sencillos editores dotados de mucha ética profesional, donde les pudo más su intención de aportar socialmente una mayor y mejor conciencia colectiva a sus paisanos, en tierra de grandes y fuertes desafíos y, por ende, generadora de graves y delicados compromisos sociales. Son protagonistas bien nacidos, ideológicamente bien definidos con los guerrerenses más desprotegidos; otorgándoles un valioso instrumento testimonial y de información, cierta y certera, sobre el grado de vulnerabilidad de su realidad circundante configurada a partir de las cotidianas violaciones a cualesquier de sus derechos humanos.
No ha sido fácil para los fundadores y hacedores de El Sur llegar hasta sus 30 años de existencia y no serán tersos los que siguen. Los obstáculos que han enfrentado y superado suelen ser de tal naturaleza que solo son propios de aquellos dotados de sólidas convicciones e ideales que viven y transpiran un periodismo incorruptible, veraz y objetivo. Y a la vez plural… hasta cierto punto.
Mujeres y hombres del periodismo, buscadores y luchadores de la veracidad integral y total de los acontecimientos acaecidos, a pesar de los costos humanos y materiales que puedan derivarse de tan importante misión.
Testigos gráficos son las fotos de los impactos de balas de grueso calibre en la fachada de sus oficinas en Acapulco –con claros fines de amedrentamiento; agresiones criminales sucedidas en los tiempos de la primera administración estatal emanada de un partido político de izquierda institucional. O el trato déspota y de intencional asfixia económica hecho por algunos gobernantes priistas.
Practicantes tozudos de la tinta, del papel y lo digital, demuestran un día sí y otro también, su vocación de enaltecer virtudes y desnudar vicios sociales, de quien fuere. Pretendiendo ser partícipes del enderezamiento de entuertos en este sufrido estado que está envuelto en trasformaciones y deformaciones que históricamente se dan en forma desigual y combinada. (Trotsky, dixit).
El contenido y el parte informativo que rinden a la sociedad guerrerense cada 24 horas, junto con el peso específico que le otorgan al espectro de los temas tratados, lo configuran como aliado de las mejores causas sociales, ante los impedimentos para lograr una civilidad armónica y progresista, de sana convivencia social; pero sin dejar de exponer las lacras, de todo tipo, que pululan por doquier.
Aparte, rinden cuenta de los desastres naturales provocados por los sismos y los huracanes. Están también los grandes déficits en el respeto de todos los derechos humanos de todos. Problemas y carencias estructurales ancestrales, que en mucho permanecen inalterables; o tantito peor, devienen peor.
Pero los malos gobiernos estatales y municipales, han sido en lo humano contemporáneo, los principales causantes de nuestros infortunios, ergo, han sido los principales malquerientes de El Sur. Los politicastros son objeto de exhibición, por sus acciones y dichos falsarios públicos que, al poco rato, los convierten en preclaros aboneros del “Sistema Estatal de Corrupción e Impunidad. S.A. de C.V.; así como de la práctica perniciosa de la simulación, la hipocresía y el cinismo desvergonzado. Vicios de la falsaria clase política institucional, que ha desgobernado al pueblo por muchos años hasta la fecha. (Con las excepciones de rigor).
Pasan también por su escrutinio periodístico, politicastros surgidos de todos los partidos políticos, mismos que con su conducta errónea y demagógica se auto provocan un desarraigo social profundo; alejándose de una realidad lacerante que les queda muy grande. Todo por vivir, comodinamente, en burbujas de protección y áreas de confort individual, creadas a costa del presupuesto público que es de pertenencia popular y no para el goce semi privado de minorías privilegiadas.
No escapan tampoco a esos enquistamientos negativos, los comportamientos de caciques de variada naturaleza, de ciertos empresarios inescrupulosos en sus ambiciones económicas y de algunos seudo líderes de trabajadores y campesinos, sempiternos y vividores denominados acertadamente “lucradores sociales”, que suelen ser verdaderos bloques de granito que cargan sobre sus espaldas los trabajadores manuales e intelectuales sureños.
No se bajará el telón que da luz al arco iris de datos que cotidianamente nos ofrece El Sur, mientras estemos empecinados en ser “los primeros de lo peor”, como dijera cínicamente un ex gobernador fallido y de triste memoria.

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