EL-SUR

Martes 23 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

La jornada electoral extraordinaria de Tixtla

Silvestre Pacheco León

Diciembre 06, 2015

Antes del 29 de noviembre, las y los integrantes del consejo local del INE compartíamos la impresión de que la jornada extraordinaria de Tixtla se desarrollaría dentro de la normalidad en la que el crimen organizado es el nuevo ingrediente, pero sin los sobresaltos del amago de boicot por parte de las organizaciones sociales que el 7 de junio provocaron su anulación.
A sabiendas del toque de queda que impera en el municipio y del temor en el que viven sus habitantes por la disputa del territorio entre las bandas delincuenciales, un poco nos puso nerviosos el repudiable asesinato de los cuatro policías comunitarios ocurrido en la última semana de noviembre.
Cuando conocimos esos hechos inmediatamente recordamos que apenas unos días antes, en una reunión que los consejeros locales del INE compartimos con miembros del Consejo General que visitaron Tixtla, celebrando la reciente normalidad democrática, alguien dijo que toda la tranquilidad que se respiraba entonces para llevar a cabo la elecciones, podía cambiar en cualquier momento.
Sin embargo, y pese a los nuevos llamados al boicot electoral de parte de uno de los dirigentes de la CRAC, en esas circunstancias prevaleció la idea de darle una oportunidad a la ciudadanía tixtleca que aparecía más madura y mesurada que los propios militantes partidistas.
Cuando llegó la fecha de la jornada electoral, el INE había cumplido la meta de capacitar a los 371 funcionarios de las 53 mesas directivas de casilla responsables de recibir la votación de sus vecinos, y habilitado a los supervisores electorales responsables de acompañarlos hasta la sede distrital con los paquetes de votos que darían cuenta de la participación ciudadana.
Por desgracia fueron nuevamente los partidos los que volvieron a formarse a la zaga de los avances democráticos sumidos en una confrontación de dimes y diretes en las sesiones de los consejos electorales, acusándose de vicios detestables como la compra de votos aprovechando la pobreza de las familias que sufren el atrasado modelo de desarrollo que enriquece a los pocos y empobrece a los más.
El día de la jornada electoral los funcionarios de las mesas de casillas llegaron a su lugar desde las siete de la mañana cargando la papelería electoral y el mobiliario requerido para recibir a los votantes.
A la hora de su apertura faltaron a su cita 16 funcionarios integrantes de las mesas directivas, unos por problemas de salud, otros porque se les hizo tarde, pero eso no fue obstáculo para impedir su tarea echando mano de los ciudadanos formados a esa hora en la fila de votantes.
A las 10 de la mañana, después de un receso de dos horas en el consejo local del INE se recibió el primer reporte dando cuenta de la instalación del cien por ciento de las casillas sin incidentes.
Poco después arribó al consejo en visita de cortesía el titular de la Fepade, Jesús Zamora Muñoz para ponerse a las órdenes de los representantes de partido.
Al final de la jornada el funcionario de la Fepade daría cuenta de tres denuncias recibidas: una correspondiente a un ciudadano a quien no se le permitió votar porque no figuraba en la lista nominal, y dos de representantes de partido y funcionarios electorales denunciando a ciudadanos que indebidamente tenían en su poder una lista nominal original.
El interés ciudadano por la elección extraordinaria en Tixtla se expresó en la participación de 17 observadores electorales acreditados y un grupo que quiso hacer las veces de observar sin cumplir con los requisitos legales.
En las mesas de casilla, sobre todo en las de la cabecera, se entrecruzaban funcionarios, representantes de partido, personal de la Fepade, periodistas. Nadie se inhibía por la presencia de la policía estatal que, salvo los contingentes estacionados en el zócalo de la ciudad, armados y con equipo antimotines, los demás se mantuvieron alejados de las casillas.
Ni los policías estatales que recorrieron la ciudad en sus motocicletas, ni los comunitarios que lo hicieron en camionetas impidió la manifestación cívica de los electores.
A las seis y media de la tarde, cuando el consejo local del INE reanudó su sesión permanente, en los reportes del cierre de la votación seguía prevaleciendo la tranquilidad.
Al final y en el recuento de votos fueron 54 de cada cien ciudadanos tixtlecos los que superaron el temor de salir a votar y ejercieron el derecho humano universal de elegir a sus autoridades.

Los resultados preliminares

En el acta de resultados electorales preliminares levantada por el Consejo Distrital 24 del IEPC a las diez de la noche con 50 minutos del mismo domingo 29 de noviembre, se leía:
Partido Acción Nacional: 235, doscientos treinta y cinco votos
Partido Revolucionario Institucional: 5, 186, cinco mil ciento ochenta y seis votos.
Partido de la Revolución Democrática 6, 682, seis mil seiscientos ochenta y dos.
Partido del Trabajo: 543, quinientos cuarenta y tres votos.
Partido Verde Ecologista de México: 251, doscientos cincuenta y un votos.
Partido Movimiento Ciudadano: 251, doscientos cincuenta y un votos.
Partido Nueva Alianza: 166, ciento sesenta y seis votos.
Partido Morena: 746, setecientos cuarenta y seis votos.
Partido Humanista: 268 doscientos sesenta y ocho votos.
Votos emitidos para más de un partido validados positivamente conforme a las coaliciones formales:
Coalición PRI, PVEM,PANAL: 104, ciento cuatro votos.
Coalición PRI-PVEM: 111, ciento once votos.
Coalición PRI, PANAL: 40, cuarenta votos.
Coalición Partido Verde PANAL: 4 cuatro votos.
PRD, PT, PAN: 145, ciento cuarenta y cinco votos.
PRD, PT: 217, doscientos diecisiete votos.
PRD, PAN: 48, cuarenta y ocho votos.
PT, PAN: 4, cuatro votos
Para candidatos no registrados: 2, dos votos.
Votos nulos: 578, quinientos setenta y ocho.
De acuerdo con la suma de estas cantidades en la elección extraordinaria votaron: 15, 581, quince mil quinientos ochenta y uno, cuya cifra representa el 54.3 por ciento de participación electoral en el municipio.
Es decir que en la elección extraordinaria votó la mayoría.
Con el 50.2 por ciento de la votación emitida a su favor fue declarado triunfador el candidato de la coalición PRD-PT-PAN, mientras en el segundo lugar, con el 37.6 por ciento de los votos quedó su más cercano competidor, el priísta Saúl Nava Astudillo quien tuvo además el apoyo del PANAL y del PVEM.
Después de la depuración de los resultados preliminares las cifras del tercer y cuarto lugar que participaron en el reparto de las regidurías fueron:
El partido Morena con 760 votos, seguido del Partido del Trabajo con 687 votos.
En función de los resultados electorales, a las dos de la tarde del miércoles 2 de diciembre, en la sesión del consejo distrital 24 del IEPC, se hizo el reparto de las ocho regidurías que integran el ayuntamiento tixtleco, tres para el PRI, tres para el PRD y una para el PT y Morena, respectivamente.
Así, los órganos electorales locales y federales cumplieron con eficiencia su tarea para dejar a salvo en la vorágine de la violencia el derecho ciudadano de elegir a sus autoridades. En hora buena para los tixtlecos y el pueblo de Guerrero.