EL-SUR

Viernes 26 de Julio de 2024

Guerrero, México

Opinión

La movilización es el camino

Silvestre Pacheco León

Marzo 16, 2020

 

El fiscal general de la República Alejandro Gertz Manero ha confirmado que el camino para alcanzar la efectividad de los cambios que pregona la 4T es el que han mostrado las mujeres movilizadas contra los feminicidios, porque sostiene que mientras no haya presión social la actitud de quienes ejercen el gobierno seguirá siendo la misma de siempre, y la seguridad y la justicia continuarán estando del lado del poder.
Sostiene el fiscal que la percepción de que pocos cambios se han producido en la vida cotidiana de los mexicanos con el nuevo gobierno es correcta, porque la actitud de la mayoría de los funcionarios y servidores públicos sigue siendo la de siempre, salvo cuando se someten a la presión y la movilización al estilo del 9 nos mueve.
La mayoría de los funcionarios públicos, dice el fiscal general, siguen actuando como si vivieran en el régimen anterior, no miran por el bienestar de la gente, sino para la continuidad del sistema, y puso como ejemplo al personal de la dependencia que dirige, la cual, aún limpiándola toda, sus 25 mil empleados son un número insignificante frente a los cientos de miles de servidores públicos que continúan actuando en perjuicio de la sociedad.
Dice que la razón de todo lo tiene el marco legal actual, hecho para que la seguridad y la justicia sigan estando al servicio del poder, y por eso la única manera de cambiar la situación es a través de la presión social que obliga a dar respuestas pero también exige que todas y todos nos involucremos.
En el programa televisivo del canal 11, John y Sabina, el 10 de marzo del presente año, el fiscal general de la República dio a conocer que los homicidios en el país aumentaron en un 40 por ciento en los últimos cinco años, y los feminicidios un alarmante 137 por ciento.
A insistencia de la conductora del programa, Sabina Berman, el fiscal aceptó que solo el 2 por ciento de los asesinos de mujeres fueron a la cárcel y cuestionado por el alto grado de impunidad justificó que se debe a la falta de una política de género semejante para todo el país porque de otro modo, sería imposible crear una policía especial para atender todos los casos.

Obstáculos y propuestas contra la violencia de género

El funcionario dejó en claro que la fiscalía a su cargo no está dedicada a perseguir a los feminicidas, salvo cuando está involucrado el crimen organizado y los casos se tipifican como delitos federales, pero si no tienen esa característica los delitos son combatidos por las fiscalías de cada estado, cada una de las cuales actúa de acuerdo con su propia visión del problema.
El trato diverso que se da a la violencia contra las mujeres es lo que impide la eficacia del gobierno en la atención de los feminicidios, por ello dijo que su esfuerzo está encaminado a encontrar con todos los gobiernos estatales el mejor tipo penal que defienda a las mujeres, el cual debe contener un aumento en las sanciones y la reparación del daño, derivando de ahí su propuesta de crear una Ley Nacional de Justicia Cívica que sirva para defenderlas de quienes las maltratan, sean policías, agentes del Ministerio Público o sus propias parejas, una ley que tenga tanto alcance como la Ley Federal del Trabajo cuya aplicación es de carácter obligatorio en todo el territorio nacional.
Sostuvo también que el fenómeno criminal se genera a partir de que no hay prevención del delito, pues cuando éste se produce es prueba de la ineficaz política de prevención.
Puso como ejemplo de los cambios que ahora se están produciendo, el efecto que ha tenido en el ambiente social la detención de personajes de primera línea como el ex director de Pemex, Emilio Lozoya y el ex secretario de Seguridad Pública en el gobierno calderonista, Genero García Luna, de los cuales, aunque todo mundo sabía de su actividad criminal, no hubo quien los denunciara porque nadie tenía confianza en la actuación honesta de las autoridades, y que eso pasa con las agresiones de las que son víctimas las mujeres, que cuando se producen resulta difícil denunciarlas a las autoridades porque el pueblo sabe el grado de corrupción que priva en el ámbito judicial, hasta que ocurre una movilización social como fue en el caso de los estudiantes de Ayotzinapa que están desaparecidos.
El funcionario federal sostiene que solo con un nuevo marco legal que prevenga el delito y garantice la reparación del daño, obligando a los policías y servidores públicos en general a cambiar de actitud para que se conduzcan de lado de la sociedad, podrá avanzarse en el sentido de la justicia, de lo contrario todo seguirá igual o peor.

No hay lugar ni para el desencanto ni la apatía

La solución de los grandes problemas que nos preocupan está en la participación de todos, como lo dice José Woldenberg en su libro Cartas a una joven desencantada con la democracia en México, de la editorial Sexto Piso, que se publicó en 2017, a propósito de aprovechar nuestro espacio democrático para generar los cambios a favor de la mayoría. Woldenberg justifica a quienes deciden dedicarse a lo privado porque se desencantan y sienten que el ambiente social les asfixia, pero explica ( en el caso de las votaciones) que esas privaciones evitan la realización de una vida plena y en cambio las consecuencia que tiene dejar en manos de otra persona la toma de decisiones suele derivar en un estrechamiento de nuestras propias libertades.
Es en esa dirección que el feminismo apunta y debe lograr que la Fiscalía General de la República que tiene como fines la investigación de los delitos y el esclarecimiento de los hechos de carácter federal, responda por una política nacional de prevención que ponga un alto a los feminicidios para que la sociedad acceda a la justicia.
La entrevista del funcionario también nos permitió ver que tratándose de los políticos, la inteligencia parece estar peleada con el arte de comunicarse con los demás y su lenguaje críptico solo acentúa su indolencia y vanidad con lo cual marcan distancia con los ciudadanos comunes, haciendo aparecer desde su actitud y grandilocuencia, las cosas más simples como algo verdaderamente complejo y ajeno al entendimiento llano.
Después de escuchar a Gertz queda la impresión de que los funcionarios viven otra realidad, ajena al común de los mortales y por eso les cuesta tanto trabajo entender nuestras preocupaciones y asumir una actitud de cambio.
Por eso lo que queda en pie como recurso para que todo cambie es la movilización social cuyo camino han andado con toda prestancia las mujeres en multitud arrolladora.