EL-SUR

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Opinión

La pugna por el poder entre Correa y Moreno en Ecuador

Gaspard Estrada

Agosto 09, 2017

El pasado jueves 3 de agosto, el presidente ecuatoriano Lenín Moreno decidió retirarle a su vicepresidente, Jorge Glas, todas sus prerrogativas institucionales (que incluían la política económica así como la supervisión de las obras de reconstrucción ligadas al terremoto que azotó a ese país en 2016), abriendo de esta manera una crisis política en la cúpula del poder en aquel país. Lo sorprendente de este caso es que tanto Moreno como Glas fueron elegidos por el pueblo ecuatoriano apenas el 2 de abril pasado, con el apoyo explícito del entonces presidente Rafael Correa. Moreno, que fue vicepresidente de Correa de 2006 hasta 2013, cuando fue nombrado a un cargo en la Organización de la Naciones Unidas (ONU) en Suiza, ha querido distinguirse de su antiguo mentor desde su toma de posesión, el 24 de mayo. En primer lugar, el nuevo presidente ecuatoriano ha tomado distancia del estilo de su antecesor, que no dudaba en criticar públicamente a la oposición cuando ésta profería ataques en su contra. Desde su llegada al Palacio Carondelet, sede de la Presidencia de la República ecuatoriana, Moreno ha entablado diálogos con la oposición de derecha, así como con los movimientos indígenas como la CONAIE, que fueron muy críticos del gobierno de Rafael Correa. Varias leyes impulsadas por Alianza País, el partido político fundado por Correa en 2007, como la ley de paraísos fiscales, han sido parcialmente vetadas por Lenín Moreno. En respuesta, el ex presidente Correa, que decidió salir de Ecuador para ir a vivir a Bruselas (su esposa es belga), ha reaccionado duramente a estas iniciativas a través de la red social Twitter.
Sin embargo, el corazón de la disputa está ligado al legado de los gobiernos de Rafael Correa. En efecto, la llegada de este último a la Presidencia de Ecuador marcó el fin de una década de inestabilidad política crónica en el país, en la cual ningún presidente había conseguido llegar al término de su mandato. Durante sus diez años de gobierno, el país creció, se multiplicaron los programas sociales, lo que permitió reducir la pobreza y la desigualdad. Sin embargo, este crecimiento económico pudo llevarse a cabo gracias al aumento considerable del precio del crudo ecuatoriano en los mercados internacionales, sin que la economía ecuatoriana logre una diversificación sustantiva. A partir del momento en que el precio del petróleo comenzaba a disminuir, era claro que los problemas económicos empezarían. Sobre todo porque Ecuador no es soberano en cuanto a política monetaria: es decir, no dispone de una moneda propia (el dólar estadunidense circula oficialmente en ese país desde el año 2000). El problema se profundizó cuando el valor del dólar aumentó frente a las monedas de los países vecinos de Ecuador, como Perú y Colombia, lo cual mecánicamente se tradujo en una pérdida de competitividad de los productos ecuatorianos. Finalmente, el fin del mandato de Rafael Correa estuvo marcado por un fuerte temblor, en 2016, que provocó numerosas pérdidas humanas y materiales. En suma, las turbulencias económicas del comienzo del mandato de Lenín Moreno pueden explicar la voluntad de este último de querer responsabilizar a Correa de los problemas económicos que vive el país para evitar caer en la impopularidad de manera expedita.
Hoy en día, a raíz de este distanciamiento entre Correa y Moreno, persiste una pregunta clave: ¿qué harán los congresistas del partido Alianza País? Si bien Moreno es presidente, fue Correa quien designó a los candidatos de ese partido al Congreso. Como Alianza País dispone de la mayoría en la Cámara de Diputados, queda abierta la duda de saber a quién apoyará la bancada. En un tweet reciente, el ex presidente Correa anunció su voluntad de crear un nuevo movimiento político, en caso de que Alianza País no le ponga un alto al presidente Lenín Moreno. Sin duda alguna, los próximos meses serán decisivos para el futuro de la “revolución ciudadana” iniciada en 2007.

* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París.

Twitter: @Gaspard_Estrada