LA POLÍTICA ES ASÍ

Vuelan en La Quebrada las Gaviotas / Pañuelos blancos que dicen adiós. Acapulqueña, Agustín Ramírez

Desde lo alto de los acantilados de La Quebrada se puede contemplar no sólo la belleza del mar, sino la grandeza de Acapulco.
La brisa sopla susurrando historias sobre tiempos gloriosos del hermoso puerto.
La monumental obra es un ícono mundial, donde los clavadistas, ante atónitas miradas, rasgan el viento en su vuelo hacia las aguas azules. Valerosos, impetuosos y orgullosos, sabedores de la gran tradición que llevan sobre sus hombros desde 1934.
A finales del sigo XVII, el doctor Francisco Javier Balmis, sugirió que el gran cerro rocoso que obstruía el paso de la brisa marina, fuera demolido para ventilar al puerto, cuyos pobladores sufrían el azote de cólera y escorbuto, enfermedades agudizadas por efecto del inclemente calor.
Los trabajos iniciaron a punta de marro y cincel, pero fueron interrumpidos muchos años, hasta que el coronel acapulqueño José María Lopetegui la rescató en 1876, provisto de dinamita logró abrir la zanja; esa bocanada refrescó la ciudad y al lugar se le llamó La Quebrada,
Ver esos imponentes acantilados bañados por las olas del mar, me remonta a esa bella época donde Acapulco brillaba en todo el Pacífico.
Ahí se edificó el hotel El Mirador, cómplice y arrullo para los enamorados, visitado por luminarias del cine nacional e internacional.
La habitación 101, donde se hospedaron Agustín Lara y María Félix y donde tal vez el veracruzano le murmuró al oído Acuérdate de Acapulco, es la preferida por las parejas de recién casados en luna de miel.
¡Cuántas anécdotas guarda El Mirador!
Los autógrafos y mensajes de personajes célebres en sus muros dan cuenta de ello.
Hoy sólo mencionaré las presentaciones del músico suizo Tedy Staufer, un personaje fundacional de nuestra actividad turística.
Teddy Stauffer visitó Acapulco por vez primera en 1943 invitado por el actor hollywoodense Errol Flyn, un huésped habitual del puerto a bordo de sus yates (…) Era amigo de Frank Sinatra, de Elizabeth Taylor, Erroll Flynn y Liza Minelli entre muchos otros. (Museo Virtual de Acapulco https://bit.ly/2AhxntW).
Stauffer (Mister Acapulco), fue el gran publirrelacionista de la Perla del Pacífico, y contribuyó a darle el glamour y brillo a nivel internacional.
Ver un atardecer desde los acantilados es entender un poco más nuestro lugar en el mundo…
Yo creo que los corazones encuentran paz y plenitud en el Acapulco Tradicional, el viejo Acapulco de los 50’s, el Acapulco de La Quebrada que huele a mar, que sabe a sueños con tequila, sal y limón; a buen café; que suena a chilena y charanga.
La Quebrada con sus cálidas puestas de sol, con la magia de su luna reflejada sobre el mar y el encanto de su brisa conquistan al mundo.
La Quebrada, también el símbolo de lo que Acapulco es, majestuosa y resistente ante las inclemencias y las adversidades.
Como nos inspira a nosotros La Quebrada, inspirará a los acapulqueños que vendrán cuando seamos solo un recuerdo.

Del anecdotario: un equipo
singular

Los Guerreros son sin duda uno de los mejores equipos de basquetbol que hemos tenido en nuestro estado.
Los conocí en 1994 cuando buscaban el patrocinio para sus uniformes, y poder participar en el prenacional a celebrarse en Chilpancingo, nuestra hermosa capital.
Mi amigo David Guzmán Maldonado (quien fungia como subsecretario de Desarrollo Social en esos ayeres), me los derivó al Comité Directivo Estatal del PRI que me tocaba presidir.
Mi entrañable Florencio Calixto Galeana estaba al frente de ellos.
–¿Qué se les ofrece jóvenes?
–Necesitamos de su apoyo para adquirir nuestros uniformes –me respondieron.
Llamé de inmediato a otro amigo muy querido: José Luis Mosqueda (quien fungía como mi secretario de Finanzas) para instruirlo les adquiriera dos uniformes completos, chamarras, pants y hasta calcetas.
En palabras del maestro Calixto, director técnico del equipo: “Llegamos al PRI estatal, nos recibieron muy bien en la sala de juntas… ¡Y nuestra vida deportiva cambió para siempre!”.
Yitzahak Castro, de Chilpancingo, sin duda era una estrella en ese deporte, sus capacidades le daban para participar en la NBA.
Fernando Calixto; Roberto de la Peña, El Pollo; Fernando Tribi Aparicio; Tadeo Gallardo, de Tierra Colorada y su hermano Jorpes Gallardo, eran pilares para el éxito del equipo.
Esporádicamente se reforzaban con un jugador fuera de serie: Octavio Robles, de Chihuahua, quien había sido seleccionado nacional; y Daniel Macías, del entonces Distrito Federal, otro jugador excepcional.
Fueron campeones seis veces del Torneo Regional de la Costa Chica, al que acudían equipos de talla nacional; bicampeones del Torneo de la Revolución en Pinotepa Nacional, Oaxaca.
Tricampeones del Torneo Tradicional de Xaltianguis, municipio de Acapulco; bicampeones de la liga semiprofesional Cobacen (Conferencia de Basquetbol del Centro del país) y Premio Estatal del Deporte, entre otros títulos alcanzados.
En el Carnaval de Campeones celebrado en Acapulco en 1995, me hice acompañar de mi hijo Angelito, quien tenía 10 años, para darle ánimo a nuestro equipo, por lo que le pregunté:
–Oye hijo, ¿cómo deben jugar?
–Echándole todas las ganas –contestó de inmediato.
–¿Y si pierden?
–Pues que pierdan, pero con honor… –dijo el chiquillo de tan sólo 10 años.
Lo abracé y le di un beso en su frente.
Uno de los episodios imborrables del equipo, lo fue sin duda en 1996 cuando se enfrentaron al Orange Country Player de San Antonio, Texas.
Nuestro equipo perdía contundentemente por más de 20 puntos en el primer tiempo, por lo que todos daban por hecho nuestra derrota.
En el segundo tiempo Los Guerreros empezaron a remontar el marcador; los asistentes no daban crédito a lo que estaban viendo… Era tal la emoción, que se convirtió en una justa entre países… La gente gritaba desbordadamente “México, México, México…”
Al final Los Guerreros se impusieron a los gringos, que no podían asimilar su derrota.
En mi segunda administración como gobernador inicié un gimnasio de los más modernos de país, para fomentar el basquetbol, mi deporte favorito.
La obra se encuentra en un 70 por ciento y ojalá nuestro amigo el gobernador Astudillo la pueda concluir.
Nuestro amado Guerrero tiene grandes potencialidades deportivas.
Hoy rendimos un justo homenaje a nuestros Guerreros, sin duda el mejor equipo de basquetbol en la historia del estado.
La vida es así…

PD: Bien por el gobernador Héctor Astudillo Flores en su propuesta de reactivación económica, especialmente en el turismo, de lo que vivimos la mayoría de los guerrerenses. ¡Enhorabuena!