EL-SUR

Jueves 25 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

Humberto Musacchio

Abril 16, 2018

La Ibero viola derechos

Para cobrar un simple artículo en la revista Ibero que muy creativa y acertadamente dirige el escritor Juan Domingo Argüelles, el autor se debe inscribir como “proveedor” de esa casa de estudios, para lo cual está obligado a entregar copia de un documento confidencial como es el estado de cuenta bancario, que se requiere, según informa el personal administrativo, “por cuestiones de certificación ISO (certificación de calidad, excelencia y profesionalismo, je, je) y el recibo correspondiente ha de emitirse por concepto de “servicios profesionales” y no por derechos de autor, lo que implica que la suma que ampara el recibo no gozará de la exención fiscal que establece la Ley del Impuesto sobre la Renta. Además, el sufrido autor deberá aceptar que se le pague con el agregado de 16 por ciento de IVA, cantidad que no es para él, sino que la debe entregar (enterar, dicen los contadores) a Hacienda, pese a que los derechos de autor no causan IVA. Pero una institución tan respetable como la UIA no paga por derechos de autor porque, según su “área fiscal”, “el artículo debería estar registrado ante derechos de autor (¿saben los contadores cuánto cuesta en dinero y tiempo cada registro ante el Instituto del Derecho de Autor?) y la revista debería comercializarse, que no es el caso”. Cabe aclarar a los leguleyos contables que un autor tiene los derechos sobre su obra sin necesidad de registrarla y que si la revista se vende, se regala, se embodega, se quema o se destina para fines escatológico-sanitarios, es asunto de los editores, no de quien escribe un texto. La ignorancia de la citada “área fiscal” es lesiva para la creación intelectual y también para la imagen de la Ibero.

Otra historia autoral

En el número 3 de la excelente revista cultural Transgresiones, Víctor Roura, a manera de homenaje, publicó en portada un retrato del inolvidable Eusebio Ruvalcaba debida al talento del artista Luis Fernando. En páginas interiores aparecieron varios textos sobre el homenajeado debidos a Alejandro Alvarado, Porfirio Romo Lizárraga, al mismo Roura y al maestro Enrique González Rojo Arthur, así como otro más del propio Eusebio, texto que, me consta porque estuve presente, se lo entregó en propia mano el autor a Víctor Roura en un bar del centro de la ciudad. Con la revista en circulación, llegó al editor Alejandro Zenker y a Roura una carta del licenciado Ricardo E. Larrea Soltero, quien dice representar los derechos de la señora María del Coral González Rendón, primera esposa de Ruvacaba, quien se considera “la única titular de los derechos de autor de la obra” de quien fuera su esposo. Según el abogado, el “posible uso de la imagen o el relato Una noche como cualquiera otra… no cuenta(n) con la autorización” de su representada, la que expresa su “oposición a cualquier publicación que se realice, tanto de la imagen, obra o cualquier derecho patrimonial y/o moral derivado de la creación intelectual del citado autor”. Por supuesto que la pretensión de prohibir que se rinda homenaje a un autor o que se publique su imagen atenta contra la cultura y carece de base, pues no hay ley que lo prohíba. Eusebio entregó a Roura para su publicación el texto citado y a lo sumo, la ex esposa, si de veras es la legítima poseedora de los derechos, puede exigir un pago similar al que reciben otros colaboradores de la revista. Y ya.

Pitol, un protagonista

Sergio Pitol fue un protagonista de la cultura mexicana, pues tradujo y divulgó entre nosotros muchas y muy buenas obras de grandes autores de la literatura universal. A lo largo de los 28 años de su carrera diplomática, la que coronó como embajador en Checoslovaquia, representó dignamente a México y sus valores culturales. El escritor nacido en Puebla aunque plenamente aclimatado en Jalapa, desplegó su sapiencia en las aulas, pero sobre todo en la vida, pues no pocos escritores buscaban su consejo que nunca llegaba en forma doctoral, sino envuelto en la riqueza de su charla suave y respetuosa. De sus muchos saberes dejó testimonio en Estaciones, Revista de la Universidad, México en la Cultura, La Cultura en México, Sábado y otras publicaciones. Dirigió La Palabra y el Hombre, revista de la Universidad Veracruzana, a la que sirvió con lealtad, entrega y conocimiento. Por su Nocturno de Bujara, libro delicioso, obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia, al que siguieron el Herralde de Novela, el Nacional de Ciencias y Artes, el Juan Rulfo, el Cervantes y el Roger Caillois. Como ciudadano, apoyó proyectos democráticos y estuvo al lado de los oprimidos de siempre, de quienes demandaban justicia y solidaridad. Lo vamos a extrañar.

Breviario…

Murió Joy Laville, pintora que en sus cuadros vaciaba una cautivante mezcla de ternura y aparente ingenuidad. Fue la viuda del escritor Jorge Ibargüengoitia. @@@ Mañana martes, a las 18:30 horas, se presenta en la Biblioteca de México Una novela criminal, de Jorge Volpi, con los comentarios de Guadalupe Vallarte, Agustín Acosta, Carmen Boullosa y Jorge Zepeda Patterson. @@@ Néstor García Canclini, acreditado comunicólogo, debuta ahora como novelista con el libro Pistas falsas. Bien.