EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

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Opinión

La sorpresa François Fillon y sus implicaciones para la campaña presidencial en Francia

Gaspard Estrada

Noviembre 23, 2016

El pasado domingo se llevó a cabo la primera vuelta de las elecciones primarias de la derecha francesa, con un resultado sorprendente. François Fillon, ex primer ministro durante el mandato de Nicolas Sarkozy (2007-2012), llegó en primer lugar, con más del 45 por ciento de los votos, frente al también ex primer ministro Alain Juppé, con el 29 por ciento, y el ex presidente Nicolas Sarkozy, con el 20 por ciento. Este hecho ha sacudido al establishment político, económico, y mediático francés, así como a la opinión pública en general, en el sentido que de nueva cuenta las encuestas publicadas hasta la víspera de la elección no previeron tales números, a pesar de evidenciar un crecimiento sustancial de la candidatura de François Fillon en los días previos a la primera vuelta. Como lo hemos podido constatar en elecciones recientes en Israel (2015), Reino Unido (2015, 2016), Colombia (2016), Estados Unidos (2016), sin hablar de las propias elecciones presidenciales (2012) y estatales en México (2016), las encuestas de opinión tienen cada vez más problemas para detectar los movimientos del electorado. A raíz de esta primera vuelta, ¿qué podemos decir del estado de la opinión pública de ese país de cara a las elecciones presidenciales del próximo año?
En primer lugar, ha quedado evidenciado el desplazamiento hacia la derecha de la sociedad francesa. A pesar de la elección del socialista François Hollande a la Presidencia de la República, en 2012, los temas de la (in)seguridad, del rechazo a los migrantes, y de manera más general, a la religión musulmana, han permanecido a la cabeza de las preocupaciones de los franceses. La omnipresencia de esta agenda ha venido favoreciendo el discurso de la derecha y de la extrema derecha en Francia y Europa de manera más vasta, al crear “culpables” para los problemas económicos y sociales que viven las sociedades europeas. El gobierno de François Hollande, de la misma manera que el de Nicolas Sarkozy, ha sido incapaz de impulsar un desarrollo económico sustentable del país, que permita crecer en el terreno económico como en el social. Es decir, el desempleo continúa estando en niveles record (más de 10 por ciento de desempleo, y más del 25 por ciento para los jóvenes menores de 26 años), al tiempo que la economía crece de manera homeopática, y más que nada de manera imperceptible para la gran mayoría de la población.
A raíz de este profundo desencanto con la gestión socialista, la voluntad de alternancia ha aumentado fuertemente en la sociedad, que, como lo dijimos anteriormente, se guía cada vez más por valores ligados o empleados por los políticos de derecha y de extrema derecha en Europa. En este marco, el mal recuerdo del gobierno de Nicolas Sakorzy jugó en su contra. Los franceses que participaron en esta elección primaria decidieron “sacar” a Sarkozy de la elección presidencial, aunque para ello electores de izquierda tuvieran que participar en una votación a priori reservada a los simpatizantes de derecha (según los encuestadores, cerca de 15 por ciento de los 4 millones de votantes del pasado domingo fueron electores de izquierda que decidieron movilizarse en buena medida contra Nicolas Sarkozy). Pero, además de esto, el posicionamiento personal de François Fillon, muy conservador (Se opuso a la descriminalización de la homosexualidad en Francia en 1982. Hoy en día, existen dudas sobre su voluntad de mantener la ley que permite el matrimonio para todos, votada en 2013) así como sus propuestas económicas, fuertemente liberales (cerrar 500 mil plazas de funcionarios públicos, disminuir el tamaño del Estado, cortar impuestos), han logrado seducir a una buena parte del electorado de derecha francés.
Para los otros candidatos declarados o no, esta nueva realidad política en el seno de la derecha llamada republicana cambia en buena medida las estrategias de campaña. Marine Le Pen, candidata del partido de extrema derecha Frente Nacional, no esperaba tal resultado, de la misma manera que el presidente François Hollande. Si las cosas no cambian en el corto plazo, François Fillon estará en condiciones de arrancar la campaña presidencial con buenas posibilidades de convertirse en el próximo presidente de Francia.

* Director Ejecutivo del Obser-vatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París.