EL-SUR

Viernes 26 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

LA POLÍTICA ES ASÍ

La Tercera Raíz en Guerrero

Ángel Aguirre Rivero

Agosto 10, 2018

I

Revisando mi biblioteca personal me encontré uno de mis libros preferidos: Cuijla –diminutivo de Cuajini-cuilapa– Esbozo Etnográfico de un Pueblo Negro, del antropólogo veracruzano Gonzalo Aguirre Beltrán.
Dicho texto relata la llegada de los negros a México y en particular a las costas del estado de Guerrero.
Aguirre Beltrán señala que los negros fueron un grupo minoritario y representaban del 0.1 al 2 por ciento de la población colonial, cerca de 250 mil individuos en el curso de tres siglos. Pero los españoles tampoco fueron cuantiosos, su número era menor que los afromexicanos.
De acuerdo con diversos estudios se llegó a determinar que los primeros negros que llegaron a México procedían de Sudán y que posteriormente llegó la invasión masiva de provenientes del Congo, de habla bantú. Final-mente en los inicios del último siglo de la colonia llegó otro grupo del golfo de Sudán.
El negro no pudo reconstruir en la Nueva España las viejas culturas de donde procedía. Su estatus de esclavo sujeto a la compulsión de los amos cristianos les impidió hacerlo.
Aún en aquellos casos frecuentes en que la inconformidad los llevó a la condición de “negros cimarrones”, quienes se rebelaban contra la esclavitud y eran perseguidos hasta dictarles sentencia de muerte, concluyo con la cita del autor.
Poco a poco el refugio que eligieron fue Cuajinicuilapa, que en mi opinión muy personal no fue fortuito, sino más bien encontraron condiciones similares a algunas regiones de África.

II

Hasta el día de hoy se ha cometido una gran injusticia con los pueblos negros de México al no reconocerlos como la tercera raíz cultural de nuestro país.
El hecho de que su descendencia afromexicana sufra la invisibilidad y discriminación oficiales ha sido el principal obstáculo para contribuir en su avance y desarrollo. Si no se les reconoce constitucionalmente como pueblo originario, no se destinan presupuestos que les den oportunidad de mejoría, lo cual es sumamente injusto.
El Inegi juega un papel fundamental para el desarrollo del pueblo y las comunidades afromexicanas, por eso el gobierno mexicano se debe comprometer a que en el Censo 2020 por primera vez se haga la pregunta de auto adscripción afrodescendiente a todos los mexicanos. (Situación Actual de los Afromexicanos, 47 Asamblea General de la Organizacion de Estados Americanos).
Cuando fui diputado federal de la 59 Legislatura y posteriormente senador de la República, presenté dos iniciativas para reivindicar sus derechos, que lamentablemente no prosperaron. Tengo confianza que el nuevo gobierno que encabezará Andrés Manuel López Obrador las haga realidad, bajo el principio de reconocer las aportaciones que hicieron para la construcción de este gran país.
Se debe incluir en este reconocimiento al negro Yanga en Veracruz; al mulato José María Morelos y Pavón y al general Vicente Guerrero, cuyo abuelo era de origen negro como lo reconocen distintos historiadores.
Don Hermenegildo Galeana, llevaba como escolta a 100 negros cimarrones de Cuijla, tal como lo narra Paco Ignacio Taibo II en su libro El cura Hidalgo y sus amigos.

III

Los negros asentados en la Costa Chica de Guerrero y de Oaxaca hasta finales de los años 50 habían mantenido escaso contacto con el resto del país debido a la falta de vías y medios de comunicación. Gracias a ello, la mayor parte de sus costumbres, tradiciones y supersticiones se mantuvieron puras, tal como existieron hace más de 300 años.
Hoy día aún persisten sus ritos y creencias como la presencia de “tonos” en donde se dice, llevan al recién nacido al cruce de un camino para que distintos animales laman a la criatura y el último en pasar será de quien adopte las características de este animal cuando se convierta en adulto, de esta forma aún encontramos “tonos” de tigre, lagarto, víbora, etcétera. Por supuesto que casi siempre eligen a los animales más temidos.
La danza de los diablos, las bodas de la “negradita”, pronosticar el clima, las chozas conocidas como “redondos” son algunos elementos que aún se preservan heredados de la cultura africana y nos dan identidad como guerrerenses.
Los ritmos afromexicanos guerrerenses conquistaron y alegran nuestros corazones; el sincretismo musical es un fenómeno que ha trascendido incluso la región de la Costa Chica ¿O no es así?
Vamos a seguir luchando desde el espacio que tengamos para que se reconozca y haga justicia al pueblo negro que siempre me ha merecido cariño y respeto.

IV

Hoy día se han acuñado diversos términos para referirse a estos pueblos, algunos les llaman “afromestizos”, otros “afromexicanos”, pero como me dijo un amigo muy querido de estas comunidades, Artemio Panchi Rodríguez:
–Yo prefiero que me llamen negro, porque me siento orgulloso de mis orígenes.

Soy el negro de la costa de Guerrero y de Oaxaca
no me enseñan a matar, porque sé como se mata
y en el agua sé lazar
sin que se moje la reata:
Álvaro Carrillo.

Hace unos días conversando con mi amigo Alfonso Flores Marini, quien vivió en Haití de 1977 a 1979 pues estuvo a cargo de la restauración de la “Citadel”, me platicaba la historia del negro cimarrón.
El destacado arquitecto y escultor haitiano, autor de la emblemática escultura Du neg marrón inconnu, –El negro cimarrón desconocido– relató que se inspiró en un relato atribuido al almirante Nicolás de Ovando, en 1520, que cuando se aproximaba a las costas de la Hispaniola, en un barco con remeros esclavos negros, uno se liberó de las cadenas, saltó al mar y se alejó nadando hacia la costa. El almirante de Ovando escribió en su bitácora:
–Hoy un negro cimarrón se ha liberado…
Negro Cimarrón: En América se llamó cimarrón a los esclavos rebeldes, algunos de ellos fugitivos, que llevaba una vida de libertad en rincones apartados denominados palenques o quimonos.
Hispaniola fue el nombre original de la isla donde hoy están Haití y República Dominicana.

Del anecdotario

Marcelo me insistió aceptar la candidatura:
–Vas a ganar y te vas a divertir.
–Lo pensaré y te doy una respuesta en unos días.
A los pocos días recibí una nueva llamada para reunirme con la dirigencia nacional del PRD, del PT y del Movimiento Ciudadano; en ese tiempo MC encabezado por nuestro paisano Luis Walton Aburto.
El encuentro se llevó a cabo en el departamento de Jesús Ortega, a donde llegaron Marcelo Ebrard; Manuel Camacho Solís (QEPD); Luis Walton y un representante del PT.
–Entonces qué, senador Aguirre, ¿estás dispuesto a encabezar la coalición en Guerrero?
–¿En qué condiciones sería? ­pregunté
–Pues tienes que renunciar al PRI para poderte postular,
Me costaba mucho trabajo poder asimilar mi salida de un partido en el que había militado por más de 30 años.
–Y al renunciar al PRI, ¿en qué tiempo sería postulado candidato de la coalición? –pregunté nuevamente.
–Pues en unos días –respondió Jesús Ortega.
–Estoy de acuerdo en renunciar, pero les propongo que simultáneamente se me nombre su candidato –condicioné.
Todos estuvieron de acuerdo.
Salí de la reunión y le crucé una llamada a Enrique Peña Nieto, entonces gobernador del Estado de México.
–¿Cómo estás Enrique?
–Bien mi Ángel… hay que vernos.
–¿Te parece mañana por la tarde en la representación del estado?
–De acuerdo ahí te veo.
Al siguiente día le manifesté: –Querido gobernador, quiero hacerte saber que he tomado la decisión de renunciar al PRI y me postularé por las alianzas de la izquierda como candidato a gobernador.
Guardó silencio y me respondió:
–No me digas eso, tú no puedes dejar el partido, vamos a un proyecto nacional del que tú eres parte.
Le expliqué mis razones y aún así insistía:
–No Ángel, tú no te puedes ir, y además déjame decirte que no te van a cumplir.
Le contesté: –¿Y si me cumplen? ¿me vas a apoyar?
Nuevamente guardó silencio.
–Al fin que Manlio Fabio apoyó a Mario López Valdez (Malova), él se postuló por una coalición opositora al PRI, ¿y tú por qué no lo vas hacer conmigo, si dices que me quieres mucho?
Peña Nieto volvió a la carga:
–Vamos a buscar la Presi-dencia de la República y tú estarás muy, pero muy cerca de tu amigo.
–Te lo agradezco pero mi decisión está tomada.
Sellamos con un abrazo nuestra despedida con sentimientos encontrados para ambos. Ciertamente, nos queríamos mucho.
A los siguientes días busqué a Andrés Manuel López Obrador para correrle la atención e invitarlo a mi campaña por Guerrero. Me recibió en su oficina de la colonia Roma.
Andrés y yo ya nos conocíamos, pues cuando fui gobernador interino tuvimos un encuentro-desayuno en términos muy cordiales.
–Pásale Ángel, me da gusto que seas nuestro candidato y que hayas renunciado al PRI.
–Gracias Andrés Manuel, te vengo a invitar para que me acompañes a algunos eventos de campaña, pues tú eres muy querido en nuestro estado.
–Mira Ángel, te agradezco mucho la invitación, si puedo te acompaño, pero sabes que estoy buscando encabezar un proyecto nacional de la izquierda en nuestro país.
Lo entendí. Con el paso de los meses me pidió que lo acompañara a un evento en Costa Chica ya siendo candidato a la Presidencia de la República por el PRD, lo acompañé y tuvimos una plática larga y cordial.
Los resultados lo dijeron todo: Andrés Manuel ganó en Guerrero y mi amigo Peña Nieto perdió; y con ello se acallaron los rumores de que yo estaba apoyando al PRI.
¡La política es así!