EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

La transformación de Guerrero en estado forestal

Octavio Klimek Alcaraz

Marzo 14, 2020

Recientemente tuve la oportunidad de conocer el documento publicado por la Comisión Nacional Forestal que se titula 2019. Estado que guarda el Sector Forestal en México. El mismo tiene una cantidad de información sobre el citado Sector Forestal, pero quisiera usar algunos de sus datos para escribir sobre Guerrero.
Existen en la entidad 2 millones 285 mil hectáreas de bosques templados, en su mayor parte son bosques de coníferas y latifoliadas (53.1 por ciento), latifoliadas (15.9 por ciento), coníferas (4.7 por ciento) y bosques mesófilos (3.4 por ciento).
Adicional, existe otras 2 millones 138 mil hectáreas de bosques tropicales o selvas, en su mayor parte son selvas bajas (85.4 por ciento), selvas altas y medianas (11.9 por ciento), manglares (0.6 por ciento) y otras asociaciones (2 por ciento). Adicional a estas superficies de bosques y selvas se contabilizan otras 34 mil hectáreas de “otras áreas perturbadas”.
Así se contabiliza una superficie forestal en Guerrero de 4 millones 458 mil 167 hectáreas en números redondos, que representan cerca del 70 por ciento de la superficie del territorio estatal (casi 6.4 millones de hectáreas).
Por otro lado, la Zonificación del Inventario Forestal Estatal de Guerrero nos dice que 218 mil hectáreas están destinadas a áreas de conservación (3.4 por ciento), 4 millones 350 mil hectáreas son áreas para destinar a la producción forestal (68.4 por ciento), y un millón 56 mil hectáreas deberían ser restauradas debido a que son terrenos de vocación forestal y han sido desmontados para usos preferentemente agropecuarios (16.6 por ciento), adicional a que existen 730 mil hectáreas con áreas destinadas a actividades agropecuarias y asentamientos humanos (11.5 por ciento). Dando un gran total de superficie estatal de 6 millones 356 mil hectáreas. Cabe señalar que Guerrero tiene la tercera superficie en el país destinada a la restauración, después de Chihuahua y Sonora.
Un tema interesante es el de la deforestación (la transformación de una superficie arbolada a otro uso de suelo), resulta que se estima que entre el periodo 2007 al 2011, Guerrero tuvo una tasa de deforestación neta de menos 4 mil 365 hectáreas anuales; si se multiplica por cinco años, se habrían perdido 21 mil 852 hectáreas. Por tipo de deforestación, las mayores superficies deforestadas anualmente fueron las selvas bajas (2 mil 813 hectáreas menos), los bosques de latifoliadas (mil 355 hectáreas), las selvas altas y medianas (280 hectáreas), los bosques de coníferas (184 hectáreas), los manglares (70 hectáreas) y otras asociaciones (6 hectáreas). Lo interesante es que se presenta una recuperación de superficie en los bosques de coníferas y latifoliadas (233 hectáreas) y los bosques mesófilos (110 hectáreas).
Lamentablemente, creo que ese dato por el espacio de tiempo de tantos años atrás, es meramente informativo. Además, en mi opinión, muchas de las grandes transformaciones de las tierras forestales se dieron en la segunda mitad del siglo pasado, cuando la deforestación fue atroz. Es conocida la trágica historia de saqueo forestal en Guerrero debido a las grandes concesiones y el rentismo del siglo pasado, que impidió la formación de una cultura forestal entre los dueños del recurso forestal, las comunidades y ejidos forestales de Guerrero. Muchas áreas forestales con bosques de pino-encino están seriamente perturbadas por aprovechamientos mal realizados. Incluso, el mal manejo forestal hizo que en muchos lugares fueron extraídos los mejores ejemplares de arbolado de coníferas y hoy sólo quedan en esos bosques ejemplares de arbolado pequeños y débiles genéticamente, de bajo valor comercial, sujetos a cambios de uso de suelo. Pero, como se observa, todavía existen algunos pocos relictos de bosques y selvas en buen estado de conservación, que están en riesgo de correr el mismo destino.
De lo anterior, considero que existe la necesidad de analizar y discutir el papel que juegan los diferentes actores del sector forestal en Guerrero. Desde las instituciones públicas en los tres órdenes de gobierno, los dueños de las tierras forestales, los servicios técnicos forestales, los transportistas forestales, los industriales forestales, los académicos del tema, los ambientalistas y hasta ganaderos y agricultores que presionan las tierras forestales, entre otros.
Este análisis apretado me lleva a concluir en la necesidad de trabajar una estrategia forestal para transformar a Guerrero en un estado forestal, en donde se tenga un claro propósito de ordenación forestal sostenible. Ordenar para fijar prioridades en función de las necesidades de la entidad, su orden de importancia, en donde los valores derivados de los bosques y selvas guerrerenses satisfagan no sólo nuestras necesidades actuales, sino que se tenga claro el imperativo de preservar la continua disponibilidad de dichos valores para las necesidades del largo plazo y las de las futuras generaciones.
Con esa información, queda claro que, por su naturaleza, Guerrero tiene tal extensión de tierras forestales que debería orientarse primordialmente al desarrollo del manejo forestal comunitario y sostenible de sus bosques y selvas, finalmente los números no mienten. La entidad ha sido un estado forzadamente agropecuario a costa de sus tierras forestales, con las consecuencias de grave deterioro ecológico al no respetarse su vocación ecológica primigenia. No es casualidad que los suelos forestales destinados ahora a cultivos agrícolas dependan tanto del fertilizante químico.
La conclusión lógica sería que el desarrollo del sector forestal tendría que ser un pilar del desarrollo de la entidad. Se trata de invertir suficientes recursos públicos para el desarrollo forestal de las comunidades forestales dueñas de los bosques y selvas. Además, tenemos recursos forestales maderables y no maderables cuyo potencial es seguramente todavía desconocido y por tanto poco valorado. Lamentablemente la problemática social, económica y ambiental de las tierras forestales de Guerrero es sumamente compleja, por lo que esto no es realidad. Pero tiene que cambiarse ese rumbo.