Arturo Martínez Núñez
Julio 20, 2021
La gobernadora electa del estado de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, ha comenzado una serie de reuniones con secretarias y secretarios de Estado, con colegas gobernadores, y con el mismo presidente de la República en la ruta de tomar las riendas del estado a partir del 15 de octubre próximo.
Se ha emitido ya de manera general la convocatoria a los foros regionales y seguramente en estos días se habrá de convocar con mayor detalle a este ejercicio de participación ciudadana.
La entrega-recepción formal comenzará, a decir del Ejecutivo actual, a partir del mes de septiembre, aunque pudiera y sería de-seable que hubiera desde ya, reuniones de acercamiento.
Una entrega-recepción coordinada, ordenada y cordial, es deseable y útil para el pueblo de Guerrero, y en términos administrativos le es más útil a la administración saliente que a la entrante.
He tenido la oportunidad de recibir un gobierno y también de entregarlo. Durante la administración de Ángel Aguirre, fui parte de la comisión de recepción de la administración y al término de ésta, ya con Rogelio Ortega como titular del Ejecutivo, me tocó hacer entrega de la Secretaría de Cultura al gobierno entrante.
Más allá de lo que manda la ley que se debe de observar y respetar, están las formas políticas, los usos y costumbres y la altura de miras.
El que llega debe de ser respetuoso, humilde, receptivo, y escuchar el consejo del que se va. El que entrega, debe de ser ordenado, generoso en las formas, atento a las solicitudes oficiales y extraoficiales de información, ser leal hasta el último momento al titular del Ejecutivo, sin que esto signifique entorpecer el trabajo de la administración entrante.
Estoy seguro de que tanto los que se van como los que lleguen, harán buenos equipos de entrega-recepción por el bien del estado de Guerrero.
Tras la gira de cuatro días del presidente Andrés Manuel López Obrador por tierras surianas y su magnífica relación con el gobernador Héctor Astudillo, el paso siguiente debiera ser un encuentro entre la gobernadora electa y el gobernador en funciones, sin que esto signifique dejar de observar los tiempos jurisdiccionales y haciendo caso a la declaratoria de validez de la elección y constancia de mayoría que emitiera el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Guerrero en donde se señala que la gobernadora electa es Evelyn Salgado Pineda.
Estoy seguro de que como siempre lo ha hecho a lo largo de su amplia trayectoria política, Héctor Astudillo Flores estará a la altura de las circunstancias y encabezará una transición en los términos antes descritos.
Sería sano que el equipo de la gobernadora electa comenzara a recibir información para la toma de decisiones y la conformación de equipos. Sería políticamente saludable que esto se hiciera de forma pública y transparente para enviar un mensaje de normalidad democrática y de armonía institucional.
Por el bien de todos hay que comenzar el proceso político y administrativo de entrega-recepción. Los guerrerenses ya votaron y decidieron en las urnas el rumbo que deberá tomar el estado y quien habrá de conducirlo. Es momento de observar la ley, pero sobre todo, de echar mano de las herramientas más importantes de la política: el diálogo, el acuerdo, la búsqueda de lo que nos une en lugar de seguir acentuando lo que nos divide.