EL-SUR

Sábado 20 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

La victoria engañosa de Bolsonaro en el Congreso brasileño

Gaspard Estrada

Febrero 03, 2021

El pasado lunes, los congresistas brasileños eligieron a los nuevos presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado. Para el presidente Jair Bolsonaro, se trataba de un momento clave en su presidencia, a poco más de la mitad de su mandato. En efecto, la singularidad del régimen político brasileño (el llamado “presidencialismo de coalición”) hace que si bien las atribuciones del jefe del ejecutivo son considerables (el inquilino del palacio del Planalto tiene un poder de nombramiento de más de 13 mil cargos en la administración pública federal), éste ejerce su poder dentro de un sistema de partidos particularmente fragmentado. Brasil, es junto con Israel, el país con la mayor tasa de fragmentación partidaria del mundo. De manera que la construcción de acuerdos políticos tarda tiempo, y es de difícil elaboración. Sin olvidar que la apertura de un proceso de destitución del presidente de la República sólo puede ser iniciada por el presidente de la Cámara de Diputados. Por ende, la elección de aliados a la cabeza de estas instancias legislativas era estratégica para el ex capitán del ejército.
Para obtener tal resultado, Jair Bolsonaro decidió dejar de lado el discurso anti-política que lo llevó al poder en 2018, para por el contrario hacer alianza con los miembros más destacados de la vieja “clase política”, incluyendo al Partido Progresista (PP), que encabezó la lista de partidos investigados por la operación Lava Jato. Uno de los cuadros de este partido, Arthur Lira, se volvió el candidato de Jair Bolsonaro a la presidencia de la Cámara de Diputados. Gracias a su apoyo, y a la oferta de numerosos cargos en la administración pública, Lira logró atraer rápidamente a buena parte de los congresistas de derecha y de extrema derecha del Congreso. Sin embargo, para ganar la batalla, Lira debía poder dividir al grupo político del anterior presidente de la Cámara, Rodrigo Maia (del Partido Democratas –DEM–), que buscaba mantener su influencia en el cargo, a través de la candidatura del diputado paulista Baleia Rossi, del Movimiento Democrático Brasileño (MDB). Para lograrlo, Jair Bolsonaro se acercó al presidente del DEM, alcalde de Salvador de Bahía, Antonio Carlos Magalhães Neto, para ofrecerle cargos y apoyo político de cara a la elección regional que se llevará a cabo en el estado de Bahía en 2022. Y este accedió, de tal suerte que actuó en contra de su correligionario Rodrigo Maia, al permitir que los diputados del DEM se abstengan de seguir la línea oficial del partido, boicoteando en los hechos la candidatura de Baleia Rossi. Esta acción de neutralización del centro derecha no bolsonarista también se extendió a São Paulo, donde el gobernador del Estado, João Doria, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), es uno de los principales rivales del actual presidente brasileño. Para ello, contó con el respaldo del ex candidato presidencial y ex gobernador de Minas Gerais, Aecio Neves, para formar una disidencia dentro del partido y así garantizar la victoria de Arthur Lira. En ambos casos, la estrategia funcionó, al desarticular dentro del centro derecha una alternativa a Jair Bolsonaro, confirmando que sólo los partidos de izquierda y centro izquierda encarnan la verdadera oposición al líder de la extrema derecha brasileña.
¿Esto quiere decir que Bolsonaro tiene camino libre para una eventual reelección, en 2022? Las cosas no están del todo claras. En primer lugar, el hecho que aliados de Bolsonaro hayan sido nombrados como presidentes del Congreso no quiere decir que éstos estén dispuestos a respaldar la agenda del presidente, en particular las privatizaciones de las grandes paraestatales brasileñas. El parlamento continúa estando muy fragmentado y las ideas ultra radicales de Bolsonaro continúan siendo minoritarias. En segundo lugar, la popularidad del presidente brasileño continúa su caída, paralelamente al fin del programa de subsidios de emergencia, que benefició a más de 70 millones de personas, y a las sombras perspectivas económicas para el año 2021. Esto tendrá un impacto en la mayoría parlamentaria de Bolsonaro, que podría verse tentada de tomar distancia del ejecutivo, conforme se acercan las elecciones presidenciales, estatales y legislativas de 2022. En lo inmediato, Bolsonaro salió airoso de este episodio. Pero nada dice que las cosas se mantendrán así en los próximos meses.

* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París

Twitter: @Gaspard_Estrada