EL-SUR

Miércoles 24 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Laetitia Colombani: cuando las víctimas dejan de ser números

Adán Ramírez Serret

Mayo 14, 2021

En el 2017, la novelista, directora de cine y actriz Laetitia Colombani (Burdeos, 1973), irrumpió en la escena de la literatura francesa con La trenza, una novela que la catapultó a la fama. Lo hizo, por supuesto, por la calidad de su escritura, pero también, pienso, por contar de manera sencilla la historia de tres mujeres que luchan por su libertad y que, extrañamente, lo consiguen. Escribe sobre mujeres sin que sea lo más importante si son violentadas, violadas o asesinadas, sino la forma en cómo salen adelante y lo que logran con sus vidas, lo cual no es poca cosa y vale mucho la pena tomar en cuenta.
Ahora vuelve con una segunda novela, sencilla y profunda, que es una agradable sorpresa leer. Las vencedoras es la historia de dos mujeres distanciadas por casi 100 años de diferencia.
Blanche, por un lado, quien vive en París, durante la primera parte del siglo XX, y Solène, quien vive en la misma ciudad, pero en la actualidad. El hilo que tienen estas mujeres en común es el Palacio de la Mujer, un centro de acogida para mujeres que habitan en la calle y en donde tienen la oportunidad de vivir bajo techo y tener asegurada la comida tres veces al día.

La historia de Blanche es la de una mujer que nació para ser voluntaria. Desde niña supo que quería ayudar y decidió no casarse y matricularse en el ejército, provocando, naturalmente, un terrible escándalo en su familia y en sus amigas. Sus sueños iban viento en popa, y los vino a complementar un joven con quien supo que se casaría la primera vez que lo vio sonreír. A partir de aquí cuenta la historia de los esfuerzos que casi acabaron con su vida, para fundar el hogar para mujeres de calle, el Palacio de la Mujer, pues una vez que vieron el costoso hotel en venta, supieron que ese debía ser el lugar en donde fundaran el hogar para mujeres, aunque pagaran una una fortuna, que juntaron con donaciones que lograron con riñones e inteligencia.

Solène, por su parte, es una triunfante abogada de cuarenta años que ha logrado todo el éxito profesional que ha querido. Hasta que representa a un cliente millonario que está acusado de fraude, están en los juzgados, el hombre es declarado culpable y tendrá que enfrentar la cárcel y el escarnio público, entonces, se echa a correr y salta hacia el vacío desde un octavo piso. Solène estaba junto a él, y fue testigo a centímetros del suicidio, por lo que cae en shock y después en una profunda depresión. ¿Qué ha hecho de su vida? Se pregunta si ha valido la pena hacer a un lado su vida personal por su trabajo.
El siquiatra le receta antidepresivos y que busque ayudar a alguien, que se ofrezca de voluntaria. Solène mira el periódico y encuentra leer para otros, alfabetizar, enseñar oficios… pero nada le interesa. Hasta que lee “escribana”. Sí, eso sí puede ser porque siempre quiso escribir, pero sus padres la exhortaron para que estudiara derecho.
Así que se lanza al Palacio de las Mujeres, en donde en poco tiempo descubre que la soledad, la pobreza y la marginación, son mucho más que palabras y números. Dice: “En Guinea, casi la totalidad de las mujeres están mutiladas, una vez oyó la cifra en la radio: el noventa y seis por ciento de la población femenina”. Y la mujer africana para quien Solène escribe una carta a su hijo “no fue a la escuela pero sabe lo que significa ese porcentaje. Significa su madre, sus hermanas, sus vecinas, sus primas, sus amigas. Significa todas las mujeres de su barrio, todas las mujeres que conoce”.
Las victoriosas es muy bella y original, porque no cuenta la historia de asesinos, pederastas o ladrones, sino de gente honesta que busca salir adelante a pesar de todo. Recordé unas palabras del escritor Ivan Jablonka, quien dice que hay que dejar de escribir de los asesinos, porque son cobardes y siempre huyen. Escribamos sobre las víctimas, dice. O mejor aún, pienso, sobre las personas que vencieron sus temores y transforman en vidas los porcentajes de violencia y marginación.
Laetitia Colombani, Las vencedoras, Ciudad de México, Salaman-dra, 2020. 217 páginas.