EL-SUR

Viernes 26 de Julio de 2024

Guerrero, México

Opinión

Las amenazas de Donald Trump

Silvestre Pacheco León

Junio 03, 2019

 

Dicen que fue el dictador Porfirio Díaz quien definía la situación de México frente a su vecino del norte con la frase “Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos” aludiendo a lo difícil y complicadas que son las relaciones entre los dos países cuyas fronteras corren a los largo de más de 3 mil kilómetros.
La verdad es que la relación con Estados Unidos, que sigue siendo el país más poderoso del planeta, se torna más complicada porque su gobierno pretende que el nuestro se haga responsable de contener el flujo de migrantes que entran a territorio nacional por la frontera sur, pues los ve como una amenaza para su seguridad interior.
Ahora con un personaje tan explosivo y temperamental como Donald Trump en la presidencia (ha dicho que México es un abusador de Estados Unidos, que siempre pide pero nunca da, y que es responsable de la invasión que vive su país de toda clase de delincuentes como tratantes de personas, miembros de cárteles de la droga y hasta terroristas) también se hace más evidente aquel dicho de los viejos economistas de que cuando Estados Unidos estornuda, al resto del mundo le da resfriado (el peso se depreció en 50 centavos con tan solo el anuncio amenazante) lo cual hace mucho más evidente y necesario lo que aconsejan los analistas, quienes recomiendan al gobierno mexicano tomar toda clase de previsiones.
El periódico español El País el mismo jueves resaltó como una de sus notas principales el hecho contradictorio de que apenas en febrero pasado se festejaba que México y Estados Unidos habían alcanzado la cifra más alta en la historia del mundo en el intercambio comercial, cuando a pocos meses estaban las dos naciones frente a una nueva crisis.
La situación crítica que vive ahora la relación comercial de México con su vecino tuvo su origen el jueves pasado en el cruce de la frontera de Texas de más de mil centroamericanos que buscan acogerse al derecho de asilo que las leyes estadunidenses reconocen para cualquier persona que pise su territorio huyendo de alguna amenaza contra su vida.
Ese hecho fue lo que enojó al jefe de la Casa Blanca quien en tono alterado culpó a México de no ser eficaz en el control de los migrantes que cruzan nuestro territorio (como si fuera nuestra obligación) porque según Donald Trump son una amenaza para la seguridad interna de su país.
Para presionar al gobierno mexicano a que actúe en ese sentido, el mismo día que se produjo la entrada de ilegales a su territorio amenazó que impondrá un nuevo arancel a todos los productos mexicanos que lleguen al mercado vecino para propiciar que todas las empresas estadunidenses establecidas al sur del río Bravo vuelvan a su lugar de origen y colapsen la economía local.
Dijo que la medida comercial se aplicará a partir del 10 de junio y que esta irá escalando en cinco por ciento cada mes hasta llegar al 25 por ciento en octubre.
Para tener una idea de lo que representa en términos económicos el impuesto amenazante, diremos que sería similar a los ingresos que nuestro país recibe por venta de petróleo.
La reacción del gobierno mexicano se produjo también el mismo día de aquel anuncio amenazante y consistió en el envío de una carta a Trump solicitándole dialogar para resolver el problema, de la cual se tuvo como respuesta que será el próximo miércoles cuando el equipo de negociadores de ambos países pueda reunirse en Washington, donde ya se encuentra el canciller Marcelo Ebrad encabezando la delegación.
Aunque la actitud del presidente ha sido de mesura y temple llamando a la unidad de todos los mexicanos con la pretensión de convencernos de que saldrá bien de este trance, para la prensa que desplegó a sus reporteros para cuestionar al presidente en la conferencia del puerto de Veracruz donde se festejó el Día de la Marina, fue la oportunidad de profundizar sobre la estrategia del gobierno federal.
Ahí los cuestionamientos llevaron al presidente a aludir a la reserva monetaria que se ha creado para cualquier contingencia, y que dado el caso empleará en paliar los efectos de la medida anunciada por Trump, a la vez que siguió insistiendo en la idea de que la paridad del peso se mantendrá en su nivel como muestra de que hay confianza en su gobierno.
Insistió en que en términos económicos tendremos el apoyo de los millones de mexicanos que viven en Estados Unidos sirviendo a la economía vecina, así como de los millones de norteamericanos que saben del valor que tiene la mano de obra nacional.
Para reforzar la idea de la fortaleza de nuestra economía se amplió en explicar que todos los días recibe a grupos de inversionistas interesados en traer sus capitales para los diversos campos de la economía, más el incremento en las exportaciones petroleras propiaciado por el rendimiento de los nuevos campos que están operando con la administración de Pemex.
Sin dejar de lado la alternativa de recurrir a los tribunales internacionales si es preciso, insistió en que confía que el gobierno de Trump se convenza de que el problema principal está en la falta de información pues desconoce el impacto de los programas que se aplican en la región sur-sureste para arraigar a la gente en sus pueblos trabajando la tierra y recuperando su hábitat, lo cual dijo que ha propuesto replicar en la región centroamericana con el financiamiento de Estados Unidos.
En todo caso los resultados se verán a corto plazo, pues ya se hace sentir en las redes sociales el ánimo de los mexicanos para responder.