EL-SUR

Lunes 15 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Las mujeres de Kurdistán (2) Alessia Dro

Tryno Maldonado

Mayo 14, 2019

METALES PESADOS

 

En el norte de Siria, el Movimiento de Liberación de Kurdistán llegó a mitad de los años ochenta, tras el exilio de Abdullah Öcalan. Lo que está pasando actualmente se explica por un trabajo de 30 años de organización. Se inició la fundación de las comunas en los noventa. Después, las primaveras árabes en 2011 surgieron y adquirieron una dimensión de insurrección popular; pero tuvieron, a lo largo de más de veinte años, un proceso de preparación y de conocimiento de lo que era el cambio de paradigma. No tanto a partir de la visión de que el conflicto de clase tenía que ser el primer eje, sino que la liberación y el conflicto de género tenían que ser tomados como primer análisis de las contradicciones sociales en su integridad.
Por eso liberar a las mujeres significa liberar a las sociedades.
El sistema de confederalismo democrático utiliza las asambleas populares como base de su toma de decisiones. Es un mecanismo que no podemos llamar pirámide al revés. Porque no es una pirámide, es más como una red. Una red basada en el principio de autonomía democrática. Tiene, según las áreas, vínculos y coordinación pero con lazos débiles, y respeta la autonomía de decisión de cada territorio, con la posibilidad de poner la delegación en rotaciones para cada minoría étnica y siempre con un hombre y una mujer.
Cada ideología opresora tiene su origen en el sexismo. El Estado es la forma más institucionalizada del macho dominante. Por eso no se puede alcanzar una transformación social si no se vincula la manera en que están conectados el Estado, el capitalismo y el patriarcado desde su origen, y sin desafiar los límites que éstos nos imponen.
No se puede destruir al Estado sin destruir al patriarcado. Y no se puede destruir el capitalismo sin destruir el patriarcado.
Este proceso tuvo que ver con una lucha interna muy grande al interior del movimiento. Fueron las mujeres quienes desarrollaron este pensamiento y esta voluntad del confederalismo democrático de romper con cada jerarquía y cada dicotomía que tenemos a través del conocimiento: sujeto / objeto, mente / cuerpo, local / global… En los años noventa las mujeres intentaron, a través de los debates y la organización en el movimiento, el cambio de visión en términos de paradigma para romper con cada jerarquía.
La primera jerarquía que se logró visualizar como opresora fue la jerarquía del hombre contra la mujer. De ésta deriva también la explotación de la naturaleza. Esto supuso una afirmación muy radical que llevó a las mujeres a la necesidad de organizarse autónomamente en cada aspecto de la vida. Cuando hablamos de las comunas, de los consejos de área, de las asambleas cantonales, todas se hacen a un mismo tiempo sólo entre mujeres y entre hombres y mujeres. Las asambleas de mujeres están siempre paralelamente presentes; las asambleas mixtas no tiene poder de veto sobre sus iniciativas, propuestas y decisiones. A su vez, las mujeres que participan en las asambleas mixtas son elegidas colectivamente y en consenso por las mismas mujeres.
Esto garantiza una dimensión que va más allá de la igualdad o del compartir en el poder: quiere, desde la base, derrotar al poder. Estos mecanismos garantizan una descentralización profunda. Son la base de lo que se está desarrollando ahora dentro de todos los institutos de toma de decisión en la Federación Democrática del Norte de Siria.
La visión ecológica tiene que ver con la visión integral que tenemos en el intento y la necesidad de defender el territorio. Tiene que ver con el hecho de que no podemos pensar la ecología social sin una política de democracia directa. Y tampoco podemos pensar la defensa del territorio sin una política confederal en el vínculo con la sociedad.
Hay una frase de Öcalan que dice algo así como que no podemos ser una parte que esté arriba de la sociedad, sólo podemos hacer preguntas. El hecho hermoso de hacer preguntas es que ya estamos en la mitad del camino de entender. Esto tiene que ver con la manera en que la sociedad ha sido reconsiderada como parte del compromiso político del Movimiento de Liberación de Kurdistán: como una fuerza de auto-regulación que es siempre ética y política.
En Sociología de la libertad, de Abdullah Öcalan, se habla de la necesidad de las mujeres de desarrollar una ciencia social a partir de su experiencia de lucha a lo largo de la historia. En ese volumen hay una definición de sociedad elaborada por el Movimiento de Liberación de Kurdistán y la filosofía del confederalismo democrático: “La sociedad es una naturalidad distinta que es resultado de una evolución de millones de años, una continuación del mundo de los animales anteriores, un producto extraordinario del mundo del intelecto y de los sentimientos. Un universo de 5 millones de años que se conoce a sí mismo”.