EL-SUR

Jueves 18 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Las voces enemigas

Adán Ramírez Serret

Marzo 02, 2018

Claudina Domingo (Ciudad de México, 1982) con el conjunto de relatos Las enemigas es una de las escritoras, nacidas en la década de los 80 más profundas y sorprendentes. Se trata de un conjunto de nueve historias que llevan al lector por las diferentes y escabrosas relaciones que establecemos los seres humanos entre nosotros; en especial, quizá, a través de los vínculos que forjamos los mexicanos con la familia.
No es casualidad que sean precisamente nueve historias, exactamente el mismo número de meses que lleva la gestación humana. En estos relatos nos damos cuenta, con sorpresa, que nunca terminamos de salir por completo del útero. Que siempre algo nos liga al origen.
Xolotl es el título del cuento que abre el libro. Uno de los más brillantes, sin duda. Allí el dolor y la felicidad se unen de manera verosímil y agridulce. Se trata de una mujer que en un principio, sin que sepamos la razón; cuando habla con su madre por teléfono sufre terribles ataques de dolor en el cuerpo. Es una mujer solitaria que luego de uno de estos episodios decide tomar un trago, lo hace en una cantina de la calle de Dolores en el Barrio Chino de la Ciudad de México. Aquí, por diferentes circunstancias, conoce a una joven que se declara homosexual sin ningún tapujo. Se abre en ese momento un nuevo horizonte y descubrimos que la protagonista había vivido de manera pusilánime. Sin atreverse a nada. Y ahora que ha descubierto esa parte de sí misma toma decisiones arriesgadas pero, como siempre, ya es demasiado tarde. Es un relato terrible y hermoso.
Otra de las sorpresas que da este libro es la capacidad de Claudina Domingo por tocar diferentes esferas de la sociedad en diferentes partes del país. En el siguiente relato, por ejemplo, vemos a una mujer que viaja a la provincia en busca de su hija desaparecida. El cual, por desgracia, es un tema recurrente en los narradores mexicanos jóvenes. Sin embargo, Domingo incursiona en esta situación violenta e inhumana para explorar de manera existencialista el sufrimiento en las entrañas. El placer y el dolor están profundamente ligados en estas historias.
Según avanzaba en la lectura de este libro me preguntaba quiénes serían las enemigas que dan título al conjunto de estas historias. Entonces, para el tercer relato, El eclipse es claro que una constante es la interacción entre el presente y la continua vuelta al pasado a la que obliga una voz interior, que muchas veces es la voz narradora, que trae imágenes cargadas de sentimientos. Pues en este relato una mujer exitosa en el trabajo sufre todo el tiempo por un recuerdo, por una terrible experiencia que sufrió durante el eclipse total de sol de 1991. Se lee en unas líneas: “El desierto, al contrario del mar, no tiene memoria. Su viento es capaz de enterrar una ciudad y no decir de ello una palabra a nadie”.
Más adelante, dice que el personaje prefiere al desierto sobre el mar. Entiendo que preferiría tener una ausencia de recuerdos. Pues la memoria humana es muy similar al mar, pues aunque todo se encuentre inundado por el paso del tiempo; en el fondo, aún es posible vislumbrar, lejos y devorado por el agua, lo que antes existió y sucedió.
También, en Una casa en el aire Claudina Domingo cuenta la historia de un hombre marginal, alcohólico y fracasado, quien al morir su madre cae en el intrincado laberinto de las raíces del recuerdo.
Es el primer libro de relatos de esta autora quien antes había escrito poesía. Aún se percibe esta huella en los títulos de sus cuentos como El agua invicta, Una casa en el aire o Las manos invisibles. En estas historias, la realidad, las charlas cotidianas, el paso del tiempo y la luz del día conviven, son asediadas por el peso de los recuerdos, por la gravedad del pasado. Como si tuviéramos acceso al mundo del inconsciente: a las voces enemigas con las que convivimos día a día.
(Claudina Domingo, Las enemigas, Ciudad de México, Sexto Piso, 2017. 160 páginas).