EL-SUR

Viernes 26 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Legalidad, legitimidad y gobernabilidad

Jorge Camacho Peñaloza

Septiembre 17, 2016

¡Viva la independencia! ¡Viva la América! ¡Muera el mal gobierno!
Miguel Hidalgo y Costilla

Guerrero ha acumulado grandes problemas de todo tipo: agrarios, religiosos, pobreza, políticos, sindicales, delincuencia, violencia, recursos públicos insuficientes, malos gobiernos y corrupción, entre otros, que han colocado a amplios sectores de la población en una situación de reclamo crónico y al gobierno, por ende, en un permanente cuestionamiento de su legitimidad.
Esta realidad, histórica, añeja, estructural, compleja, presente en todas las regiones, se ha convertido en cotidianidad de los guerrerenses, en la normalidad de la vida diaria de la entidad, que pareciera que es un volcán en constante ebullición. Es más, tan normal que muchos actores de los sectores sociales, políticos y económicos hasta la fomentan, y para otros, simplemente es normal o no tiene remedio.
Sin embargo, el reclamo crónico y el cuestionamiento cotidiano a la legitimidad del gobierno por su incapacidad para dar respuesta a toda la problemática de la sociedad y al existir muchos sectores dentro del mismo que no hacen gran cosa por generar legitimidad gubernamental atendiendo eficientemente los problemas, se produce otro problema igual o más grave, que es el de la pérdida de la gobernabilidad, que es el grado de conexión entre gobernantes y gobernados.
Las necesidades no cubiertas de la población y la incapacidad y limitantes de los gobiernos para resolverlas, generan ingobernabilidad al afectar la conexión entre sociedad y gobierno, disminuyendo la capacidad de control y de obediencia a la leyes por parte del gobierno y el consentimiento de la sociedad para el gobierne el grupo en el poder, cayendo así su legitimidad.
Por otro lado, de suyo, sin duda, la legalidad no es suficiente para sostenerse en el poder y la función pública, aunque muchos políticos y gobernantes todavía tienen en sus mentes la vetusta visión de que el poder se sostiene sólo con la ley, y esta está para aplicarse, aún así, a estos mismos gobernantes, paradójicamente, se les olvida aplicar la ley, adicionando así otro grave problema que también se pierde en el bosque de la problemática “cotidiana y normal” de Guerrero que es el de la pérdida de la vigencia de la ley, el cual impacta en el grado de gobernabilidad estatal.
La situación política y social en el estado es delicada, inseguridad, delincuencia, necesidades sociales, pobreza, sectores que cada vez más creen que el Estado no resuelve sus problemas y opta por salir de la legalidad como es son las policías comunitarias, la propia delincuencia y los servidores públicos que son cooptados por el crimen organizado o que incumplen la ley cuando caen en la corrupción, negligencia u omisión.
Ante esta situación se requiere un cambio en la visión de esta “normalidad”, no debe seguirse pensando que toda la compleja problemática del estado, de este volcán en ebullición, es normal, y revalorar la urgente necesidad de rescatar la legalidad, de producir legitimidad y gobernabilidad.
Vuela vuela palomita y ve y dile: a todos mis paisanos que este día demos un grito patrio de independencia de la ilegalidad, a la ilegitimidad e ingobernabilidad, para generar todo lo contrario.