El Parlamento Europeo (PE), la institución legislativa que representa directamente a los ciudadanos de la Unión Europea (UE) adoptó el pasado miércoles 12 de julio la denominada Ley de Restauración de la Naturaleza de la Unión Europea. La decisión fue de 336 votos a favor, 300 en contra y 13 abstenciones. A favor fueron los eurodiputados de los partidos verdes y socialistas ahí representados y en contra los eurodiputados de los partidos democratacristianos junto con los partidos de la ultraderecha.
Conforme a la información presentada en la página electrónica del Parlamento Europeo, la necesidad de legislar en materia de restauración ecológica surge debido a que pese a los instrumentos existentes para proteger la naturaleza en Europa, diversas evaluaciones realizadas han demostrado que el declive de la biodiversidad y la degradación de los ecosistemas continúan en los países de la UE (https://www.europarl.europa.eu/news/es/press-room/20230707IPR02433/ley-de-restauracion-de-la-naturaleza-el-pe-adopta-su-mandato-de-negociacion).
Según la última evaluación de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) sobre el Estado de la naturaleza en la UE 2020, el 81 por ciento de los hábitats protegidos, el 39 por ciento de las aves protegidas y el 63 por ciento de otras especies protegidas se encuentran en un estado deficiente o malo. Son muchos los factores acumulativos que contribuyen a las presiones sobre la naturaleza en Europa, como la agricultura intensiva, la ocupación del suelo, la contaminación, la silvicultura insostenible y el cambio climático.
Debe señalarse que la Estrategia de la UE sobre la biodiversidad de aquí a 2030, forma parte del Pacto Verde Europeo. El Pacto Verde es un amplio programa de medidas con el que la UE se propone situar la biodiversidad de Europa en el camino hacia la recuperación, así como alcanzar la neutralidad climática en 2050. Uno de los elementos centrales de este plan es reforzar el marco jurídico existente para abordar de manera más eficaz las presiones principales y las lagunas en la aplicación. Para lograrlo, en junio de 2022 la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, presentó al PE una Ley y/o Reglamento sobre la restauración de la naturaleza.
Estas políticas se encuentran alineadas en su orden internacional al nuevo Marco Mundial Kunming-Montreal de la Diversidad Biológica del Convenio sobre la Diversidad Biológica, que fue adoptado en diciembre de 2022 por las partes, entre ellas la UE. La Meta 2 del nuevo Marco señala que al menos el 30 por ciento de las zonas de ecosistemas degradados terrestres, de aguas continentales y costeros y marinos estén siendo objeto de una restauración efectiva hacia el 2030.
La propuesta de nueva legislación establece una ambición común para la UE en su conjunto: en términos generales, las medidas de restauración de la naturaleza deberán alcanzar al menos el 20 por ciento de las zonas terrestres y marítimas de la UE de aquí a 2030, y todos los ecosistemas degradados de aquí a 2050.
Este objetivo global se sustenta en un conjunto de objetivos vinculantes, específicos para cada ecosistema, en los que se definiría con más concreción lo que deben lograr los Estados miembros y hasta cuándo. Esto incluye, por ejemplo, la restauración de una amplia gama de ecosistemas degradaos en bosques, terrenos agrícolas, turberas que han sido drenadas, ciudades, hasta ríos y hábitat marinos. Así, se estipula que para 2030, al menos 25 mil kilómetros de ríos en Europa volverán a fluir libremente y los fondos y las praderas marinos volverán a funcionar como viveros de peces. Para mantener las ciudades habitables incluso si las temperaturas continúan aumentando, se estipula que al menos el diez por ciento del área en áreas urbanas debe estar cubierta por un dosel de hojas para 2030.
Es sin duda alguna el proyecto de conservación de la naturaleza más ambicioso de la UE en décadas ya que su objetivo de restauración de áreas naturales degradadas equivale a más del doble del tamaño de Alemania. Por primera vez, se impondría a los Estados miembros la obligación legal de revertir de aquí a 2030 el declive de las poblaciones de polinizadores, algo que hasta la fecha no han sido capaces de detener las iniciativas no vinculantes. Los Estados miembros tendrían que elaborar planes nacionales de restauración sobre cómo alcanzar estos objetivos a nivel nacional. Estos incluirían evaluaciones del estado de los ecosistemas y la planificación, presentación de informes y financiación de la restauración.
La iniciativa aprobada no estuvo exenta de contratiempos. En principio, las Comisiones de Agricultura y de Pesca, dieron opinión rechazando la propuesta de la Comisión Europea. La Comisión de Medio Ambiente responsable del dictamen votó con enmiendas al texto la propuesta los días 15 y 27 de junio de 2023. La votación final fue un empate (44 votos a favor, 44 en contra y ninguna abstención), lo que significó que no existía mayoría en la comisión para apoyar la propuesta de restauración de la naturaleza en su versión modificada. Por lo tanto, la Comisión de Medio Ambiente se vio obligada a presentar ante el pleno del PE una propuesta de rechazo del texto de la Comisión. Finalmente, el Parlamento adoptó una posición favorable en el Pleno.
El Consejo Europeo integrada por los jefes de Estado o de Gobierno de los Estados miembros de la UE, más el presidente de la Comisión Europea, y el presidente del Consejo Europeo adoptó su orientación general sobre la iniciativa el 20 de junio de 2023. La posición del Consejo, al tiempo que apoya el objetivo de que las medidas de restauración cubran conjuntamente al menos el 20 por ciento de la superficie terrestre y el 20 por ciento de las zonas marítimas de la UE de aquí a 2030, introduce diversas modificaciones en las obligaciones específicas de cada ecosistema, un enfoque gradual para la ejecución de los planes nacionales de restauración, algunas excepciones y disposiciones sobre financiación.
Los opositores a la nueva legislación, el sector de la derecha en el Parlamento votó en contra, ya que apoyaban las preocupaciones de las grandes asociaciones de agricultores y la industria de agroquímicos, de que los agricultores puedan verse excesivamente restringidos por los requisitos de la nueva legislación respecto a la agricultura comercial convencional y se ponga en riesgo la seguridad alimentaria europea. Es decir, finalmente el uso de menos agroquímicos y demás productos tóxicos. En respuesta a esas aseveraciones la Comisión Europea calculó que, a largo plazo, cada euro invertido en la restauración de los recursos naturales reportará al menos ocho veces más beneficios económicos. Los Verdes, la Izquierda y los socialdemócratas en particular subrayaron que la nueva ley también tiene como objetivo principal la seguridad alimentaria a largo plazo.
Los eurodiputados que apoyaron la iniciativa subrayaron que la restauración del ecosistema es clave para combatir el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, además de reducir los riesgos para la seguridad alimentaria. Destacan que el proyecto de ley no impone la creación de nuevas áreas protegidas en la UE ni bloquea la nueva infraestructura de energías renovables, ya que se añadió un nuevo artículo que subraya que estas instalaciones son de interés público.
Además, numerosas grandes empresas como Ikea y H&M, así como empresas de alimentos como Unilever y Nestlé se pronunciaron a favor de la Ley de Restauración; asimismo, organizaciones de protección ambiental, científicos, defensores de los consumidores y también organizaciones de agricultores la promovieron.
Todavía habrá una negociación entre el PE con los países integrantes del Consejo Europeo para que se tenga un texto final y entre en vigor a fines de este año.

P. D. Chilpancingo la cuna de los Sentimientos de la Nación de 1813 tiene una grave crisis de violencia. Nuestras condolencias y solidaridad para con las familias de las víctimas. Espero resultados para que todos estos asesinatos se resuelvan conforme al estado de derecho. Es necesario que existan consecuencias por tanta violencia y se acabe con la impunidad.