Gaspard Estrada
Junio 07, 2017
Después de Francia, que ha venido acaparando la atención de los medios internacionales a raíz de la elección de Emmanuel Macron como presidente de la República, viene el turno del Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte) de ocupar los titulares. El pasado sábado, un grupo de terroristas asesinó a ocho personas e hirió a más de cuarenta en el centro de Londres. La organización terrorista Estado Islamico, o Daech, se adjudicó la autoría del acto, como lo hizo hace algunas semanas, cuando llevó a cabo un acto terrorista similar también en la capital inglesa y luego hace una semana en la ciudad de Manchester. Desde entonces, la campaña electoral en curso dio un giro importante.
En efecto, la primera ministra Theresa May, decidió convocar de manera anticipada unas elecciones legislativas hace tres meses, con la intención de aumentar su legitimidad y su fuerza política. Desde el año pasado, el Reino Unido se encuentra en proceso de divorcio con la Unión Europea, después de la victoria del “No” en el referéndum de junio de 2016 conocido como Brexit. Para May, que no llegó al poder gracias a una elección, sino a raíz de la renuncia del entonces primer ministro David Cameron, tener una victoria en las urnas le permitiría, en teoría, crear una correlación de fuerzas frente a los veintisiete países miembros de la UE, así como frente a la Comisión Europea. Sin embargo, los atentados de Londres y Manchester pusieron de relieve las fragilidades del aparato de seguridad británico, y ubicaron en el centro del debate político ese problema y la lucha contra el terrorismo. Durante su periodo como ministra del Interior, Theresa May suprimió más de 20 mil plazas de policías, y disminuyó el presupuesto para la inteligencia. Estos hechos han sido aprovechados por el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn (un entusiasta de América Latina) para atacar a May, y proponer una alternativa a las políticas de austeridad que ella puso en práctica durante su gestión en el Ministerio del Interior y posteriormente como primera ministra. Esto comenzó a tener un impacto en las encuestas, que muestran un crecimiento del Partido Laborista. Por ende, es probable que Theresa May tenga una victoria pírrica, en dado caso que el Partido Conservador obtenga la mayoría de los escaños en disputa.
Además del problema del terrorismo y de la seguridad, el principal desafío del Reino Unido será sin duda su futuro como sociedad, como país y su relación con el mundo. Los atentados terroristas han de nueva cuenta evidenciado los límites del modelo de sociedad comunitario existente en el país. Los gobiernos, ya sea conservadores o laboristas, siempre han defendido el modelo “comunitarista” de organización de la sociedad. Este último se define como un agregado de diversas culturas, que están ligadas entre sí por el reconocimiento a la corona real británica y a los valores de esta monarquía constitucional. El problema empieza cuando algunos grupos radicalizados, en este caso de confesión musulmana, crean territorios que no respetan la ley y son el caldo de cultivo para los grupos terroristas que actúan en este país. Queda claro que cambiar este modelo de integración social será muy difícil a corto plazo. Sin embargo, si el gobierno no toma medidas para impedir que estos grupos prosperen en su afán de atacar a su propio país, sin duda tendremos nuevos actos terroristas en el territorio del Reino Unido. Por otro lado, a raíz del voto sobre el Brexit, las tensiones existentes dentro del Reino Unido, en particular entre Inglaterra y Escocia, han emergido con mucha fuerza, lo cual podría conducir a una dislocación del Reino Unido en el mediano plazo. La titular del ejecutivo escocés, Nicola Sturgeon, ha planteado la necesidad de convocar a otro referéndum, esta vez para decidir la permanencia o no de Escocia dentro del Reino Unido. Si las negociaciones con la Unión Europea no avanzan por el buen camino, este país corre el riesgo de ver su capital, Londres, perder su estatus de capital financiera internacional, y por ende, perder muchos puestos de trabajo. Sin duda, el resultado de la elección legislativa del próximo jueves marcará el futuro del Reino Unido.
* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París.