EL-SUR

Viernes 19 de Abril de 2024

Guerrero, México

Opinión

Lo urgente y lo importante

Abelardo Martín M.

Marzo 10, 2020

 

Ojalá los mexicanos abriéramos las entendederas y estuviéramos dispuestos y atentos para aprender o enriquecer nuestra experiencia, a partir de la intensidad con la que vivimos en los últimos tiempos.
Por ejemplo, tomar cabal nota y no sólo valorar sino aprender la importancia de las mujeres en la construcción de la sociedad, no como expresión de protesta, de ayuda o de servicio, sino en su más amplia participación en la sociedad. No solamente las mujeres transmiten la vida, sino que son fundamentales en la construcción de ls educación y cultura. Aparte, por supuesto, las aportaciones socio-económicas que enriquecen la vida.
Independientemente del número de participantes del día sin mujeres que se practicó en todo el país, su ausencia fue notoria y su decisión de no participar de lo cotidiano, se notó en todos los ámbitos de la vida. Las familias, las empresas, el gobierno, la sociedad toda quedó pasmada, porque los hombres no funcionan a plenitud sin las mujeres, lo mismo ocurre viceversa, porque ambos sexos son complementarios.
Hombres y mujeres son indispensables en la vida social, económica y no se diga política o empresarial. En la construcción de las familias son también vitales, insustituibles.
Por eso es generalizado el reconocimiento y apoyo a las luchas de las mujeres, no sin antes aceptar que han sido marginadas, agredidas, aisladas, amenazadas y maltratadas en todos los estratos sociales y en todos los ámbitos de la vida. Su lucha, de reivindicaciones válidas y legítimas, no puede confundirse con severas críticas al gobierno o utilizados en contra del esfuerzo de la administración federal por atenuar los daños de décadas de abandono, de ineficacia y de abuso del gobierno en su papel.
Nada será igual después de esta demostración de “músculo”, de convocatoria, de operación social, política y económica que se demostró con el día sin mujeres. Más allá de clases sociales, más allá del papel en la sociedad de cada una de quienes participaron en esta expresión social, el resultado se producirá todos los días y nada podrá ser como antes. El país requiere mujeres cada vez más capacitadas, preparadas, responsables para contar con mejores familias, empresas, gobierno. Lo mismo debiera pedirse a los hombres, cuya gran mayoría comparten también la problemática de falta de preparación, de exclusión y marginación.
El día sin mujeres sacudió al sistema, a la sociedad. En todo el mundo las mujeres manifiestan su descontento, pero en México la ola de feminicidios fue un catalizador para desatar un fenómeno de insurgencia como no se había visto en la historia.
Por eso alrededor del Día Internacional de la Mujer se generó una protesta extendida, concretada en la iniciativa de llevar a cabo un paro nacional de mujeres un día después, “El 9 nadie se mueve”.
Convocado por un colectivo feminista veracruzano, su éxito fue tal que unió a mujeres de todo el país, y concitó el apoyo de mujeres, hombres, e instituciones públicas y privadas en forma inusitada.
En los días próximos podrá evaluarse el impacto de esta protesta generalizada, pero por lo pronto es notable el alcance que tuvieron las manifestaciones del día previo, en decenas de ciudades y poblaciones de la República.
Guerrero no fue la excepción, pues el 8 de marzo hubo marchas de mujeres en las ciudades de mayor población, en Acapulco, Iguala, Taxco, Coyuca y Xochistlahuaca, y desde luego en Chilpancingo, donde lo mismo se manifestaron grupos de mujeres desplazadas por la violencia en diversos puntos de las zonas serranas, que se expresaron inconformidades laborales y por acoso sexual de parte de funcionarios municipales.
Aunque no se limitó a ellas, no es casual que las manifestaciones hayan ocurrido en buena parte de los municipios donde hace casi tres años la Secretaría de Gobernación hizo una declaratoria de alerta de género, la cual consistió en reconocer que hay una grave situación de violencia contra las mujeres, y establecer una serie de medidas de excepción para controlarla y erradicarla.
La declaratoria se realizó en junio de 2017 para los municipios de Acapulco de Juárez, Ayutla de los Libres, Chilpancingo de los Bravo, Coyuca de Catalán, Iguala de la Independencia, José Azueta, Ometepec y Tlapa de Comonfort.
La declaratoria obligaba al gobierno de Guerrero a hacerla pública, y aplicar medidas de seguridad, prevención y justicia, y diseñar y ejecutar inmediatamente una estrategia para la recuperación de espacios públicos y la prevención de la violencia mediante la aplicación de medidas de seguridad específicas en zonas de riesgo.
También debería elaborar un diagnóstico estatal sobre todos los tipos y modalidades de violencia contra las mujeres, de acuerdo con la definición que se hace en la ley, e integrar y actualizar el Banco Estatal de Datos e Información sobre Casos de Violencia contra las Mujeres.
Asimismo, establecer una estrategia de educación en derechos humanos de las mujeres y perspectiva de género, para transformar los patrones culturales e impulsar la prevención de la violencia.
Además, recomendaba fortalecer a la Fiscalía General, particularmente a las agencias especializadas en investigación y atención a los delitos de feminicidio y homicidio doloso de mujeres, así como la especializada en delitos sexuales y de violencia familiar y la desaparición forzada de personas no localizadas, y la elaboración de protocolos de investigación, cadena de custodia y servicios periciales, con base en estándares internacionales, así como la capacitación a servidores públicos.
La declaratoria dispuso que el gobernador enviara un mensaje a la ciudadanía de cero tolerancia ante la comisión de conductas violentas en contra de las mujeres, su divulgación en medios de comunicación, y replicarla por otras autoridades estatales y municipales, particularmente en los municipios donde se declaró la alerta.
Finalmente, la declaratoria federal indicaba que, en los casos de los pueblos y comunidades indígenas, así como afrodescendientes en el estado, estas acciones deberían desarrollarse desde una perspectiva intercultural que atendiese la violencia contra las mujeres pertenecientes a esos grupos.
A más de mil días de estos señalamientos, a los que el gobierno estatal se allanó, sería muy valioso saber qué se ha cumplido y qué falta por cumplir de estas acciones. Y que nos dijeran si ha habido algún avance, porque todo se volvió urgente, pero también muy importante.